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sábado, marzo 28, 2009

CARTA ABIERTA A BENEDICTO XV

José Ignacio González Faus, SJ
15 de marzo de 2009

Hermano Pedro:

es muy de agradecer que un Papa pronuncie los elogios de la razón que venimos oyéndote, así como el reconocimiento hecho a J. Habermas de que puede haber –y hay– unas patologías de la religión; y la oferta del cristianismo como síntesis entre la razón humana y esa relación del hombre con el Trascendente a la que llamamos fe.

Cuando leo agradecido esas palabras, temo caer en aquello del Evangelio de ver la irracionalidad en el ojo ajeno y no ver la sinrazón en el propio. Me atrevo por eso a presentar algunas sinrazones que me parece percibir en nuestro catolicismo actual.

1. No es racional la falta de procedimientos democráticos en la Iglesia de hoy. Sabes que, cuando Bellarmino defendía al papado contra los protestantes, se apoyaba en argumentos de razón y no en los textos revelados: la monarquía (pensaban entonces) es el sistema más racional; es así que Dios quiere lo mejor para su Iglesia. Luego… Mucho antes de Bellarmino, las iglesias primeras fueron estructurándose en torno a los ancianos (eso significa la palabra griega presbíteros). Entonces, cuando la vida era más corta, los ancianos representaban la experiencia; por eso parecía que la manera más racional de estructurar un grupo era en torno a los que hoy llamaríamos expertos. Lo mismo pensaba la sociedad civil, como muestra la palabra senadores (derivada de seniores que es la traducción latina del griego presbíteros). Hoy en día hemos progresado algo, y estamos convencidos de que, pese a sus lastres y defectos, la democracia es el modo más razonable de estructurar una sociedad. No constituye pues buen testimonio la falta de democracia en nuestra Iglesia, por más que el autoritarismo sea más cómodo. También en este punto sería fácil atisbar la síntesis entra la razón y el evangelio (remito a Lucas 22: vosotros no procedáis como los poderes autoritarios de las naciones).

2. No parece señal de racionalidad el lugar que ocupa la mujer en la Iglesia. Algún filósofo de la historia dijo que una civilización se mide por el lugar que en ella ocupa la mujer. No creo que nuestra iglesia dé aquí un testimonio de aprecio a la razón. Ni hacemos un servicio a Dios cuando lo presentamos como salvaguarda de esta situación irracional nuestra. Porque también en este punto sería fácil encontrar la síntesis entre lo que parece decirnos la razón y lo que dice el Nuevo Testamento, que va mucho más lejos (Gal 3,28: “en Cristo Jesús” no hay distinción entre varón y mujer).

3. Tampoco es racional valorar más la costumbre acrítica que el uso de la sensatez, en la configuración de las comunidades. Muchos cristianos conocen esta anécdota de tu pontificado: a poco de ser elegido criticaste la costumbre de nombrar obispos como premio de ascenso, por unos servicios prestados. Reivindicabas que el concilio de Calcedonia (ya en el s. V) prohibió que se nombraran pastores sin rebaño. Como puesta en acto de este criterio destinaste a Cracovia al antiguo secretario de Juan Pablo II, a quien éste había hecho obispo para agradecerle sus servicios. Hasta aquí perfecto. Pero poco después, la curia romana te obligó a consagrar obispos a tres monseñores que habían accedido a un argo, no de responsables de una iglesia concreta, sino de gestión en la burocracia curial. Se te arguyó que era una venerable tradición de la Iglesia… Pero queda la duda de si a esa tradición de nombrar gobernadores de ningún lugar se la debe llamar venerable o irracional. Si uno lee las palabras de Jesús en Mt 15 (“quebrantáis la voluntad de Dios por aferraros a vuestras tradiciones”) encontraríamos otra vez que la razón y la fe se abrazan. Podría seguir con otros ejemplos (el tema de los milagros para las canonizaciones no parece funcionar según los dictámenes de una razón serena sino de otros intereses. La frase de que los hábitos o el vestido talar son una señal de trascendencia suscita la sospecha de si no estaremos confundiendo lo Transnacional con lo irracional o incluso lo estrafalario... También aquí la razón y la fe podrían encontrarse con facilidad, si nos decidiéramos a ser más sensatos y más creyentes).

Pero no hay espacio para más, y quiero terminar con una anécdota. Hace unos veinte años la Iglesia era –según las encuestas– la institución con más crédito en Brasil. Se degolló a la teología de la liberación (calumniándola de marxista cuando, a lo más, tenía dos o tres mechas de marxismo), se decapitaron las comunidades de base (calumniándolas de iglesia paralela cuando sólo eran críticas con la institución eclesial), se descafeinó a casi todo el episcopado brasileño, y se apagó la mecha humeante de muchas liturgias que intentaban ser inteligibles y celebrativas.

Hoy asistimos a un declive de la Iglesia en Brasil y, en lugar de reconocer la propia culpa romana, se acusa a los brasileños de no evangelizar… Por eso es un ejemplo a agradecer tu valentía para rectificar lo que dijiste allí de que la evangelización de América Latina no supuso maltrato ni crímenes contra los indios. Desgraciadamente los supuso: tanto que un obispo de Tucumán pedía a los jesuitas fundar unas reducciones “para mantener a los indios lejos de los maléficos ejemplos de los blancos”. Sí que tuvo la Iglesia una pléyade de defensores de los indios (Las Casas, Valdivieso, Vasco de Quiroga y otros muchos), maltratados por poderes oficiales, políticos y religiosos. Gracias, pues, por haber sabido rectificar. Es una prueba más de que la falta de miedo nos lleva a la verdad y ésta nos hace libres.

José Ignacio González Faus, SJ

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¿Puede la Curia odiar a su Papa y querer devorarle? (Benedicto XVI)

XABIER PIKAZA
16 de marzo de 2009

Quise haber cerrado ayer mi reflexión sobre la carta que el Papa dirigió el pasado 10 a los obispos católicos del mundo sobre el tema de Lefebre y sus obispos. Por eso terminaba mi reflexiones afirmando: «No me queda nada que decir. He comentado la carta de Benedicto XVI y le doy gracias por ella». Lo decía sinceramente, no quería entrar más en un tema tan personal. Pero sabía que quedaba mucho por decir, precisamente lo más importante… como suele pasar con frecuencia. Así me lo han recordado varios amigos, llamándome: ¿Por qué no comentas las palabras finales que citabas, donde el Papa se identifica con los de Lefebre, como el objeto de odio de todos? ¿Por qué no aludes a la cita final de Gal 5, donde el Papa se atreve a decir que quieren comerle y devorarle, con palabras que él toma de Pablo? Con temor y temblor responderé a sus peticiones, comentando hoy esos últimos pasaje de la carta y ofreciendo desde aquí mi respeto y reverencia al Papa, como persona odiada, como signo de unidad de la Iglesia?

Los de Lefebre y el Papa: Un grupo odiado por todos

Escribo de forma tanteante, porque el Papa no dice directamente quiénes son los que le “odian” y me gustaría que lo hubiera dicho, de manera más clara. De todas formas, gran parte de los comentadores afirman que el Papa está refiriéndose a su Curia (aludiendo quizá a algunos obispos del centro de Europa). Sea como fuere, está aludiendo [a] sus colaboradores más inmediatos. Las últimas palabras de su texto que yo citaba ayer dicen así:

- A veces se tiene la impresión de que nuestra sociedad tenga necesidad de un grupo al menos con el cual no tener tolerancia alguna; contra el cual pueda tranquilamente arremeter con odio. Y si alguno intenta acercársele –en este caso el Papa- también él pierde el derecho a la tolerancia y puede también ser tratado con odio, sin temor ni reservas.

El Papa alude al famoso mecanismo del “chivo emisario/expiatorio” al que todos echan la culpa, quedando así tranquilos, pensándose ellos buenos. Para el Papa, ese chivo expiatorio al que todos, en este caso, condenan son los de Lefebre… y de esa forma, él mismo, que les ha querido ayudar, se convierte también en chivo emisario, objeto de odio universal, precisamente por haber amado.

a) Nuestra sociedad tiene necesidad de un chivo… El Papa habla en general… Pero es evidente que se está refiriendo a su entorno, a su Curia, a sus obispos. Los que estamos lejos no tenemos problemas con los de Lefebre, ni amor ni odio (en el sentido del chivo).

b) El Papa se ha acercado al chivo… y lo ha hecho con amor. Me parece muy bien, yo le alabo. No ha querido echar las culpas a los de Lefebre, se ha unido con ellos, les ha ofrecido su solidaridad. Pero de esa manera se ha convertido en objeto de odio de los que odian al "chivo".

c) Por eso al Papa le odian como se odia al chivo: El Papa lo dice con toda claridad, afirmando que le han tratado “con odio, sin temor, ni reservas…”. Estamos ante un papa que se siente “odiado” por su misma Curia, por aquello a los que él mismo ha nombrado… Y no sólo se siente, sino que lo dice a todos los vientos. ¿Para que lo dice? ¿Quiere desahogarse? ¿Quiere que le entiendan? Su gesto es bueno, su forma de presentar el tema me parece positiva, pero hay algo que no entiendo del todo. Por eso vuelvo a Pablo, con la cita famosa en la que habla de los que se muerden y devoran.**
La cita de Pablo
La carta del Papa sigue así:

“Queridos Hermanos, por circunstancias fortuitas, en los días en que me vino a la mente escribir esta carta, tuve que interpretar y comentar en el Seminario Romano el texto de Ga 5,13-15. Percibí con sorpresa la inmediatez con que estas frases nos hablan del momento actual: «No una libertad para que se aproveche el egoísmo; al contrario, sed esclavos unos de otros por amor. Porque toda la ley se concentra en esta frase: "Amarás al prójimo como a ti mismo".

En los dos meses anteriores, yo mismo he venido comentando en mi blog las cartas de Pablo, y en especial la de los Gálatas, donde Pablo cuenta su vida, para defenderse, aunque no he tenido tiempo de llegar a este pasaje de Gal 5. Pero, a partir de lo que que allí decía, el motivo de las palabra de Pablo resulta claro.

El tema de Pablo es la “circuncisión”: han venido de Jerusalén (la gran Curia antigua) falsos hermanos que quieren “circuncidar” a los cristianos de Galacia, para que sean como ellos, para que cumplan su misma “ley” y se sometan todos a un tipo de mandamientos legales. ¿Son los de Lefebre como los de Santiago de Jerusalén? ¿Qué hay que hacer con ellos?

**Ojala se castrarán. El Papa omite el verso anterior (Gal 5, 12) donde Pablo desea a los de la Curia de Jerusalén que se castren del todo (apokopé, corte total, y no peritomé, corte del entorno del prepucio). Así, si todos se castraran, no habría problema. Se trata, en el fondo, de un problema de "castración", de sometimiento de los demás, de negación de autonomía (un problema de hombres, que resulta secundario para las mujeres, que ni si circuncidan ni pueden castrarse de esa forma, como Pablo desea a los hombres de aquella famosa Curia de Jerusalén).

No sé si Benedicto XVI se atrevería a decir eso de su Curia (¡ójala se castren!), creo que no. Es un Papa valiente y sincero, pero no se atreve a utilizar el lenguaje directo de Pablo… O quizá ve las cosas de otra forma.

Pablo no dice que le quieren “comer y devorar a él”, sino que se quieren comer y devorar unos a otros, en Galacia… y que si siguen por ese camino destruirán del todo la comunidad. Sólo si aman y busca cada uno el bien del otro, del otro grupo, podrán salvarse como comunidad. El tema es claro: ¡Viva Pablo!

El Papa, en cambio, afirma en el fondo "que le quieren comer y devorar".Se siente amenazad[o]… y quizá lo está ¿Qué debería haber hecho? ¿Sería mejor que se hubiera callado… o que actuará sin decir nada, sin escribir una carta así, destituyendo a los que le critican, pues tiene poder para ello? El Papa es bueno, no les ha destituido. Pero se siente amenazado y lo dice.

La aplicación del Papa

Me parece espléndido que el Papa cite así, de un modo personal, cuerpo a cuerpo, unas palabras centrales de la Carta de Pablo a los Gálatas, siguiendo después:

– «Siempre fui propenso a considerar esta frase como una de las exageraciones retóricas que a menudo se encuentran en San Pablo. Bajo ciertos aspectos puede ser también así. Pero desgraciadamente este "morder y devorar" existe también hoy en la Iglesia como expresión de una libertad mal interpretada».

Bien por Benedicto XVI… Pero tengo la impresión de que quizá está arrimando un poco el ascua a su sardina. Su cita y comentario introduce algunas novedades en el texto famoso de Pablo.

a) Pablo no dice que le quieran comer y devorar a él…, sino que se pueden comer y devorar entre sí, unos a otros. Pablo no se defiende aquí él (lo ha hecho en Gal 1-2, contando su vida, cuerpo a cuerpo). Pablo empieza poniendo boca arriba las cartas de su vida (Gal 1-2).

El Papa, en cambio, no tiene necesidad de decir nada, humildemente, contando su vida… Sólo dice que le quieren devorar “a él”. De esa forma se presenta (con los de Lefebre) como el perseguido universal. ¿Es cierto eso? ¿No estará exagerando?

b) En el caso de Galacia… los que empiezan a “comer y devorar” son de fuera, (vienen de una Curia externa). En el caso de Benedicto XVI vienen de dentro, de la Curia que él o su predecesor ha nombrado…

Pablo no podía remover ni expulsar a los que venían de fuera… Los que le "atacan" no son de los suyos, sino de otros grupos de la Iglesia.

c) En cambio, a Benedicto XVI le atacan los de su mismo grupo, los que él ha nombrado. Se le han rebelado sus "hijos" que deberían ser más fieles. Pero, por otra parte, él tiene autoridad para mandar a su casa a todos los que quieren morderle y comerle en la Curia, según Derecho Canónico. ¿Por qué no lo hace?

Él los ha nombrado ¿por qué no los des-nombra?

El Papa termina su carta de un modo generalizante:

«¿Sorprende acaso que tampoco nosotros seamos mejores que los Gálatas? Que ¿quizás estemos amenazados por las mismas tentaciones? ¿Que debamos aprender nuevamente el justo uso de la libertad?».

Me alegro de que el Papa diga eso y que se incluya dentro de los que saben “morder y devorar”.

Además, da la impresión de que él mismo aparece aquí amenazado por la tentación de acusar otros… ¿A quiénes?

Muchos dicen que este Papa ha querido morder y devorar a o[t]ros, en muchos años de gobierno eclesial, desde el famoso proceso contra Gutiérrez, del año 1984, cuando no pudo “comerle” porque se opusieron (¡entonces!) los obispos de Perú.

Quizá la están aplicando su misma "medicina"… y sea bueno que lo sepa, para iniciar un tipo de gobierno distinto, en claridad para con todos, en sinceridad total, en diálogo abierto…

Quizá ésta es una buena ocasión para que el Papa empiece a pensar que todos tenemos la tentación de mordernos y devorarnos, empezando por él, que es la autoridad suprema de la Iglesia (según el Derecho), como siempre se ha dicho en la Iglesia, que ha puesto de relieve, desde antiguo, el riesgo de los que están por encima de los otros, con poderes superiores.

Quizá el tema está en que haya que cambiar el tipo de Cura y el modo de nombramiento de obispos, quizá llegue el tiempo que el Papa empiece a gobernar de persona a persona, cuerpo a cuerpo, y no imponiendo su doctrina desde arriba.

Soy de los que creo que el Papa es muy importante en la iglesia de Jesús, por eso me importa que cambie, que sea un hombre de gozo, alguien que confía y suscita confianza… Por eso no me gusta que se queje de esta forma y que diga que le odian…

Quiero amar al Papa, amo al Papa como signo de Unidad de la Iglesia, como ministro de reconciliación… Por eso quiero que sea un hombre feliz y que irradie felicidad… Los de Lefebre me importan mucho como personas, pero en sentido extenso me interesan menos, porque no representan al conjunto de la Iglesia.

El Papa, en cambio, representa al conjunto de la iglesia. Por eso le quiero gozo, uniendo a todos... Así le quiero yo, un papa que sea como Pedro, en diálogo con Pablo y con Santiago…

Pero de eso seguirá hablando mañana. Hoy queda así, con un buen deseo de domingo. Y vive Dios que rezaré mucho por J. Ratzinger (me gusta llamarle así) y por el Papa. Pero del tema de fondo de la Curia y el Papa seguiremos hablando.

XABIER PIKAZA
16 de marzo de 2009

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Introducción a la Carta del papa Benedicto XVI a los obispos

17 de marzo de 2009

El director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, en un comentario dedicado a esta carta del Papa, titulado «El compromiso fatigoso por la reconciliación», señala que esta misiva pontificia «es un documento verdaderamente insólito y digno de máxima atención. Nunca como en este caso, hasta ahora, en su Pontificado Benedicto XVI se había expresado de forma tan personal e intensa sobre un argumento debatido. No hay duda de que la Carta es suya desde la primera hasta la última palabra».

«El Papa ha vivido el hecho del gesto de remisión de la excomunión y de las reacciones que se han sucedido con evidente participación y sufrimiento», subraya el P. Federico Lombardi, añadiendo más adelante que «con su acostumbrada lucidez y humildad reconoce límites y equivocaciones que han influido negativamente en este hecho. Y con gran nobleza no atribuye a otros la responsabilidad, manifestándose solidario con sus colaboradores. Habla de información insuficiente a propósito del caso Williamson y de insuficiente clareza en la presentación de la medida de remisión de la excomunión y de su significado. Pero no estriba en ello el aspecto más significativo de sus reflexiones».

«También – destaca el P. Lombardi – la cuestión del ‘caso Williamson’, visto erróneamente como un desmentido de camino de reconciliación entre cristianos y judíos, se presenta afortunadamente ya superado. Pero le da al Papa la oportunidad de recordar con firmeza y mucha honra que el compartir y promover todos los pasos hechos para dicha reconciliación, a partir del Concilio, son ‘desde su comienzo un objetivo de su personal trabajo teológico’ y de agradecer a ‘los amigos judíos’ por su contribución en el restablecer rápidamente el clima de confianza, mientras los ataques recibidos, también por parte de los católicos sobre este tema permanecen como motivo de tristeza».

«El Papa nos vuelve a conducir con decisión y valentía al Evangelio como criterio fundamental y último, no solo de la vida cristiana y eclesial, sino también de su gobierno de la Iglesia. Porque solo de una común conversión a este Evangelio podemos esperarnos la superación de las divisiones, como también la comprensión de la convergencia profunda de Tradición y Concilio. Al fin comprendemos que nuestro Papa, exponiéndose en primera persona, también en las situaciones de crisis, nos guía a reencontrar el punto esencial, más profundo y radical, desde el cual reemprender el camino».

«En esta carta el Papa se empeña, sobre todo – recuerda P. Lombardi – en aclarar la naturaleza, el significado, las intenciones de la medida de remisión de la excomunión. Explica que así como la excomunión era un castigo para las personas que habían cumplido un acto que ponía en riesgo la unidad de la Iglesia al no reconocer la autoridad del Papa, ahora – después de que las personas afectadas manifestaran un reconocimiento de la autoridad del Papa – la remisión de la excomunión era una calurosa invitación a su retorno en la unidad».

«El Papa distingue, sin embargo, netamente el problema del reconocimiento jurídico de la Fraternidad San Pío X en la Iglesia, haciéndolo depender de la aclaración de importantes cuestiones doctrinales relativas a la aceptación del Concilio Vaticano II y del sucesivo magisterio de los Papas. Hasta que esto no se verifique, sus responsables no pueden ejercer legítimamente un ministerio reconocido en la Iglesia, señala también este comentario, refiriéndose luego al punto central de la Carta de Benedicto XVI.

Punto central que «se refiere a la decisión del Papa – precisamente a la luz de la naturaleza principalmente doctrinal de la aclaración que se debe afrontar – de enlazar la Comisión ‘Ecclesia Dei’, competente para las relaciones con las comunidades tradicionalistas, con la Congregación para la Doctrina de la Fe, garantizando mejor de este modo también la colegialidad de los procedimientos y de las decisiones. Con esta perspectiva operacional de una innovación en la organización de la Curia, el Papa responde a gran parte de las objeciones sobre la preparación de la reciente medida, movidas sobre todo por los episcopados más interesados directamente».

«Pero queda la pregunta planteada por muchos, a la luz de las tensiones recientes: esta medida de remisión de la excomunión era verdaderamente necesaria? ¿No había en la Iglesia cuestiones más importantes y urgentes? La respuesta a esta pregunta ocupa más de la mitad de toda la Carta. Lo escrito por el Papa asume tonos cada vez más intensos. Benedicto XVI se siente interpelado profundamente en su responsabilidad de pastor de la Iglesia universal y considera que debe aclarar sin incertidumbres a sus hermanos en el Episcopado, corresponsables del bien de la Iglesia, con cuáles prioridades y con cuál espíritu está desarrollando su servicio».

Con el anhelo de que «el Señor nos proteja a todos nosotros y nos conduzca por la vía de la paz», Benedicto XVI reitera las grandes prioridades de su Pontificado, exhortando sin cesar a dar testimonio del Amor y buscando el amparo de la Virgen de la Confianza. El Papa agradece de corazón a los numerosos Obispos y fieles de todo el mundo que en este tiempo le han dado pruebas conmovedoras de confianza y de afecto y, sobre todo, le han asegurado sus oraciones.

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Obligación en conciencia de no aceptar la misa de Pablo VI

SE TRATA POR LO TANTO DE UNA OBLIGACIÓN GRAVÍSIMA DE CONCIENCIA EL NO ACEPTAR LA NUEVA MISA. EN ESO ESTA EN JUEGO LA SALVACIÓN ETERNA.


Sin fe es imposible agradar a Dios (San Pablo, Epístola a los Hebreos, 11, 6)

Pero aún cuando nosotros mismos, o un ángel del cielo, os predique un Evangelio diferente del que nosotros os hemos anunciado, sea anatema. (San Pablo, Epístola a los Gálatas, 1)

60 RAZONES
por las que, en conciencia, no puedo asistir a la “NUEVA MISA” o Misa de Pablo VI, o la Misa Moderna, sea en Latín o en Español, de cara al pueblo o de cara al Sagrario. Y, por lo tanto, por las mismas razones, continúo con la Misa tradicional, o Misa de San Pío V, o Misa tridentina, o Misa de siempre.

1.- Porque la Misa Nueva es equívoca y ambigua. Es usada también por protestantes. Ahora bien, rezamos según creemos. Por lo tanto la Nueva Misa no es una profesión de Fe inequívoca, sino ambigua. Y nuestra Fe no puede ser al mismo tiempo católica y protestante.

2.- Porque los cambios no fueron insignificantes sino que “se trata de una restauración fundamental, yo diría de una mudanza total y, en ciertos puntos, de una verdadera nueva creación” (Palabras de Monseñor Aníbal Bugnini, coautor de la Misa Nueva.

3.-Porque estos cambios en la Misa, llevan a pensar “que la Verdad, siempre creída por el pueblo cristiano, puede cambiar o desviarse sin infidelidad al depósito sagrado de la Doctrina, al cual la Fe católica está vinculada por toda la eternidad” (Cardenales Ottaviani y Bacci en carta a Pablo VI).

4.-Porque la Nueva Misa representa “un alejamiento impresionante de la Teología Católica de la Misa según fue formulada en la Sesión XXII del Concilio de Trento” que, al establecer los “cánones”, proporcionaba una “barrera infranqueable a cualquier herejía que fuera en contra de la integridad del Ministerio”.

5.-Porque la diferencia entre las dos misas no es sencillamente de mero detalle o simplemente cambio en la ceremonia, sino “lo que se presenta como nuevo en la Misa Nueva es materia referente a verdades perennes”.

6.-Porque “las recientes reformas han demostrado suficientemente que las nuevas transformaciones en la liturgia, sólo conducen a una total desorientación de los fieles, quienes ya presentan señales de indiferencia y de disminución en su Fe”.

7.-Porque en tiempo de confusión como el actual nos guían las palabras de Nuestro Señor: “Por sus frutos los conoceréis”. Ahora bien, después de la reforma en la liturgia, hubo enfrentamiento en la Fe y disminución del fervor de los fieles, y según las estadísticas, disminuyó considerablemente la asistencia a la Misa dominical; en los Estados Unidos, según el “New York Times” del 24/5/76, disminución del 30%; en Francia hay, según el Cardenal Marty, disminución del 43%; en Holanda, según “New York Times” del 5/1/76, de un 50%.

8.-Porque, después de la imposición de la Misa Nueva, “la mejor parte del clero pasa, en estos momentos, por una torturante crisis de conciencia, de la cual poseemos innumerables testimonios cotidianos” (Cardenales Ottaviani y Bacci en carta a Pablo VI).

9.-Porque después de que se introdujo la Misa Nueva, según estadísticas de la Santa Sede, en sólo siete años, el número de sacerdotes disminuyó en el mundo casi en el 50%. ([De 1969 a 1976, de 413,438 a 243,307; disminución del 41.15% exactamente.) ¿Pura coincidencia? ¿Dónde está la vitalidad de la Misa Nueva? ¿Dónde está la “optatan totius ecclesiae renovationem” (deseada renovación de toda la Iglesia)?

10.-Porque “las razones pastorales aducidas para sustentar esta ruptura gravísima (con la Tradición de la Misa), aunque no tengan en ningún caso valor, frente a las razones doctrinaras, no parece, de ningún modo, suficientes” (Cardenales Ottaviani y Bacci en carta a Pablo VI).

11.-Porque la Misa Nueva no manifiesta, de modo claro, como en la Misa Tradicional, la Fe en la presencia Real de Nuestro Señor.

12.-Porque confunde de algún modo la presencia Real de Cristo en la Eucaristía con la presencia en la palabra de a Biblia y su presencia espiritual en medio de los fieles: proximidad con los errores protestantes.

13.-Porque facilita la confusión entre el Sacerdocio Jerárquico y el sacerdocio común de los fieles, como pretenden los protestantes.

14.-Porque favorece la Teoría protestante de que la Fe de los fieles, y no la palabra del Sacerdote, es la que hace estar presente a Cristo en la Eucaristía.

15.-Porque, al insertar la “oración de los fieles” luterana en la Nueva Misa no sólo se sigue, sino que se presenta como aceptable el error protestante de que todas las personas son sacerdotes.

16.-Porque la Nueva Misa elimina el “Yo pecador” del sacerdote, y lo hace común con el pueblo y por lo tanto favorece el rechazo de Lutero: el de no aceptar la enseñanza católica de que el sacerdote es juez, testigo e intercesor ante Dios.

17.-Porque la Nueva Misa deja entender que el pueblo “concelebra” con el Sacerdote lo cual es contrario a la teología Católica.

18.-Porque fueron seis pastores protestantes los que colaboraron en su confección, sus nombres: Georges, Jasper, Shepherd, Kunneth, Smith y Thurian.

19.-Porque así como Lutero suprimió el Ofertorio, porque en él se expresaba de modo neto el carácter sacrificial y propiciatorio de la Misa, así también la Nueva Misa lo reduce a una simple preparación de las ofrendas.

20.-Porque los protestantes, sin corregir sus errores, pueden celebrar su cena usando el texto de la Nueva Misa. Es decir, se sirven de la Misa Nueva sin dejar de ser protestantes, conservando su fe protestante. Max Thurian, protestante de Taizé, dice que uno de los frutos de la Nueva Misa “será tal vez que las comunidades no católicas podrán celebrar la santa cena con las mismas oraciones de la Iglesia Católica. Teológicamente es posible” (La Croix, 30/5/69).

21.-Porque el modo narrativo de la consagración, induce a creer que se trata sólo de una memoria de la Cena y no un verdadero y propio Sacrificio (tesis protestante).

22.-Porque, por las graves omisiones, llevan a pensar que se trata sólo de una cena o de un sacrificio de acción de gracias solamente y no de un sacrificio propiciatorio; esto es, que favorece el error protestante de que la Misa es sólo un banquete y que el sacerdote sólo es presidente de la asamblea.

23.-Porque, con las otras innovaciones a que prestó ocasión, como el altar en forma de mesa, el sacerdote orientado hacia el pueblo, la Comunión de pie o en la mano no sólo dio margen a abusos, sino que favorece la doctrina protestante, según la cual la misa es sólo un banquete y el sacerdote solamente presidente de la asamblea.

24.-Porque, a causa de todo eso, los protestantes, posiblemente burlándose de nosotros, dijeron: “Las nuevas plegarias eucarísticas católicas han abandonado la falsa perspectiva del sacrificio ofrecido a Dios” (La Croix, 10/12/69). Y más: “Ahora en la Misa renovada, no hay nada que pueda perturbar al cristiano evangélico” (Siegevalt, profesor de teología dogmática en la Facultad protestante de Strasburg).

25.-Porque estamos frente a un serio dilema: o bien nos hacemos protestantes siguiendo la Nueva Misa o, por el contrario, conservamos nuestra Fe católica al adherirnos fielmente a la Misa tradicional de siempre.

26.-Porque la Misa Nueva fue elaborada de acuerdo con la definición protestante de la Misa: “La Cena del Señor o Misa es la sagrada sinaxis o asamblea del Pueblo de Dios que se congrega, presidida por el sacerdote, para celebrar el memorial del Señor” (N° 7 de la “Institutio Generalis” del 6/4/69, documento que presenta la Nueva Misa).

27.-Porque la Misa Nueva no agrada a Dios, quien detesta las cosas ambiguas y las palabras de doble sentido como es la Misa Nueva, que pretende agradar a católicos y protestantes y más a éstos.

28.-Porque quien asiste a la Misa Nueva, especialmente cuando es acompañada de cánticos nuevos de fuerte sabor protestante (sin hablar de las guitarras y baterías), tiene la clara impresión de asistir a una reunión, culto o cena protestante.

29.-Porque, siendo ambigua y favoreciendo la herejía, es peor que si fuese claramente herética, porque así es más engañadora: la peor moneda falsa es la más parecida a la verdadera.

30.-Porque la Santa Misa es el sacrificio de la Esposa de Cristo, que es la Iglesia Católica. Por lo tanto no puede ser al mismo tiempo de la Esposa de Cristo y de otras iglesias o sectas contrarias al verdadero y único Cristo: esto sería ofensivo para Cristo y su Esposa.

31.-Porque la Misa Nueva obedece al mismo esquema de la Misa protestante de Cranmer, uno de los jefes del anglicanismo y feroz perseguidor de la Iglesia; los métodos empleados para introducirla, siguen, finalmente, las huellas de este heresiarca inglés.

32.-Porque la Iglesia canonizó varios mártires ingleses que dieron su vida por no adherir a una misa muy semejante a la Misa Nueva, que era la misa anglicana.

33.-Porque muchos ex protestantes convertido al Catolicismo quedaron escandalizados al ver en la Misa Nueva la misma “Misa” a que ellos asistieron cuando estaban en el error. Uno de ellos (Julien Green) llegó a preguntarse: “¿Por qué nos convertimos?”

34.-Porque las estadísticas nos demuestran una gran disminución de las conversiones al Catolicismo, después de la implantación de la Nueva Misa e inclusive un gran crecimiento de las sectas protestantes en los países católicos. Así por ejemplo, en los EE.UU., las conversiones que sumaban 100,000 aproximadamente por año, descendieron a menos de 10,000.

35.-Porque ningún santo celebró o asistió a esta Misa, al paso que la Misa Tradicional hizo muchos santos, según el testimonio del propio Pablo VI: “innumerables santos con abundancia nutrieron la propia piedad para con Dios mediante el mismo (Misa Tradicional)…” (Const. Apost. Missale Romanum).

36.-Porque, al contrario, la Misa Nueva está siendo instrumento y ocasión de los mayores desvaríos y profanaciones de la Santísima Eucaristía y del lugar Santo; lo cual ocurre con mucha frecuencia. Ahora bien, eso no acontecía, según el testimonio del Card. Renard, Arzobispo de Lyon, en Francia: “Acontece que son celebradas misas sin el suficiente respeto, por ejemplo, sin ningún vestido litúrgico, sin Creo ni Pater, con un canon inventado, o en plena refección profana, sin oraciones”. “Sucede a veces, que hay concelebraciones con seglares o con sacerdotes casados…, que no se purifique más el cáliz al final de la Misa, o que se dejen rodar sobre una mesa o un altar partículas de pan consagrado” (Vison, messes de L´Antechrist, pág. 4).

37.-Porque la Nueva Misa es, en sí, modernista; a pesar de las apariencias inocula una nueva Fe que no es la Fe Católica. Sigue perfectamente la táctica modernista de jugar con ambigüedades y términos imprecisos para infundir errores. (Táctica denunciada y condenada especialmente por San Pío X.)

38.-Porque no constituye factor de unidad en la Liturgia, como la Misa Tradicional lo hacía, de hecho, cada sacerdote celebra la misa como quiere, bajo el pretexto de creatividad. Así el nuevo “Ordo” de la Misa merecía llamarse nuevo desorden, porque lo ha producido constantemente. Además el el nuevo Ordo de la Misa no es seguido prácticamente en ningún lugar, tal como fue presentado oficialmente, lo que agrava sus defectos.

39.-Porque muchos teólogos, canonistas y sacerdotes respetables no aceptaron la Misa nueva y afirmaron que en conciencia no la pueden celebrar.

40.-Porque la Nueva Misa ha eliminado muchas cosas, tales como: las genuflexiones (quedan sólo tres), la purificación de los dedos del sacerdote en el cáliz, la preservación de los mismos dedos de todo contacto profano después de la Consagración, la piedra consagrada (Ara) y las reliquias, los tres manteles de lino (hoy se usa uno sólo), y otras muchas, lo cual no hace más que confirmar de modo específico el implícito repudio de la Fe en el dogma de la Presencia Real. (”Breve examen crítico del Nuevo Ordo” de los Cardenales Ottaviani y Bacci).

41.-Porque es una misa artificialmente fabricada y no una Misa enriquecida y perfeccionada por una tradición multisecular como la Misa de siempre que fue codificada y no inventada por un papa que fue un santo, San Pío V.

42.-Porque las traducciones en la versión vernácula (las aprobadas) de la Nueva Misa, vinieron a aumentar y agravar los errores presentes ya en su texto en latín, y así acentuaron más su carácter modernista.

43.-Porque, debido a todos esos errores y ambigüedades del rito, corre fácilmente el riesgo de ser celebrada inválidamente, quedando así la Iglesia privada del verdadero sacrificio, y nosotros expuestos a la ira de Dios. Los Cardenales Ottaviani y Bacci afirman en el examen crítico: “Los sacerdotes que en un futuro próximo no hubieran recibido la formación tradicional, y que se fiaran en el Nuevo Ordo de la Misa y en su ‘Institutio generalis’ para hacer lo que hace la Iglesia, ¿consagrarán válidamente? Es legítimo dudarlo.”

44.-Porque “la Misa es lo que existe de más bello y mejor en la Iglesia… Así, el demonio procuró siempre, por medio de herejes, privar al mundo de la Misa, haciéndolos precursores del anticristo, el cual, antes de todo, procurará abolir y realmente abolirá el Santo Sacrificio del Altar, en castigo por los pecados de los hombres según la profecía del profeta Daniel, 8, 12: “Y que le fue dado poder contra el Sacrificio perpetuo, por causa de los pecados (del pueblo)”. (Palabras de San Alfonso María de Ligorio).

45.-Porque en los lugares donde se conserva la Misa Tradicional, la Fe y el fervor de los fieles son mayores, mientras que se aprecia lo contrario donde predomina la Misa Nueva. (Lo confirma la relación sobre la Santa Misa en la diócesis de Campos, presentada al cardenal James Knox, publicada en ROMA, n° 69, agosto de 1981, pág. 29).

46.-Porque, junto con la Misa Nueva, aparecieron los catecismos nuevos, la moral nueva, predicaciones e ideas nuevas, el nuevo calendario, el nuevo código, en fin, UNA IGLESIA NUEVA. La Misa Nueva es una de las manifestaciones de la nueva Iglesia y el punto central del progresismo. “La reforma litúrgica es, en sentido muy profundo, la llave del Aggiornamento (modernización de la Iglesia). No os engañéis: es ahí donde comienza la Revolución” (declaración de Mons. Dwyer, Arzobispo de Birmingham, en su calidad de portavoz del Sínodo Episcopal).

47.-Porque la belleza intrínseca, esencial, de la Misa Tradicional, atrae las almas por sí mismo, mientras que la Nueva Misa, al faltarle atracción propia, tiene que inventar novedades para interesar y poder atraer al público.

48.-Porque la Nueva Misa contiene muchos errores ya condenados de modo dogmático por el Concilio de Trento: la Misa recitada totalmente en vernáculo, las palabras de la Consagración dichas en voz alta, por Pío VI (los mismos errores en la condenación del sínodo de Pistoya) y Pío XII (condenó, por ejemplo, en la encíclica “Mediator Dei” el, altar en forma de mesa).

49.-Porque la Misa Nueva intenta realizar el gran deseo judeo masónico de transformar la Iglesia Católica en una iglesia nueva, ecuménica y que abarque, al mismo tiempo, todas las ideologías, todas las religiones, la verdad y el error. Al respecto es sintomática la declaración de Dom Duschak, del 5/11/62: “Mi idea sería introducir una misa ecuménica…” Al preguntarle si su posición venía de sus diocesanos, respondió: “No, encuentro, inclusive, que se opondrían, como bien se oponen numerosos Obispos. Pero si se pudiese colocarla en práctica creo que terminarían por aceptar” (citado por el P. Ralph Wiltgen, en “El Rhin desemboca en el Tiber”)

50.-Porque atenta contra el dogma de la Comunión de los Santos, prescribiendo la supresión, cuando el sacerdote celebra solo, de todos los saldos y de la bendición final; del “Ite Missa est” inclusive en la la Misa celebrada con ayudante (”Breve examen crítico”, Cardenales Ottaviani y Bacci).

51.-Porque da más valor al altar que al Tabernáculo. Ahora recomienda conservar al Santísimo en un lugar apartado, como si se tratase de una reliquia cualquiera, de manera que, al entrar en la Iglesia, no será ya el Tabernáculo el que atraerá inmediatamente la atención, sino una mesa despojada y desnuda (”Breve examen crítico”).

52.-Porque el nuevo rito de la Misa ha dejado de ser un culto vertical que va del hombre hacia Dios, pero convertirse en un culto horizontal, en cuento este nuevo rito se limita a volver al hombre hacia el hombre y no al hambre hacia Dios. Además la nueva iglesia es la religión del hombre. ¿Donde queda la gloria de Dios?

53.-Porque la Misa Nueva, diciendo obedecer al Concilio Vaticano II, en verdad contraría inclusive sus disposiciones, pues dicho Concilio declaró que la Iglesia quiere conservar y promover los ritos tradicionales.

54.-Porque la Misa Tradicional, llamada de San Pío V, jamás ha sido legalmente abrogada, de acuerdo con las leyes canónicas vigentes (cf. Cánones 22 y 30).

55.-Porque el Papa San Pío V concedió un indulto perpetuo (que no fue hasta hoy abrogado) válido para siempre, para celebrar la Misa según su Misa, libre y lícitamente, sin ningún escrúpulo de conciencia y sin que se pueda incurrir en alguna pena, sentencia o censura (Bula “Quo Primum Tempore”).

56.-Porque Pablo VI, al presentar la Nueva Misa, no tuvo la intención de comprometer en ella la infalibilidad pontifica. Fue él mismo quien lo declaró, en el discurso de 19/11/69, refiriéndose al nuevo Ordo: “El rito y la respectiva rúbrica de por si no son una definición dogmática; son susceptibles de una codificación teológica de valor diverso…”

57.-Porque cuando el Cardenal Heenan de Inglaterra le preguntó al papa Pablo VI si había o no prohibido la Misa Tridentina, le respondió que “no era su intención prohibir absolutamente la Misa Tridentina” (Card. Heenan en carta a Houghton Brouw, presidente de “Latin Mass Society”).

58.-Porque, a pesar de que reconocemos la suprema autoridad del Papa y su gobierno universal en la Iglesia, así como la autoridad de los obispos, sabemos que esa autoridad no puede imponernos la práctica de aquella que va claramente en contra de la Fe: una Misa equívoca y que favorece la herejía y que , por tanto, desagrada a Dios

59.-Porque el Concilio Vaticano I (dogmático y no sólo pastoral) define: “El Espíritu Santo no fue prometido a los sucesores de San Pedro para que estos, bajo la revelación del mismo, predicaran una nueva doctrina, sino para que, con su asistencia, conservasen santamente y expusiesen fielmente el Depósito de la Fe, o sea, la Revelación heredada de los Apóstoles” (Dz. 3070). Ahora bien, por lo que vimos antes, La Misa Nueva vehicula una nueva doctrina.

60.-Porque la herejía, o todo a aquello que la favorece, no puede ser materia de obediencia. La obediencia está al servicio de la Fe y no la Fe al servicio de la obediencia. Es este caso, “se debe obedecer antes a Dios que a los hombres” (Act. 5, 29).

SE TRATA POR LO TANTO DE UNA OBLIGACIÓN GRAVÍSIMA DE CONCIENCIA EL NO ACEPTAR LA NUEVA MISA. EN ESO ESTA EN JUEGO LA SALVACIÓN ETERNA.


http://radiocristiandad.wordpress.com/razones-por-las-que-no-se-puede-aceptar-la-misa-de-pablo-vi/

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¿Cámaras de Gas?

Richard Williamson
22.VII.2007

El diario de Madrid “El País“, día tras día continúa insistiendo en el tema de las declaraciones del obispo británico Richard Williamson. Pero esta vez, en vez de interpretar sus palabras, las recoge textualmente:

Pregunta:
Obispo Williamson, ¿son éstas sus palabras?: “No hubo ningún judío que muriera en las cámaras de gas, son todo mentiras, mentiras, mentiras”. ¿Son éstas sus palabras?

Respuesta:
Sí, creo que está citando algo que dije en Canadá hace muchos años. Creo que las pruebas históricas están seriamente, enormemente, en contra de que se gaseara deliberadamente a seis millones de judíos en las cámaras de gas, como política deliberada de Adolf Hitler.

P. - Pero usted dice que no murió ni un solo judío…

R. - En cámaras de gas. No murió ninguno en cámaras de gas.

P. - Es decir, que no hubo cámaras de gas.

R. - Creo que no hubo cámaras de gas. No hubo cámaras de gas. Por las pruebas que he estudiado, no por ninguna emoción, sino por lo que he entendido de las pruebas que existen… Creo, por ejemplo, que los que están en contra de la opinión general hoy sobre el llamado Holocausto, los revisionistas, como se les llama, los revisionistas más serios, han llegado a la conclusión de que murieron entre 200.000 y 300.000 judíos en los campos de concentración nazis, pero ninguno de ellos lo hizo en cámara de gas. Quizá ha oído hablar del Informe Leuchter. Fred Leuchter era un experto en cámaras de gas, diseñó tres cámaras de gas para tres Estados de Estados Unidos, para la ejecución de criminales. Es decir, sabe en qué consisten. Y él estudió lo que quedaba de las supuestas cámaras de gas en los años ochenta. Los crematorios de Birkenau-Auschwitz, por ejemplo. Y su conclusión como experto fue que era imposible que esos lugares hubieran podido servir alguna vez para gasear a un gran número de personas. Porque el gas de cianuro es muy peligroso. Supongamos que uno gasea a 300 personas apiñadas en una cámara, y esas personas llevan algo de ropa. Es muy peligroso entrar luego a sacar los cadáveres, porque un poco de gas que haya quedado en la ropa puede matar a esa persona. Es extremadamente peligroso. Una vez que se ha gaseado a esa gente hay que ventilar la cámara, evacuar todo el gas, para poder entrar y volver a utilizarla. Y, para eliminar el gas, hace falta una chimenea muy alta. Si es una chimenea baja, el gas se expande por el suelo y mata a cualquiera que camine por la zona. Si hubiera habido una chimenea muy alta, habría proyectado su sombra sobre el suelo casi a cualquier hora del día, y los fotógrafos aéreos que sobrevolaban los campos la habrían capturado. Y en esas fotos no hubo nunca esas sombras. Es decir, no hubo chimeneas. Lo cual refuerza el argumento de Leuchter. Otra cosa en la que se fija son las puertas. Tienen que ser completamente herméticas, porque, en caso contrario, el gas se escapa y mata a quienes estén fuera. Pues bien, las puertas de la cámara de gas que enseñan a los turistas en Auschwitz no son herméticas.

P. - Lo que dice usted es que el Holocausto no ocurrió, al menos no como lo describe hoy la Historia.

R. - Me fío de lo que me parecen pruebas históricas, según personas que han observado y examinado esas pruebas. Creo en sus conclusiones -y, si llegaran a otra conclusión, les haría caso-, porque me parece que se basan en pruebas. Creo que murieron entre 200.000 y 300.000 judíos en los campos de concentración nazis, pero ninguno en cámara de gas.

P. - Si esto no es antisemitismo, ¿qué es antisemitismo?

R. - Si el antisemitismo es malo, es cuando va en contra de la verdad. Si algo es verdad, no es malo. No me interesa la palabra antisemitismo, es muy peligrosa.

P. - El obispo le ha llamado antisemita.

R. - El obispo puede llamarme lo que quiera, dinosaurio, idiota, lo que quiera. No es cuestión de llamarnos cosas, es una cuestión de verdad histórica. La verdad histórica no depende de las emociones, sino de las pruebas. No hay duda de que se ha explotado tremendamente. Alemania ha pagado miles de millones de marcos, y ahora de euros, porque tienen complejo de culpa por haber gaseado a seis millones de judíos. Pero yo no creo que fuera así. Cuidado, esto que estoy diciendo es ilegal en Alemania. Por favor, le pido… Si hubiera aquí algún representante del Estado alemán, usted podría enviarme a la cárcel por esto.


cronología, según “El País”:

1 de noviembre de 2008.
Los periodistas Ali Fegan y Lars- Göran Svensson, de la televisión pública sueca (STV), entrevistan en Baviera a Richard Williamson. Ha recibido miles de visitas en YouTube.

21 de enero de 2009.
Se emite La cruzada sueca.

23 de enero.
La Fiscalía de Ratisbona (Baviera) abre una investigación.

24 de enero.
El Papa hace pública la rehabilitación de 4 obispos.

26-30 de enero.
Protestas en Alemania e Israel. Benedicto XVI condena el negacionismo. Williamson pide disculpas al Papa “por las molestias”.

3 de febrero.
La canciller de Alemania Angela Merkel pide al papa que “ponga bien claro” que no puede negarse el Holocausto. Arrecian las críticas contra el Vaticano en Alemania.

4 de febrero.
La Secretaría de Estado del Vaticano pide a Williamson que se retracte.

http://tresmontes7.wordpress.com/2009/02/07/lo-que-realmente-dijo-el-obispo-williamson/

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Fuego amigo en el Vaticano

REPORTAJE
La soledad del Papa por la crisis de los lefebvrianos llena de sombras su pontificado
MIGUEL MORA - Roma - 14/03/2009

"El Papa no está solo. Todos sus colaboradores más cercanos le son lealmente fieles y están profundamente unidos a él". El desmentido lanzado ayer por el cardenal Tarcisio Bertone, número dos de Benedicto XVI y secretario del Estado vaticano, no deja lugar a dudas. Recuerda las coletillas que se usan en situaciones excepcionales o desesperadas, en golpes de Estado por ejemplo. Así están las cosas en el Vaticano. A casi dos meses vista del estallido del perdón a los obispos lefebvrianos, -incluido Williamson, el que se empeña en negar el Holocausto- el Papa ha caído herido por el intenso fuego amigo

"La Curia está en desbandada y él sigue encerrado", según Marco Politi.

Se le reprocha no haber pedido a los obispos su adhesión clara al Concilio II.

Dentro de la Iglesia "se muerde y se devora".

Ése es el insólito mensaje que Ratzinger envió a los católicos en su ya histórica carta a los obispos de todo el mundo, que fue conocida el miércoles, un día antes de lo previsto, gracias a una nueva filtración de la curia, en la segunda fuga de información de las últimas semanas.

Usando palabras medidas, pero más íntimas que nunca, el frío Papa alemán se desnuda ante el mundo con una sinceridad nunca vista, tanto por el tono como por el contenido. Ratzinger no se queja de las críticas de laicos y judíos, al revés alaba "la ayuda de los amigos hebreos", hace autocrítica y admite errores de comunicación, pide perdón por no usar más Internet, se confiesa lacerado por la actitud beligerante de sus propias ovejas. El enemigo en casa: "Odio sin temor ni reserva", "hostilidad lista para el ataque".

La crisis que revela la carta es gravísima. El estado de ánimo del Papa, más que triste, profundamente solo y decepcionado, llena de sombras el presente y el futuro de su pontificado. Cuatro años después de su elección, "la curia está en desbandada y el Papa sigue encerrado en su palacio", escribía ayer Marco Politi, vaticanista de La Repubblica.

L'Osservatore Romano, el órgano de la Santa Sede, se atreve a definir las críticas católicas al Papa como "el mayor escándalo de los tiempos recientes", pone el adjetivo "miserables" a las fugas de información, habla de "manipulaciones" de la curia y recuerda al equipo de Gobierno que es un "organismo colegiado que tiene un deber de ejemplaridad".

El Papa desvela más: dice que ese clima de guerra civil, ese descontento, estaba latente, y ha salido a la luz del sol aprovechando el escándalo global creado por el perdón de la excomunión de los lefebvrianos. Un gesto magnánimo hacia los preconciliares, que quería ser de "discreta misericordia" y que se justifica en la virtuosa necesidad de unir a una Iglesia en crisis, es aprovechado por sus adversarios para "morder" y provocar una división aún mayor.

La revuelta parte de los grandes episcopados europeos, todos ellos muy sensibles a la cuestión judía (Alemania, con la sublevación de 60 teólogos; luego Austria, más tarde Francia y Suiza). Los críticos reprochan al Papa sobre todo una cosa: que no pidiera de forma preventiva a los lefebvrianos una adhesión clara al Concilio II. Ésa es la sustancia de la controversia, casi oculta tras la bomba mediática de la entrevista a Williamson en la que el obispo lefebvriano negaba el Holocausto. Lejos de ver en la decisión un futuro de unidad, muchos obispos juzgan como una involución el generoso trato ofrecido a los cismáticos. Una vuelta a un pasado oscuro y cerrado. Como dice un jesuita español destinado en Roma, "el concilio es la Iglesia; sin concilio no existimos".

Dentro de la curia -los cientos de obispos y cardenales que llevan la gestión diaria de la Santa Sede desde una treintena de congregaciones, tribunales, oficinas y consejos pontificios-, las lamentaciones son de otra índole. La principal es que un Papa como Dios manda no debe dar nunca marcha atrás. Y Benedicto XVI lo ha hecho dos veces en un mes. En Austria, al revocar el nombramiento del obispo auxiliar de Linz, el ultraconservador Gerhard Maria Wagner, ante el clamor suscitado en el país. Y en Roma, al conceder el perdón a los lefebvrianos y congelarlo luego.

Además, están los síntomas de guerrilla, la disfuncionalidad general en la gestión, las torpes prácticas de comunicación, el hielo entre el cardenal Bertone y la curia. Y a eso se suma el aislamiento del líder: la abstracción del Papa -ahora remata su primera encíclica social y la segunda parte del libro sobre Jesucristo-, la ausencia de un equipo con el que contrastar opiniones, la falta de una línea de mando, la escasez de cardenales fieles.

Caben en una mano: Bertone; el sucesor de Ratzinger al frente de la Congregación para la Doctrina de la fe, Joseph Levada; el nuevo responsable del Culto Divino, Antonio Cañizares; y Grocholewski, que se ocupa de Educación Católica.

Entre los demás, el deporte favorito es comparar a Benedicto XVI con Juan Pablo II. Inagotable tema de conversación en la curia, la nostalgia de los buenos y no tan viejos tiempos. La verdadera cruz de Ratzinger, bastón doctrinal de Wojtyla durante 20 años, es Wojtyla. "Él no tiene su carisma, no tiene su capacidad de llegar a la gente, no tiene su visión política. Vive apartado del mundo", resume Sor María, monja genovesa, profesora en un colegio de Roma.

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Era un mendigo que derrochaba amor

2ª. parte
P. Reyes Muñoz Tónix, escolapio
Chiautempan, 292 (IX/X, 2008) 14-15

Murió en el aeropuerto de Colombia. Su último viaje fue hacia la casa del Padre. La noticia de su muerte conmocionó a todos. Tal vez pensaban que nunca moriría, o que tardaría en morir. El entendía la muerte no como una despedida, sino como una gracia, un premio. Quería estar pronto en las manos de su Padre. A menudo decía y escribía que “ya quería morirse”. Pues si en vida podía tenerse tan sólo una idea de Dios y su Reino, cuánto más sería la experiencia al estar al lado del Padre después de la muerte. “Ya no alcanzan las palabras para traducirte”, afirmaba, “por eso anhelo la muerte”. Quiénes le oíamos hablar así, y lo digo en estricto plural, porque muchas veces platiqué esto con hombres y mujeres allegados a él, encontrábamos certeza en sus palabras. De Dios sabemos más lo que no es que lo que es.

Él quería la muerte, pero no la esperaba tan pronto, ni tampoco nosotros. Sabíamos perfectamente que la obra de Hogares Providencia sufriría históricamente un impacto difícil de superar. Y así fue. La historia, a nueve años de su muerte, no perdona. La obra existe, pero ha tomado una inclinación diferente. Algunos de sus hijos no soportaron la muerte, y se unieron más tarde a la suya. Sólo que no creo que tuvieran la claridad del Chincha. También el hombre se muere por falta de amor, se muere de desamor.

Era de tarde cuando recibí la llamada desde Colombia. Era junio y el sol estaba radiante. La noticia, como es normal, causó expectación en mí. Yo lo quería, y lo tenía como un escolapio ejemplar. Había tenido la oportunidad de vivir con él (cuando llegaba, pues tenía un modo de vida sui generis), en una casa que tenían los escolapios en México D.F., en la calle Renato Leduc, entonces sede Provincial. Había reído con él, orado con él, comido con él. No era ajeno. Sin que él lo supiera, anotaba sus palabras en las hojas que tenía a mano, describía sus movimientos, adoptaba sus reflexiones sobre Dios, y quería hacerlas mías. Por lo que la noticia de su muerte, más allá de ser una noticia trágica, la tomé como la toma un amigo que se entera que ha muerto el otro. La sentí profundamente.

Después de tomar nota de lo que se decía por teléfono, para avisar a quien correspondía, como debe hacerse, colgué el teléfono y pensé en sus niños: “había muerto su padre.” Pensé en los drogadictos, en las prostitutas, en los niños de las esquinas, en los viejos solos y abandonados a quien también atendía. Pensé en un universo de cosas.

El destino quiso que fuera yo quien notificara la noticia a su gente de Hogares Providencia. Desde ese momento asumí con cariño la responsabilidad encomendada, y Dios sabe que digo la verdad, porque a 9 años de su muerte, jamás busqué ningún afán protagónico como podrá leerse en lo que sigue a continuación, y aún más, que es la primera vez que habló de esto públicamente.

En Hogares Providencia la noticia se tomó en tragedia. Esa misma noche se convocó a una junta del patronato. Muchas preguntas estuvieron en el aire, ya no sobre su muerte, sino sobre el futuro de su obra. Había quienes se autonombraron los más cercanos al Chincha, adjudicándose el derecho a tomar decisiones. Yo fui un espectador más, hasta que se me ocurrió decir que el Chincha era religioso escolapio. Mis palabras alteraron el ambiente en otro orden de ideas. Hubo quien preguntó dónde se habían metido los escolapios todo el tiempo, pues no los habían visto; que era más de Providencia que de su Orden, etcétera. Ciertamente había algunos que lo tenían por religioso, pero no es que hubiera una alta estima por la Orden de los escolapios. Pasaron entonces a la logística: el cuerpo, los trámites, el día, las horas, las autoridades, los niños, los medios de comunicación, los mil y un por qué, que se deducen de la aceptación de la realidad. El duelo debía esperar.

Como representante, en ese momento de la Orden religiosa, participé gracias a la buena voluntad de gente que estimaba mucho al Chincha como religioso, de todo. Los trámites de su traslado de Colombia a México requirieron de una serie de documentación: era español, muerto en Colombia y se quería trasladar a México. Los nexos con los vínculos oficiales requerían de testimonios. La arquidiócesis de México, a través de un delegado, estuvo al tanto y facilitó las cosas. Al final, se logró concretar que el cuerpo sería trasladado y recibido para los funerales con sus hijos y su entierro.

En el ínter, se suscitaron muchas anécdotas. El Chincha era un personaje singular y público. Los medios de comunicación se volcaron a dar la noticia, a entrevistar, a difundir su mensaje; ahí sí que encontré muchos protagonismos de los cuales no hablaré, porque no tiene objeto. Sólo puedo compartir, en términos generales, que hubo quien habló con el corazón y quien sólo habló para salir en algún medio de comunicación.

El cuerpo llegó a los andenes del aeropuerto Benito Juárez de la Ciudad de México D.F., de madrugada. Como testigo se me llevó a reconocerlo. Jamás me hubiera imaginado estar en las entrañas del aeropuerto, ni que fuera tan grande. La procedencia de Colombia hacia que todo fuera más controlado. En la aduana se tenía que abrir el ataúd (que no era, para mi sorpresa, sino una vil y llana caja de madera, simple y tosca) para mirar el contenido y descartar que hubiera algo ilícito en su contenido. La caja venía sellada por todos lados, y tenía no se cuantas etiquetas, seguro es que había pasado por muchas revisiones anteriores. Primero pasó por la banda que lleva a mirar a través de rayos infrarrojos, a manera de una toma de rayos X. Luego, al quitarle la envoltura de plástico, unos perros olfatearon sin encontrar nada. Acto seguido, un hombre fuerte y bien adiestrado para el caso, quitó lo clavos sin la menor sutiliza. Se destapó la caja y apareció un cuerpo diminuto con una barba prominente... ¡Eras tú!

Y lloré, como llora alguien que ha perdido a un ser muy querido. Nos dejaron a solas un momento breve. Allí estabas tú, encogido, apretado, frío. Sentí tristeza por la forma, no por el contenido. Y aunque sabía que estabas con el Padre, con quien siempre decías que era un bonachón, el modo en que te vi me puso triste. Quise tomarte y cambiar tu caja por una más ancha, más allá del lujo, te quería cómodo. De pie eras más grande, cuando gritabas eras más fuerte, infundías temor y respeto; cuando orabas parecías otro; cuando profeta hablabas, sin ser prudente en ocasiones, como cuando te agarraron los judiciales y te dieron una senda madriza por defender a uno de tus hijos drogados, según me contó la tía Soco, una mujer ejemplar que se ha vuelto amiga mía, y que caminó contigo todo el tiempo. De hecho en su libro, confesiones, narra más de una de estas situaciones.

Lloré sinceramente, solos tú y yo en los hangares del aeropuerto. Firmé la hoja en que testificaba que eras tú, aunque no te parecías en nada cuando te veía entrar a tus Hogares, lleno de vitalidad y de cosas chuscas, violentas todas porque así eras, brusco, pero chuscas.

Salimos del aeropuerto en un servicio funerario famoso que te contrataron. A la salida de la aduana estaba un periodista de una cadena televisiva famosa, tenía dos niños mugrosos que lloraban; él les hacía preguntas. Sus ojos bien abiertos me dijeron que no sabían nada. Dos policías motociclistas nos acompañaban. Más tarde me dijeron que era para proteger el cuerpo… Y era verdad, pero te lo contaré en el próximo envío... Muchos querían …

P. Reyes Muñoz Tónix, escolapio

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«ATRAYÉNDOLOS HACIA SÍ EN SU COMUNIÓN”

Algunos aspectos sobre evangelización y catequesis con niños
Camilo Llorca
Albada, XII.08


Asomarse un poco a la sociedad de hoy y a la misma situación de la Iglesia en ella nos lleva a constatar una realidad, que no siendo nueva, sí aparece con mayor fuerza: una crisis de la transmisión de la fe. Se da este fenómeno en primer lugar en el seno de las familias que siendo el ámbito natural y privilegiado de la transmisión de la fe vive un abandono progresivo en este ministerio. Lo mismo podemos observar en la comunidad cristiana, que aunque busca nuevos paradigmas, métodos… se encuentra con la dificultad de que el mensaje de la Buena Noticia alcance la realidad del ser humano hoy. Esta situación nos hace preguntarnos sobre nuestro propio testimonio de vida cristiana, pues ya el Concilio Vaticano II afirmaba de forma clara que una de las causas principales del ateísmo hoy era la falta de testimonio de los propios cristianos.

No echemos balones fuera.

Ya Juan XXIII, en su discurso de apertura del Concilio, decía:

“quienes en los tiempos modernos no ven otra cosa que prevaricación y ruina. Van diciendo que nuestra hora, en comparación con las pasadas, ha empeorado y así se comportan como quienes nada tienen que aprender de la historia… Más nos parece necesario decir que disentimos de esos profetas de calamidades…”.

Y es que la iglesia lo es en cuanto que evangeliza. Los primeros cristianos no lo tuvieron más fácil, el mismo Jesús. La Iglesia necesita ver y entender en estas dificultades una posibilidad, una oportunidad de ser lo que es para el mundo de hoy, y dejar de ver en el mundo una imposibilidad o un enemigo radical, alguien al que se ha de oponer por que se opone a ella. Pensando en el mundo de hoy, nuestro Dios lo amó tanto que entregó la vida de su Hijo para que el mundo se salve por Él.

Desde aquí, desde el amor de Dios al mundo, y por tanto, de la Iglesia al mundo tenemos que situar nuestra misión evangelizadora. Lejos de moralizar, juzgar, enfrentarnos y defendernos… lo que nos corresponde es proponer el gozo del amor de nuestro Dios que se ha manifestado en el señor Jesús y la Buena Noticia del Evangelio.

El Catecismo nos dice que los momentos de renovación de la Iglesia, y éste evidentemente lo es, son también en los que a la catequesis le corresponde un mayor empeño. Vivir este momento con la esperanza que nos abren las nuevas situaciones impulsará nuestra misión, la hará más auténtica y eficaz.

En este empeño catequético cobra una relevante importancia la catequesis de iniciación cristiana, y dentro de ella la catequesis con niños de Primera Comunión y Postcomunión. Éstas situadas dentro del Directorio General de Pastoral de la Provincia escolapia de Valencia en el apartado de evangelización explícita que define así: “procesos y acciones que proponen directa y claramente un acercamiento y conversión a la persona de Jesús, y una participación en su Vida Nueva, mediante la iniciación integral cristiana”. Acercar a los niños a la persona de Jesús, anunciarles la vida nueva, buena, gozosa que propone el Evangelio e iniciarles y acompañarles en la relación con Él, dejando que el mismo Jesús les ofrezca su amistad y su vida será nuestro cometido, siendo nosotros instrumentos y acompañantes en este encuentro. (Señalar a Jesús cono Juan Bautista).

La catequesis con niños es un ámbito peculiar con unas características especiales que la Iglesia nos señala, por ejemplo, en la Catechesi Tradendae de Juan Pablo II:

Es didáctica,
pero encaminada a dar testimonio de la fe.

Es inicial,
mas no fragmentaria, puesto que deberá revelar, si bien de manera elemental, todos los principales misterios de la fe y su repercusión en la vida moral y religiosa del niño.

Da sentido a los sacramentos,
pero a la vez recibe de los sacramentos vividos una dimensión vital que le impide quedarse en meramente doctrinal, y comunica al niño la alegría de ser testimonio de Cristo en su ambiente de vida.

Es importante que la catequesis de niños y jóvenes, la catequesis permanente y la catequesis de adultos
no sean compartimentos estancos e incomunicados… Es menester propiciar su perfecta complementariedad.

Del mismo modo en el Directorio general para la catequesis de la Congregación para el clero, dice:

Estará atenta a desarrollar
las capacidades y aptitudes humanas, base antropológica de la vida de fe, como el sentido de la confianza, de la gratuidad, del don de sí, de la invocación, de la gozosa participación…

La educación a la oración y la iniciación a la Sagrada escritura
son aspectos centrales de su formación cristiana.

Debe tener una colaboración constante
con los padres y con los maestros, de acuerdo con las posibilidades de cada lugar.

Es siempre una convocatoria y llamada
a la fe, al despertar religioso del niño.

Es necesario que desarrolle verdaderos procesos de iniciación cristiana, bien articulados, que les permita acceder a la edad adulta con una fe madura y pasar de evangelizados a evangelizadores.

Ejerce al mismo tiempo tareas
de iniciación, de educación y de instrucción.

Y la finalidad, el objetivo de la preparación, celebración de la primera comunión y del camino que se inicia a partir de ella, según Benedicto XVI es:

“el inicio de una amistad con Jesús para toda la vida. El inicio de un camino juntos, porque yendo con Jesús vamos bien, y nuestra vida es buena. Necesitamos precisamente esta amistad con Dios, que nos ayuda a tomar las decisiones correctas. Necesitamos madurar humanamente. En otras palabras, Jesús nos alimenta para llegar a ser realmente personas maduras y para que nuestra vida sea buena.”

El sistema de catequesis tradicional dirigido a los niños, aún con todas las innovaciones metodológicas de los últimos cuarenta años, ha entrado en crisis, pues ya no podemos concebirla como una preparación para recibir un Sacramento, ya que se constata que para muchos la primera comunión se convierte también en la última.

Desde este punto me gustaría señalar desde nuestra experiencia en la catequesis parroquial-colegial qué entendemos como retos o pequeños caminos para mejorar en esta apasionante misión evangelizadora tan nuestra:

Abordar el proceso de catequesis
con niños no como formación presacramental, sino como iniciación a la relación de amistad con el Señor Jesús. Lo que supone subrayar la experiencia de fe, de la que el niño es capaz, más que el proceso de aprendizaje doctrinal.

Conocer y acompañar
el proceso de crecimiento humano del niño y presentar la Buena Noticia del Evangelio como plenitud de ese mismo crecimiento.

Destacar la centralidad de la Palabra de Dios,
la iniciación a la oración y a la liturgia en todo proceso catequético. Todo ello contemplando el momento el momento de crecimiento del niño y adecuándose a él.

Crear ambientes y relaciones
para la catequesis que hagan vivir estos momentos como algo amable, bueno, donde el niño pueda vivirse cuidado y querido, condición indispensable para su crecimiento.

Acoger y respetar
el proceso de cada niño, bendiciendo siempre su experiencia, sin moralizarle y sin pretender ritmos iguales para todos.

Adecuar el lenguaje religioso a este mismo proceso.
De la misma manera dinamizar las sesiones de catequesis con una didáctica adecuada al mismo.

Entender y programar
la catequesis con niños como una pastoral misionera, con ellos y desde ellos, hacia la familia, provocando momentos de reflexión, anuncio, oración y celebración con todos. Caminando así hacia la comunidad cristiana abierta al entorno social.

El desafío de la diversidad.
Trabajar una catequesis diversificada que ofrezca variados caminos para avanzar en la fe.

No es tarea fácil, ni son recetas nuevas para el éxito en la misión. No olvidemos que la eficacia de la catequesis es y será siempre un don de Dios, mediante la obra del Espíritu del Padre y del Hijo. Esta total dependencia de la catequesis respecto de la intervención de Dios la enseña el Apóstol Pablo en su carta a los Corintios cuando les recuerda: « Yo planté, Apolo regó; mas fue Dios quien dio el crecimiento. De modo que ni el que planta es algo, ni el que riega, sino Dios que hace crecer». A plantar y regar somos enviados, a trabajar en esta mies fertilísima.

A veces por la responsabilidad que supone esta misión, aparecen siempre cuestionamientos sobre si los niños están o no preparados, si tienen suficiente fe o no… de cara a recibir los sacramentos. A mí más bien, me aparece la pregunta sobre si lo estamos los que ya hemos sido iniciados, pero pienso que hay que despejar de nosotros esta tentación. Para ello acabo con esta respuesta de Benedicto XVI, que supone siempre tocar la verdad del corazón de Dios, más que otros planteamientos:

“En mi juventud yo era más bien severo. Decía: los sacramentos son los sacramentos de la fe; por tanto, donde no hay fe, donde no hay práctica de la fe, los sacramentos no se pueden conferir. Después, siendo arzobispo de Munich, hablaba de ello con mis párrocos. También entre ellos había dos corrientes: una severa y una condescendiente. A lo largo de los tiempos también yo he comprendido que debemos seguir siempre el ejemplo del Señor, que estaba muy abierto incluso hacia las personas marginadas en Israel en aquella época; era un Señor de la misericordia, según muchas autoridades oficiales demasiado abierto hacia los pecadores, a los que acogía o permitía que lo acogieran a él en sus cenas, atrayéndolos hacia sí en su comunión”.

Diálogo producido en la diócesis de Bolzano-Bressanone

He decidido poner como título esta última frase pues pienso que es el origen y meta de toda misión evangelizadora y de la catequesis con niños: el deseo de Jesús de atraernos a todos hacia Él.

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Fundación de la Familia Escolapia en La Romana

EUCARISTÍA en la APERTURA del AÑO JUBILAR
“25 años de presencia escolapia en La Romana”
Vicente Sacedón, escolapio
26 de febrero 2009


La presente es una celebración muy especial en la que conmemoramos la Solemnidad de Santa Paula Montal y, al mismo tiempo, iniciamos las Bodas de Plata de la Fundación Escolapia en La Romana.

Voy a referirme especialmente a los comienzos de esta Escuela Pía de La Romana, que algunos de ustedes conocen bien, y con gusto recordarán, y los demás es bueno que lo sepan. Siempre es para todos muy necesario conocer la propia historia.

Me remonto a 1952: Ese año nosotros, los escolapios, establecimos nuestra primera presencia en la capital de la RD, en el mes de enero, abriendo la Residencia Universitaria Calasanz, primera en el país. Fue una presencia solitaria hasta 1954, cuando inició su andadura el actual Colegio de Santo Domingo, con la enseñanza Primaria. En 1957 la residencia dejó de existir, dando paso al flamante Colegio Mayor Universitario San José de Calasanz, dentro del campus de la UASD y en la Avenida Independencia siguió creciendo el Colegio Calasanz para Primaria y Secundaria.

En 1981 a los miembros de la Comunidad de Santo Domingo nos pareció que no era bueno tener una sola comunidad en el país. Las demás comunidades escolapias de nuestra Demarcación estaban a la distancia de Centroamérica, que equivalía a muy lejos y resolvimos que, cuanto antes, se estableciera una segunda comunidad en el país En 1982 los Capítulos de la Viceprovincia y de la Provincia aceptaron y determinaron eso mismo, pero ya con carácter obligatorio.

A comienzos de 1983 el Obispo de Higüey, Mons. Polanco, en conversación con el P. Severino Ubiera, habla de la posibilidad de que los escolapios asumamos las obras construidas por el P. Cavalotto en esta ciudad. En febrero el P. Provincial está de visita en SDQ y el Obispo se comunica con él y le pide que tomemos el Colegio Cristo Rey de LR, y alguna otra obra de las varias que tiene en marcha el P. Cavalotto. Al día siguiente vinimos acá el P. Provincial, el Rector de Santo Domingo y el Viceprovincial que era yo. Hicimos un largo recorrido por la ciudad viendo lo mucho que el Padre había construido o estaba construyendo. Todo nos lo ofrecía porque él no lo podía atender pastoralmente. La oferta, parroquia y escuela, nos pareció interesante.

El P. Provincial cuando regresó a Valencia contactó con la M. Felicísima, Provincial de las Escolapias, y hubo entre ellos un acuerdo inicial de hacer una obra conjunta.

En julio de ese año 1983 el P. Provincial y el Viceprovincial dibujamos las líneas de lo que podría ser una respuesta a Mons. Polanco y se las hicimos llegar. Los contactos siguieron en Valencia, España, cuando Monseñor y el P. Cavalotto pasaron por allá.

El 21 de enero de 1984 el P. Gonzalo Carbó, nuestro Provincial de Valencia y su Asistente el P. Laporta, con la M. Felicísima, Provincial de las Escolapias y su Asistenta la M. Concha Macip, más el P. Viceprovincial de Centroamérica, resolvimos cumplir lo que estaba pendiente de ejecución y vinimos a Santo Domingo para ver sobre el terreno.

Si en un principio, antes de hacer ninguna diligencia, habíamos pensado que nuestra nueva fundación debía hacerse en el Cibao, porque decíamos que había más vocaciones y todos nos decían que era mejor, ahora cuando tuvimos que empezar a movernos tomamos la dirección al Este y llegamos a Higüey. Mons. Polanco nos recibió con la seguridad personal de que nos íbamos a quedar en su diócesis. Y en la misa que concelebramos con él en la Basílica, aquella misma tarde-noche, nos presentó como los nuevos religiosos y religiosas que nos incorporábamos a la diócesis Y nos alojó paternalmente en su casa aquella noche.

Y al día siguiente, 28 de enero, como si fuéramos empresarios que estudian el mercado, vinimos a conocer las posibilidades que nos ofrecía La Romana. Nos entrevistamos por un buen rato con el P. Cavalotto, y como él ya nos había acompañado a mí y al P. Provincial, esta vez nos confió a una joven llamada Magdalena – que todos conocemos – la cual nos llevó a visitar las obras que nos interesaban. En la tarde hicimos con el P. Cavalotto algunas precisiones necesarias y le dijimos que asumiríamos la parroquia Cristo Rey, el dispensario, la Escuela de Formación de la Mujer, la escuela de San Pedro y la Capilla del mismo nombre. Como algo muy importante, hicimos algunas observaciones sobre las viviendas que habría que preparar y después nos asomamos al mundo del Central Romana, donde advertimos el brutal contraste con lo que habíamos visto en la mañana.

Terminamos nuestra visita a la ciudad y si al comienzo teníamos mentalidad de empresarios, que estudian el mercado, al final empezamos a soñar como misioneros. En los apuntes de la M. Conxa están subrayadas estas cifras: más de 100 mil habitantes – 95% católicos -, 4 sacerdotes.

Podemos decir que al final el Señor nos hizo entender que
“la mies es mucha y los operarios son escasos”.

Ya no fuimos al Cibao. Era posible que allí hubiera más vocaciones, pero en La Romana había demasiada necesidad. En una decisión generosa, tomamos la resolución que queríamos ejecutar: ”Nos quedamos en La Romana”!!!. Y los preparativos continuaron para que al final del año escolar 1983-84 pudiésemos arrancar con dos comunidades escolapias en La Romana, una de varones y otra de mujeres.

Los Superiores Mayores fuimos escogiendo y señalando a los religiosos y religiosas que integrarían las dos comunidades, mientras aquí el P. Cavalotto y sus colaboradores preparaban las dos casas, humildes pero saturadas de afecto que ustedes supieron poner y dejar dentro de sus muros.

La comunidad parroquial de Cristo Rey estaba ansiosa por recibirnos con todo su cariño. Y el 14 de agosto dos guaguas repletas de fieles de esta parroquia fueron al aeropuerto de Santo Domingo para recibir a las Hermanas que venían de España: MM. Miren, Dolores, aquí presente, Esperanza y Nieves. Los religiosos ya estaban en la capital: PP. Rogelio, Mariano y José y el Hº Vicente. Todos juntos hicieron un paseo por la capital y en la tarde llegaron acá, a donde venían para quedarse.

El 15 de agosto fue el gran día. Era el comienzo oficial de esta obra escolapia. La celebración eucarística fue en Santa Rosa, presidida por el P. Cavalotto. Representando a la Comunidad escolapia de la capital estaba su Rector y el P. Viceprovincial representaba a la Demarcación y a la Escuela Pía.

La realidad rozaba la ficción, tan entrañable y cordial era la acogida y las Hermanas que salían de España por primera vez se encontraron como en su casa, modesta, pero cálida por el amor con que Vdes. la habían preparado Los escolapios ya vivían o habían vivido en Santo Domingo, a excepción del P. José, y, sin embargo, no dejó de impresionarles, también, el calor de la acogida.

Yo viví con ellos y ellas aquellos primeros días de vida romanense para la Escuela Pía, y puedo decir que fueron días muy especiales. La acogida de Vdes. fue increíble.

El Sr. Obispo nos confió, digamos que generosamente, una porción de La Romana que era la mayor parte impresionante por sus dimensiones. Hoy es un poco menor geográficamente, con la separación de los Mulos, pero sigue siendo muy grande y está más poblada.

Lo reseñado sé muy bien que no basta para conocer esta obra en su totalidad, pero en algún punto hay que cortar para que no sigamos contando cosas y presentando protagonistas hasta mañana.

Para terminar apelo al buen juicio de Ustedes que son testigos de lo que ha pasado en estos 25 años, que son más de 9 mil días Ustedes saben que esos días se han aprovechado muy bien, con entregas muy generosas de los religiosos y religiosas que han trabajado aquí. Es esa generosidad y ese amor los que han hecho posible la realidad de hoy, muy distinta, de la que recibimos Por eso no voy a hacer recuento de todos los escolapios y escolapias que han animado estas comunidades, incluyendo a los de hoy. Eso queda para otro momento, cuando hagamos historia de todo lo ocurrido.

Lo que no podemos silenciar es hacer referencia a lo que había el primer día, aquel 15 de agosto de 1984, y lo que tenemos hoy.

Al empezar teníamos sólo esta parroquia, de Cristo Rey, y hoy contamos con tres parroquias más: San Eduardo, Nuestra Señora de la Paz y San José de Calasanz. Sólo teníamos la Capilla de San Pedro y hoy se suman también las de Cucama, Cumayasa, María Trinidad Sánchez y Villarreal. Un crecimiento totalmente necesario para poder atender a una geografía tan extensa.

Empezamos con una escuela, San Pedro, diurna y nocturna con alumnos de Primaria, Intermedia y Secundaria, pero en aquel momento no era demasiada preocupación para los religiosos y religiosas Hoy la realidad es totalmente otra: Escolapios y Escolapias trabajan en las Escuelas de San Pedro, San Eduardo, en turnos diurno y nocturno, con primaria, secundaria y formación profesional todas son gestionadas por los Padres, en colaboración de las Escolapias y con el buen hacer de sus profesores. Hay que destacar también la escuela de las MM. Escolapias, aquí mismo en Cristo Rey.

A esos centros de enseñanza formal se han de añadir los Centros de Educación no formal, constituyendo el grupo “Calasanz nos une”, con salas de tarea y bibliotecas populares, ubicadas en los centros de los mismos campos.

Queremos añadir que las religiosas, como una real proyección de esta obra, tienen en la capital dos escuelas en un medio totalmente carente de todo.

Toda esta enumeración supone muchas dosis de generosidad, pero sobre todo mucha bendición de Dios y dentro de esas bendiciones es especialmente grato recordar los frutos vocacionales que nos ha regalado el Señor. Le damos las gracias por la elección que El ha hecho de seis escolapias romanenses: Belkis - Briseida – Daysi – Luz Elenia – Santa Inés - Trinidad las cuales han estado siempre bien acompañadas por las religiosas venidas de España hoy las MM. Dolores y María Teresa. Y aunque no sea de aquí, hemos de nombrar con justicia a Martina que sí ha trabajado y trabaja aquí.

Y los escolapios contamos, y agradecemos a Dios, al joven sacerdote, nuestro hermano, Adrián Guerrero, cuya vocación nació en la parroquia de San Eduardo. Y no podemos olvidar que la misma vocación escolapia del P. Héctor Sánchez tiene, también, mucho que ver con esta comunidad.

Por último, no podemos silenciar el atractivo que esta obra escolapia ha tenido en nuestra Provincia de Valencia, a la hora de provocar a muchos jóvenes para venir, no como turistas, sino como voluntarios y voluntarias con el propósito de brindar servicios generosos y muy útiles a favor de nuestra comunidad. En estos momentos tenemos entre nosotros una muy valiosa representación. Por favor, pónganse de pie.

Y aquí pongo punto y seguido a estas pinceladas de Historia, que habré de continuar.

Hagamos, para terminar, una reflexión, aunque sea breve, de la Palabra que nos ha regalado el Señor en la Solemnidad de nuestra Madre, Santa Paula.

Revisemos desde las lecturas lo que fue su vida y el ejemplo que supone para nosotros, sus hijas y sus admiradores:

1ª lectura:
Nos habla de la vocación de Abraham y su respuesta. Eso mismo fue la vocación de Paula y es la vocación de los misioneros y misioneras que han trabajado acá Deja tu tierra y la casa paterna y ve donde yo te diré y allí predica y anuncia el Evangelio Esa ha sido la única fuerza que ha puesto en marcha a todos los protagonistas de esta Obra y tiene que seguir impulsando nuestros afanes por el Reino de Dios.

2ª lectura:
Pablo sólo tiene ojos para las cosas de arriba. Y Paula, siguiendo su ejemplo, podía decir también que lo importante para ella eran las cosas de arriba, los intereses del Reino y lo mismo ha sido para nuestros hermanos y hermanas que han integrado estas comunidades no han venido a hacer otro negocio que el de ganar almas para el Señor.

Evangelio:
Jesús nos dice: el que acoge a un niño como éste a Mí me acoge Esa es la preocupación de nuestra Madre, su total entrega, el núcleo de su vida y la preocupación de los escolapios de La Romana Dentro de su trabajo los niños y las niñas creo que no se pueden contar. Gracias a Dios, en ese empeño, la generosidad ha sido siempre abundante y nunca ha rehuido esfuerzo para captar los más posibles y de la mejor manera que se pudiera hacer

Hermanos, demos gracias a Dios
por Santa Paula
por los escolapios y escolapias
por todos ustedes

Que nuestra vida sea del Señor cada día más

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jueves, marzo 26, 2009

Homilía P. Víctor Mora – Mosr. Oscar Romero – 20.III.09


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martes, marzo 10, 2009

CARTA AL PRESIDENTE NICARAGÜENSE ANTE LA CRISIS

Antonio Lacayo
(Ministro de la Presidencia del gobierno de Dña. Violeta Barrios)
25 de Febrero de 2009

Estimado Presidente:

Le escribo motivado por una preocupación que siento, compartida por muchos ciudadanos, incluso gente de su gobierno, por los efectos que ya comenzamos a sentir en Nicaragua de la llamada crisis financiera mundial, una profunda recesión global que amenaza con convertirse en la peor depresión del último medio siglo y la primera con un alcance planetario.

Esta crisis es tan profunda que nadie se ha atrevido a asegurar cuándo saldremos de ella. Todos los pronósticos hechos en los últimos meses del año pasado han venido cayéndose al suelo reemplazados por anuncios más alarmantes, incluso llegándose a afirmar ahora que las economías del primer mundo, Europa, Estados Unidos y Japón, retrocederán este año, es decir, se contraerán, con lo que los ingresos de sus ciudadanos se verán reducidos, se bajará la demanda mundial y caerá el comercio internacional.

Algunas personas ya han expresado su alegría al ver en dificultades a las economías de esos países, representantes del sistema capitalista, pero es la típica alegría de aquel que aplaude la muerte de la vaca del vecino, la única de la comarca, aunque sus propios hijos se queden sin acceso a la leche que producía. Se les olvida además que el sistema que defienden, el socialismo soviético, desapareció de la tierra por inoperante, incapaz de producir bienestar para las mayorías.

Nicaragua, usted lo sabe, es parte inseparable de un mundo donde el peso de estas economías, ahora en dificultades, es tan abrumador que hasta la gigantesca China, aventajado alumno capitalista, está viendo caer su ritmo de crecimiento económico alarmantemente. Estamos ahora inevitablemente interconectados por el comercio y tan dependientes de las inversiones extranjeras que llama la atención que el propio Fidel Castro en su ancianidad no se canse de pedir que Estados Unidos le quite de encima el bloqueo, es decir, le permita comerciar con ese país, atraer hacia Cuba inversiones norteamericanas, y globalizarse.

La cosa es seria, no hay duda. Los primeros efectos de esta crisis ya los estamos sintiendo. Los precios de todos nuestros productos de exportación ya cayeron: el café 30%, la carne, el maní y el azúcar entre el 10 y el 20%, y también el frijol, los camarones y las langostas. En enero se exportó 27% menos que hace un año, mala señal. En 2008 logramos exportar $1,500 millones. Este año será bueno si logramos pasar de $1,300 millones.

Las remesas no crecieron en el cuarto trimestre del año pasado, y amenazan con reducirse por el desempleo en Estados Unidos y Costa Rica. Las exportaciones de las zonas francas también, por menos demanda en Estados Unidos. Las nuevas inversiones están muy escasas. Y también preocupa que los financiamientos que nuestra economía recibe del exterior a través de los bancos, las microfinancieras y los importadores de bienes básicos se estén reduciendo, por una pérdida de confianza generalizada a nivel mundial y por las noticias que salen de nuestro país, casi siempre malas.

El riesgo país, el indicador que entidades especializadas le dan a cada economía en el mundo, pone a nuestro país cada vez peor, lo que hace que los financistas afuera se sientan menos seguros de que podrán recuperar sus créditos a Nicaragua, y estos endurecen las condiciones además de reducir sus montos.

Entonces, con menos financiamientos externos podremos sembrar menos área este año, lo que hará que las cosechas del 2010 se reduzcan, agravando aún más la situación el año que viene. Menos siembras de cultivos anuales, y escasez de fondos para mantener cafetales, usted sabe, significa desempleo para la gente en el campo, incluso hambre en algunos lugares.

Presidente, esta crisis viene tan fuerte y tan rápido que no hay mucho tiempo que perder. Su gobierno debe como primer paso cuadrar el Presupuesto Nacional. El que se presentó originalmente a la Asamblea está “desfinanciado” dado que presupone ingresos que no se darán, por lo que el Fondo Monetario le dirá que debe bajar los gastos al nivel que los ingresos puedan cubrir. Si no se cuadra, habrá serio peligro de un rompimiento del acuerdo que tiene Nicaragua con el Fondo, y si esto sucede se paralizarán los desembolsos de los créditos blandos del Banco Mundial y el BID, y las deudas que nos perdonaron con el programa HIPCs volverían a revivirse.

En este punto me permito recomendarle que tome en serio al Fondo Monetario. No trate de negociar con él “al borde del abismo”, como lo hacía usted desde la oposición con el gobierno de doña Violeta, Alemán o don Enrique. Eso es peligroso. Una caída, en este caso, lo llevaría a usted al abismo, no a ellos. Usted ya no está en la oposición. Considere al Fondo Monetario como un amigo de Nicaragua, interesado en que la macroeconomía se maneje aquí de tal manera que pueda el país seguir recibiendo préstamos blandos de los organismos financieros, y continúen perdonándonos los pagos de la fuerte deuda externa que el somocismo y el sandinismo le ocasionaron al país antes de la democracia.

Usted ya anunció algunas medidas de recortes en el gasto público, unos C$1,300 millones a nivel macro. Se quedó corto. Habrá que ir más a fondo. Creo que en estas circunstancias no se justifica que los diputados sigan recibiendo cientos de miles de córdobas para repartirlos a su gusto. Los diputados son para legislar. El gasto que ellos crean importante que el Estado haga, lo debe hacer la institución del Estado a cargo de ello.

Hay que cortar también con una serie de entidades estatales que no desempeñan el papel para el cual fueron creadas. Estamos ante una verdadera emergencia, y muchas cosas que antes se vieron necesarias ahora resultan que no son indispensables, y podemos vivir sin ellas.

Sin embargo, debemos reconocer que cortar demasiado tendría efectos dolorosos para la ciudadanía, especialmente para los pobres, los que encontrarán menos medicinas en los centros de salud, más caminos sin reparación, más delincuencia e inseguridad ciudadana, maestros desesperados por aumentos salariales que no llegan, y descontentos por todas partes.

Por otra parte, bajar demasiado los gastos en el Presupuesto sería echar más leña al fuego de la recesión que ha encendido aquí la crisis mundial. Los países ricos lo que están haciendo es soltar recursos del Estado para que los bancos puedan prestar más y los ciudadanos sigan gastando, de modo tal que la actividad económica vuelva a dinamizarse.

Pero Nicaragua no tiene esos reales. Desde su primer gobierno el país quedó quebrado. Usted lo sabe. Este no es el momento de analizar de quien fue la culpa. Lo innegable es que el país quedó efectivamente quebrado cuando usted le entregó la banda presidencial a doña Violeta. Eso yo lo viví, se lo demostré a usted en incontables reuniones, y no creo que lo haya olvidado.

La deuda externa que usted le dejó al país era la más grande del mundo, por habitante. La hiperinflación que dejó desatada era la peor que se ha vivido en el continente americano. Al salir usted, el PIB tenía siete años de estar reduciéndose, una depresión de las más profundas que haya conocido país alguno en esta parte del mundo. Y encima de eso, las secuelas de diez años de guerra.

Por eso fue que el gobierno de doña Violeta tuvo que ser duro al aplicar la medicina. O la tomábamos o se moría el país. Usted escuchó mi explicación poco antes de que yo anunciara el Plan Económico del 3 de Marzo de 1991, y no recuerdo que usted haya tenido ninguna sugerencia para salir del atolladero aquel sin pagar el costo del ajuste. Gracias a Dios el plan funcionó, y a partir de entonces se paró la inflación, nuestra economía comenzó a crecer, y Nicaragua pudo progresar, año tras año, hasta 2008. El país avanzó muchísimo en los últimos 18 años, aunque a usted le guste negarlo.

Regresando al tema del Presupuesto, la alternativa de bajar los gastos es dura, y no basta, aunque hay que hacerla, y con más determinación. Pero también se puede “financiar” el Presupuesto aumentando los ingresos. Eso lo entiende todo el que lleva las cuentas en una familia. O se gasta menos o se trae más plata a la casa, o ambas cosas.

Pero traer más plata al país, en estas circunstancias de crisis mundial, no será fácil. Una forma podría ser promover con genuino interés nacional, y profundo desinterés familiar o partidario, la inversión de nacionales y extranjeros en nuevos proyectos energéticos, proyectos de producción agroindustrial y agropecuaria, proyectos turísticos que generen empleo y suban la recaudación fiscal.

Pero eso no impactaría positivamente este año. Es demasiado tarde. El prestigio de Nicaragua entre los inversionistas a nivel internacional está muy maltratado. El fraude en las elecciones enterró lo poco que venía quedando después de los problemas que su gobierno promovió contra Unión Fenosa, la Esso, Barceló, Tropigás y otros que, aunque no pasaron a más, generaron una inmensa publicidad negativa para su gobierno que ahora costará mucho cambiar.

Entonces, pensando en 2009, solo queda el otro camino para traer más plata al país: la recuperación de la cooperación europea para apoyo presupuestario, y el programa de los americanos con la Cuenta Reto del Milenio para la zona de Occidente. Estos apoyos son sumamente importantes para el país. Usted debe hacer lo que sea necesario para recuperarlos. No se quede con el estigma de que por culpa suya esto se hundió de nuevo.

Por esta razón, considero que el mejor consejo que le han dado es lo que los señores obispos le recomendaron desde el 11 de noviembre, el recuento de las actas frente a observadores de prestigio, a fin de que moros y cristianos queden en conocimiento de la verdad de la voluntad popular, la que nunca pudimos saber en el caso al menos de Managua, por no haber el Consejo Supremo publicado los resultados de junta por junta, como manda la ley.

Tome en serio lo que los países donantes han dicho: “Que se respete el compromiso de Nicaragua con el principio democrático de elecciones libres, de respeto a la voluntad popular y al estado de derecho”. No se le ocurra hacer eso que andan recomendando algunos, ponerse de acuerdo con Alemán para dar a creer que se revisarán algunas alcaldías en cuestión, excluyendo Managua, para devolverle algunas al PLC y que Alemán pueda “dar testimonio” que ya el problema se ha superado. La palabra de Alemán vale cero a nivel internacional. La comunidad cooperante valora altamente el respeto a la voluntad popular, fundamento de todo sistema democrático.

La crisis que se avecina obliga a emprender también una serie de acciones a nivel microeconómico, tales como concentrar recursos en aquellas actividades de gran impacto inmediato en la producción y la productividad de nuestra agricultura y ganadería, como sería la reparación inmediata de los caminos de penetración para sacar más leche a los mercados formales y reducir costos en el café y los frijoles, ahora que los precios han bajado.

Y en paralelo, su gobierno debe promover consensos y alianzas con los empresarios y los banqueros de este país para aunar sinceros esfuerzos en aquellas actividades que generen empleos y exportaciones, y aseguren los alimentos básicos en las mesas de las familias nicaragüenses.

Estos empresarios y banqueros se pusieron a disposición suya desde que usted ganó las elecciones hace dos años. Usted llegó a INCAE para escuchar sus ideas y propuestas, pero se dedicó a narrar su viaje a África y señalar a los europeos de colonialistas y esclavistas, como si Zapatero, Sarkozy, Merkel o Stoltemberg tuvieran alguna responsabilidad por hechos de hace 400 años.

Ahora no le queda más camino que actuar con humildad y convocar a los productores, los microempresarios, los banqueros, la sociedad civil, los ONG y a la comunidad internacional, cada uno por aparte, para escucharlos, e invitarlos a poner todos sus mejores esfuerzos en aras de sortear la tormenta que ya se comienza a sentir, y salvar al país de un hundimiento que a nadie beneficiaría.

Pero eso nos lleva de nuevo al tema del fraude. Su gobierno ha dicho que de eso ya no hay que hablar, pero debe reconsiderarlo. Es preferible sacar la pata cuando se está con el lodo a la rodilla que cuando uno ya no se ve ni la cintura. Lo hace instintivamente el que se mete adentro en el mar y siente de pronto que comienza a ahogarse. Hay que nadar hacia la costa, y a toda prisa.

Y si considera que ya no puede rectificar lo andado, no pierda tiempo en promover con firmeza la destitución y enjuiciamiento de los magistrados culpables del fraude, y a poner el Consejo Supremo Electoral en manos de personas ajenas a los partidos políticos, profesionales honorables dispuestos a contribuir con el rescate de la democracia.

Si la comunidad internacional no ve en usted intenciones legítimas de componer la barbaridad que cometió el Consejo Supremo, de poco servirá llamar a los productores y los empresarios. Si no se trae de vuelta la ayuda que se ha ido, será difícil que produzcan más con menos recursos.

Y si logra recomponer su credibilidad con los donantes europeos y los representantes del gobierno de Estados Unidos, ahora bajo el liderazgo de un hijo de un inmigrante africano, estoy seguro que amigos como el Presidente Lula y otros en la región le ayudarán con gusto. A Chávez no lo abandone, pídale que en lugar de enviar la prometida refinería le abra con sinceridad el mercado venezolano para nuestra carne, la leche, los frijoles y muchas cosas que bien podemos exportar allá en cantidades mucho mayores que las de hasta ahora. Los burócratas bolivarianos ponen demasiadas trabas a nuestros productos por razones que no deberían existir entre países amigos.

De Rusia, mejor no se ilusione. En los años 80 usted quedó debiéndoles casi cuatro mil millones de dólares que el gobierno de doña Violeta se encargó de que los borraran en tiempos de Yeltsin. Y con el petróleo tan barato, los rusos padecen hoy la misma falta de recursos que los venezolanos.

Por otra parte, la crisis que se nos viene encima es de tal magnitud que aunque usted haga milagros, muchos nicaragüenses van a ver sus vidas afectadas negativamente y se lo cobrarán al gobierno, a usted como presidente. De eso no hay escapatoria. Intentar la reelección tras dos o tres años de profunda crisis resultará en un rotundo fracaso.

Permita entonces el recuento, o deje el Consejo Supremo en manos de gente recta, independiente, comprometida con la democracia, con una ley electoral que garantice la neutralidad de las juntas electorales, invite a la cooperación internacional a que sea observadora de cualquier elección futura, y pasemos de inmediato a enfrentar la crisis de la mano de esa cooperación internacional que se sentirá comprometida a meter el hombro. Eso motivará a los productores, los empresarios, los banqueros y todo el que pueda poner un grano de arena para fortalecer nuestra economía, y animará a la sociedad civil y la opinión pública a sumarse a la solución. Y usted podrá terminar su período como establece la Constitución.

La decisión es suya. Requiere sin duda de coraje. Pero cuando una gangrena afecta un dedo del pie, hay que cortar por lo sano antes que agarre la pierna. No veo posible que usted salga del gobierno en caballo blanco si esta crisis nos hunde. Y sin recursos nuevos será casi imposible evitar un nuevo colapso. Evitarlo se convierte ahora en su principal tarea como Presidente. Espero le vaya bien.

Con atentos saludos,
Antonio Lacayo

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