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Nombre: Alforja Calasanz
Ubicación: Valencia, Malvarrosa, Spain

martes, noviembre 27, 2007

Frontera lingüística catalano - aragonesa

Gran Enciclopedia Aragonesa

Existe una serie de criterios, especialmente fonéticos, que permiten distinguir el catalán del aragonés. Se trata, simplificando un poco, de los siguientes:

* conservación de e× y o× latinas en catalán frente a su diptongación en aragonés (vell, font, frente a biello, fuen);
* mantenimiento de la o final en aragonés frente a su pérdida en catalán (filo frente a fil);
* plurales en -as en aragonés frente a -es en catalán;
* apitxat, es decir pérdida de las fricativas sonoras, en aragonés, frente a su conservación en catalán (la gent de casa pronunciado la chen de casa, con s sorda);
* seseo, en catalán, frente la distinción de s y z en aragonés;
* mantenimiento de la l inicial en aragonés, frente a su palatalización en catalán (luen frente a lluny);
* pérdida de n final, en catalán, frente a su mantenimiento en aragonés (mà frente a man);
* paso a u de b, d, cee,i, ty en posición final secundaria frente a diversas soluciones en aragonés (penseu frente a penséz);
* pretérito indefinido simple en aragonés frente al perifrástico en catalán (canté frente a va cantar);
* mantenimiento de las cuatro conjugaciones latinas en catalán frente a la confusión de la segunda y tercera en una sola en aragonés (moldre y haver frente a moler y aber).

Algunos de estos criterios son muy antiguos y se remontan al mismo origen de la lengua
(diptongación/no diptongación, -o/-ø, -as/-es, l-/ll-, -n/-ø, 3 conjugaciones/4 conjugaciones).

Los demás son tardíos;
el aragonés medieval carecía de apitxat y el catalán de seseo;
penseu era en catalán medieval pensats, y el pretérito indefinido simple se sigue manteniendo todavía hoy en muchas hablas catalanas.

Si aplicamos los criterios expuestos a las hablas de la Ribagorza, veremos que, aun cuando prescindamos de los fenómenos tardíos, no coinciden todos ellos en una línea que escinda claramente una zona catalana de otra aragonesa, sino que desde el Ésera hasta el Noguera Ribagorzana se entrecruzan formando la llamada zona de transición entre ambas lenguas, con más rasgos aragoneses al oeste y más rasgos catalanes al este.

Con todo, es evidente que no por la mera presencia de plurales en -as en el habla de Bonansa o por la palatalización de la l inicial en la de Graus deja de ser la primera típicamente catalana y la segunda típicamente aragonesa. En realidad sólo unas pocas localidades de la ancha zona de transición presentan un tipo de habla mixta, cuya adscripción al aragonés o al catalán, en palabras de Joan Corominas, «tiene algo de subjetivo o por lo menos discutible, y tanto el lingüista que quisiera atribuir esta zona al catalán como el que la pusiera entera del lado del aragonés encontrarían fácilmente argumentos en un sentido o en otro».

Se trata, concretando,
de las hablas del valle de Benasque y de las del valle medio del Isábena, de Serraduy a Pociello y de un rosario de pueblos y aldeas que se extiende de Aler hasta San Esteban en La Litera-Juseu, Aguinalíu, Calasanz, Alíns y Azanuy.

Más hacia el sur, el catalán no limita ya con el aragonés sino con el castellano que lo ha sustituido. (La frontera entre estas dos lenguas es en general abrupta; para algunas características de transición en las hablas del Guadalope y Alto Mezquín véase allí.)

Dentro de la zona mixta citada se vienen atribuyendo al aragonés las hablas en las que se manifiesta diptongación más o menos sistemática de e× y o× latinas. De faltar la diptongación se atribuye el habla al catalán.
Y así por carecer de diptongación se vienen situando entre el catalán las hablas del valle medio del Isábena y las de los pueblos, ya mencionados, que van de Aler hasta San Esteban. Por el contrario, las hablas del valle de Benasque se suelen adscribir al aragonés, ya que la e× y la o× latinas diptongan aquí en la mayoría de los casos.

Con todo, tampoco son desconocidos en benasqués los casos de no diptongación de la o× -ou, ordi, bou, dona, nou...- y de la e× -temps, vent, pedra...-, especialmente cuando corresponde a una e abierta del catalán occidental -terra, pela, peu, serra, senra, set, mel, melsa, deu, esquerra, etc.

Menéndez Pidal observó que el límite de la diptongación de e× y o× latinas coincide a grandes rasgos con la especial evolución de los sufijos, posiblemente vascoides, -to×i, -o×i, muy frecuentes en toponimia, que en la zona de diptongación son -tué, -ué (Satué, Renanué), de acuerdo con la fonética aragonesa, y -tui, -ui (Serraduy, Azanuy) en la zona de no diptongación, de acuerdo con el catalán que cierra la o× en u ante yod. La falta o la presencia de diptongación sería en consecuencia la continuación de un importante límite étnico que existía ya desde la romanización.

Basándose también en el estudio de la toponimia, Corominas ha postulado la presencia hasta fechas tan tardías como el siglo X de hablas vascoides fuertemente romanizadas en la Alta Ribagorza y en el Pallars, que no se romanizaron y catalanizaron plenamente hasta los siglos XI y XII. Más al sur, en los actuales territorios de lengua catalana, y hasta el Ebro, la toponimia no presenta muestra alguna de haberse hablado allí desde la romanización otra lengua más que el catalán. Pasado el Ebro, esta lengua se impuso al árabe y a los restos del mozárabe al ocupar militarmente los cristianos del norte aquellos territorios en la segunda mitad del siglo XII.

Bilingüismo

Existen en Aragón dos zonas bilingües: una en su franja oriental, en la cual coinciden el castellano y el catalán, con su variante ribagorzana al norte y caracteres valencianos al sur; y otra en el norte, donde junto a la lengua oficial coexiste el aragonés.

No obstante, el bilingüismo no expresa fielmente la realidad de estas zonas, ya que son otros factores de la sociolingüística, y en especial la disglosia, el fenómeno característico; dándose, así, una jerarquización refleja de la sociedad según su respectiva habla, siendo la vernácula la rústica y correspondiente a un bajo nivel socioeconómico.

El bilingüismo, el indistinto uso de una u otra lengua para cualquier tipo de actividad humana, no se da, pues, plenamente en estos dos territorios aragoneses.

Bibliografía:

Alvar, M.: La frontera catalano-aragonesa; Zaragoza, 1976.
Corominas J.: Entre dos llenguatges; Barcelona, 1976-1977.
Id.: Estudis de Toponimia catalana; Barcelona, 1965-1970.
Griera, A.: La frontera catalano-aragonesa; Barcelona, 1914.
Menéndez Pidal, R.: «Sobre las vocales e× y o× breves en los nombres toponímicos», R.F.E., 1918, pp. 225-255.
Sanchís Guarner, M. «Factores históricos de los dialectos catalanes»; Estudios dedicados a Menéndez Pidal, vol. 4, pp. 151-186, Madrid, 1956.

CALASANZ Y EL PADRE DEL OBISPO DE PUEBLA JUAN DE PALAFOX

P. Francisco Cubells Salas, Escolapio.
Chiautempan, XXIII, 224, II, 1999
Progreso Nacional, México, D.F.

Figura destacada del Virreinato de Nueva España fue sin duda Juan de Palafox y Mendoza, el polémico obispo de Puebla de los Ángeles.

Nació en Fitero (Navarra, España), el 24 de junio de 1600, hijo natural de un amigo de Calasanz, el Marqués de Ariza, don Pedro Jaime de Palafox y Rebolledo y de una dama apellidada Casa Matey de Espes, que, según cuentan quiso ahogar al recién nacido en el río Alhama, pero fue salvado por los fieles Pedro y María.

El pequeño Juan fue educado en el colegio de San Gaudioso, de Tarazona, estudió en las Universidades de Huesca, Alcalá y Salamanca.

Ordenado sacerdote, fue tesorero y canónigo de la catedral de Tarazona (1626-1630). El Conde-Duque de Olivares le nombró fiscal del Consejo de Guerra (1626) y del de Indias (1629).

Viajó por Italia, Moravia, Bohemia, Suecia, Flandes y Francia, como limosnero y capellán de la hermana del rey de España, Felipe IV, María de Austria, después esposa de Femando de Hungría.

Consagrado Obispo de Puebla, llegó a México el 21 de abril de 1640, con la misión de proceder contra el virrey Duque de Escalona, al cual depuso y sustituyó como virrey interino, desde junio a noviembre de 1642; luego entregó el poder virreinal al Conde de Salvatierra. Demostró dotes de gran organizador.

Concluyó la catedral de Puebla. Erigió el Palacio Episcopal y el triple Seminario de San Pedro, San Juan y San Pablo. Fundó varias escuelas y la Biblioteca llamada Palafoxiana. También un colegio para doncellas pobres.

Se distinguió por su caridad con los indígenas. Tuvo que afrontar Palafox la hostilidad de franciscanos, dominicos y agustinos, que en virtud de sus privilegios se sustraían a la autoridad del obispo. Pero su mayor conflicto fue el que tuvo en 1647 con los jesuitas, el cual perduró varios años y alcanzó momentos de gran apasionamiento. Sometió la causa a la Santa Sede y se trasladó a Europa para defender sus derechos.

En 1635 fue transferido a la diócesis de Burgo de Osma (España), donde murió en olor de santidad el 10 de octubre de 1669. Su proceso de Beatificación fue presentado en 1694 e incoado en 1726 por el papa Benedicto XII, pero fue suspendido por Pío VI en 1777. Este proceso desempeñó un papel destacado en toda la campaña para la supresión de la Compañía de Jesús. Pero, una vez disuelta ésta, se extinguió el interés por el obispo Palafox. Hasta que en 1990, fue reanudado. El proceso de beatificación de los siglos XVII y XVIII está perfecto y sólo falta revisar la heroicidad de sus virtudes.

Palafox fue autor de numerosas obras, entre las que destacan:

Sitio y socorro de Fuenterravía y sucesos del año 1638 (Madrid, 1639), Varón de deseos (1642), Año espiritual (1656), Excelencias de San Pedro, Príncipe de los Apóstoles (1659), Testamento y protestación (Osma, 1659), Historia de la conquista de China por el Tártaro (París, 1670), El Pastor de Noche - Buena, Libro de virtudes del indio. Peregrinación de Philotea al Santo Templo de la Cruz (1659). Editó las cartas de Santa Teresa de Jesús (1658).

Después de su muerte se publicó su autobiografía, con el título Vida interior de Don Juan Palafox y Mendoza (1687). En los trece volúmenes en folio de sus obras, publicado en Madrid en 1767, aparece su Juicio político de los daños y reparos de cualquier monarquía, que viene a ser, entre otras cosas, un alegato contra el uniformismo del régimen español de su tiempo. De la fama de sus obras es índice el que el jesuita Juan Eusebio Nieremberg (1595-1688) recomendara, en carta a una dirigida suya, junto con La perfecta casada, de Fray Luís de León, “los documentos prudentes del Obispo de Puebla, escritor muy discreto”. Y añade: “Entre tanto reciba vuestra merced estos avisos sacados de tan buenas fuentes”.

El Arzobispo Palafox fue hijo natural de Jaime de Palafox y Rebolledo, Marqués de Ariza, reconocido y legitimado después de su casamiento en 1610 con su prima Ana de Blanes y Palafox. El título de Marqués había sido concedido en 1611 por el rey de España Felipe II, a don Francisco Palafox, a la muerte el cual lo heredó en 1613 su hermano Pedro Jaime, que fue el segundo marqués de aquel título.

Éste se relacionó con san José de Calasanz en Roma cuando el futuro marqués intervenía en las importaciones a Roma del trigo procedente de los reinos del monarca español Felipe II, particularmente de Sicilia, que abastecía tradicionalmente la Corona de Aragón. En 1590, el Papa Gregorio XIV escribía, en carta autógrafa, a Felipe II pidiéndole envío de trigo, pues la situación en Roma era asaz crítica por el hambre y la carestía, que ocasionaron, en febrero de 1541, que el pueblo romano asaltara los depósitos de grano.

Se ha atribuido a una confidencia del marqués de Ariza la alusión de Calasanz, en carta al párroco de su pueblo natal, al trigo procedente “de la tierra del Rey”.

Apenas elegido Papa Clemente VIII, nombró, según costumbre, camareros secretos. El título de camarero secreto, cargo hoy día sujeto a revisión, se otorga a ciertos dignatarios vinculados a la persona del Papa, ejerciendo esta función, de un modo regular, en la Corte Pontificia. En esta ocasión Clemente VIII nombró tres más estrechamente ligados al servicio del Pontífice. Fueron éstos Francisco de Dietrichstein, muy amigo de Calasanz e introductor de sus Escuelas Pías en Germania, Guido Bentiviglio, después también cardenal como el anterior, y Pedro Jaime Palafox.

Era éste muy estimado del Papa, que dos veces le comisionó para entregar la birreta roja a los cardenales españoles Bernardo de Rojas y Sandoval en 1599 y Antonio Zapata en 1604. Fue también Comendador de la Orden de Santiago. En un viaje a España, tuvo a su hijo Juan, el futuro obispo de Puebla. Al padre de éste, este segundo marqués de Ariza, identifican algunos como el “camarero secreto que obtuvo a Calasanz la canonjía de la diócesis de Urgell, pero que el Datario no quiso otorgársela.

Existió correspondencia epistolar entre Calasanz y este marqués, el cual le escribió por lo menos tres cartas desde España. Se conservan dos contestaciones de Calasanz, fechadas en Roma.

A la petición del de Ariza de una fundación de las “escuelas pías de Roma”, en tierras de su marquesado, muéstrale Calasanz, en carta de 26 de mayo de 1614, su intención de “corresponder con quanto afecto y brevedad”. Se muestra optimista el santo, pues los padres de la Congregación Luquesa de la Madre de Dios, con la cual por un tiempo Calasanz fusionó sus escuelas, había abierto un noviciado en Roma cerca de la Fontana de Trevi, y los sujetos que allí se forman “además de mostrar prueba en la mortificación y espíritu” algunos de ellos son españoles, con lo que es de esperar que pronto, se podrán sus escuelas “dilatar a otras partes” y dar satisfacción al “santo intento” del marqués.

Ya en esta carta aparecen dos conceptos entrañablemente calasancios. Es a saber: el “fervoroso deseo de ayudar a los pobres con ayuda tan útil y necesaria, como es la doctrina unida al santo temor de Dios y en edad tan tierna que el provecho es muy cierto”.

A 28 de febrero de 1615, nueve meses después de la anterior misiva, sigue Calasanz alentando las esperanzas del marqués. Se fundamenta en un aumento de vocaciones, pues los religiosos de la congregación resultante de la mencionada unión con los padres de Luca podrán ordenarse “título paupertatis”, es decir como pobres carentes de patrimonio. Hasta aquel entonces no lo había necesitado, pues todos ellos pertenecían a familias nobles y ricas de la República de Luca.

Las noticias que, acerca de su familia le daba en su carta el de Ariza, el 4 de enero de 1615, considera Calasanz,
“buena ocasión para agradecer al Señor, muy en particular por la salud y el contento en que Su Divina Majestad favorece a V.S. Ilma. y la Señora Marquesa y su bendita familia”.

Entre estos familiares se contaba su hijo Juan, el futuro obispo de Puebla, que tendría a la sazón catorce años.

Es de suponer que esos deseos de una fundación calasancia trasmitiera el marqués a su hijo Juan. Tal vez los tuviera presente cuando regentaba la diócesis de Puebla. En 1678, a sólo 25 años de haber dejado Palafox la diócesis poblana, una propuesta formal de fundación escolapia partía de México a Roma, suscrita por los señores Prelados, magistrados y Jueces del Virreinato. ¿Cómo conocieron la Escuela Pía a sólo 30 años de la muerte de su fundador?. La petición es de mayor mérito si se tiene en cuenta que, en 1644, el municipio de la capital mexicana recomendaba la suspensión de nuevas casas religiosas, pues la carga económica era excesivamente onerosa.

P. Francisco Cubells Salas, Escolapio.
Chiautempan, XXIII, 224, II, 1999
Progreso Nacional, México, D.F.

Los discípulos de Jesucristo en América Latina para una cultura nueva

APARECIDA
P. José Alberto Quirós
SEMANA TEOLÓGICA - 2007
INTITUTO TEOLÓGICO DE AMÉRICA CENTRAL

Consideraciones preliminares

El saludo, el agradecimiento y la satisfacción personal a los organizadores de la Semana Teológica, al Instituto Teológico de América Central - intercongregacional y a ustedes participantes de este conjunto de reflexiones de acercamiento en torno a la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe, en cuanto proceso eclesial, en cuanto encuentro episcopal en cuanto texto conclusivo, especialmente el encuentro episcopal y el texto de conclusión, situados en Aparecida entre el 13 y el 30 de mayo del año en curso, definida por la vinculación eclesial y el geográfico, la Conferencia de Aparecida.

El tema general de estos momentos de reflexión e interpretación de la V Conferencia de Aparecida, propuso “Balance y perspectivas del documento de Aparecida”.

El desarrollo de estas noches, con sus distintos momentos de reflexión e interpretación de la V Conferencia de Aparecida, han integrado, ampliado y destacado aspectos, criterios y conceptos relativos con el documento final de Aparecida. El momento de encuentro, de reflexión e interpretación del documento de Aparecida en esta noche se vincula, prolonga e integra conceptos y visiones, propuesta por los expositores y participantes anteriores del hecho Aparecida.

Esta noche busca, formula y hasta delimita el tinte y la dinámica teológica del documento, esto con relación a un factor de la misma: “El discípulo y el misionero de Jesucristo”.

La descripción, los momentos y las reflexiones siguieron un orden y énfasis, cuyo desarrollo es el siguiente:

La Misión en su panorama y realización en Aparecida; En ese momento hubo el esbozo teológico y el bosquejo del discipulado. Fue la interpretación de un pastor, un teólogo y un participante de Aparecida, Mons Vitorino Girardi.

La nueva perspectiva de Iglesia vislumbrada en Aparecida. En ese momento se formuló qué Iglesia y qué integración eclesial era propuesta para la acción y presencia la Iglesia Latinoamericano- Hubo en ella un bosquejo teológico y un fundamento eclesiológico. Fue la interpretación de un analista científico, de un presbítero, de un religioso y de un profesor del ITAL. Ese enfoque eclesiológico planteado requirió la propuesta del discipulado.

Los retos del cristianismo en una nueva sociedad: América Latina, cultura Cristiana y vida eclesial.

Ese momento de análisis estableció consideraciones teológicas en torno a Cultura y Evangelio, o bien inculturación del evangelio, hubo la formulación de aspectos del discípulo y el discipulado. El ponente, fue un biblista, un religioso, un presbítero y un participante de Aparecida

El último momento se ocupa de Aparecida en su panorama teológico del discipulado

El tema asignado y el énfasis teológico de interprotección del documento.

La presentación de la temática de la V Conferencia Episcopal, en esta noche, es “La teología del discipulado en Aparecida”. Busqué el replanteamiento, en otros títulos: Primero fue “discípulos del Señor en la vida y la acción eclesial de América Latina ante la llegada del Nuevo Milenio”. En segundo lugar fue: El discípulo de Jesucristo en América Latina en una nueva realidad con su teología y características. El tema, en su formulación y en sus análisis propone lo siguiente: porqué y para qué la Conferencia de Aparecida, y también porqué el documento formula una teología, en qué medida y en que sentido esa teología se orienta y se integra en el discipulado, pues su tema general fue: “Discípulos y misioneros de Jesucristo para que nuestros pueblos en El tengan vida.

“Yo soy el camino, la verdad y la vida” ( Jn 14,6).

Es la formulación de la propuesta teológica del discipulado como un criterio emergente del evangelio, de la fe, de la identidad cristiana y de la conducta cristiana en América Latina.

Por esa formulación se da el planteamiento de la búsqueda y de la definición de los discípulos de Jesús, el Señor en situaciones concretas de personas, núcleos humanos, pueblos y realidad eclesial latinoamericana (cfr Nº 11- Introducción).

Es posible indicar que el documento de Aparecida ofrece, desarrolla y fija una teología propia, con su dinamismo y características para vivir la fe y actuar cristianamente en el continente americano (Latinoamérica y el Caribe) en el presente?

En qué modo y en qué medida el evangelio ilumina, redimensiona e impulsa la acción eclesial y la situación específica del continente y lleva a parámetros teológicos pastorales?

Los encuentros y documentación episcopal latinoamericana contemporáneas, anterior, a partir de la segunda mitad del siglo XX, en forma particular la Conferencia de Medellín (1968) y la Conferencia de Puebla ( 1979) buscaron y formularon su propuesta teológica. La primera desde la teología de la liberación y la salvación en América Latina. La segunda desde la teología de la Comunión y la participación en A.L.

El criterio emergente teológico se convirtió en el ojo, en el prisma, en la mediación del evangelio, de la fe y de la conducta cristiana para América Latina, según lo vivido y reflexionado en esas conferencias.

El criterio teológico formulado por la presentación del documento final, de Puebla, elaboración de la presidencia de la Conferencia, expresó lo siguiente “La línea teológico- pastoral está conformada en el documento de trabajo por dos polos complementarios: La comunión y la participación (Co- participación).

La asamblea y el documento de Aparecida, siguiendo el camino y la herencia evangélica, de fe y eclesial de las otras conferencias, también quiere ofrecer, formular y delimitar una clave de lectura y un núcleo integrador teológico para el discernimiento, la reflexión y la acción eclesial en América Latina ante una nueva realidad. Esto surge como una hipótesis, como una cuestionante y es como un desiderable. Esa primera interrogante e hipótesis, surge de su tema: “Discípulos y misioneros de Jesucristo para que en Él tengan vida.” Allí parece posible el emerger de un criterio teológico pastoral. “El ser discípulos de Cristo, camino y vida, para conducir a otros a ser y actuar como discípulos del Señor en América.

La Ubicación y la explicitación de la teología del discipulado en la vida y acción de la Iglesia Contemporánea Latinoamericana.

La presentación y la descripción de la V Conferencia del Episcopado Latinoamericano exige y establece una ubicación y explicitación de momentos, eventos y hechos relevantes. Desde ellos se descubre la posibilidad y la realización de una nueva conferencia.

El origen y la organización del CELAM por el 50 aniversario de la I Conferencia General en Río de Janeiro y la fundación del CELAM (1955).

La fijación, la orientación y la integración de la vida y la actividad de la Iglesia, universal y latinoamericana ante el inició del siglo XXI y el Camino de la Iglesia en el Tercer Milenio (año 2000), concentrado en el Jubileo de la Encarnación.

La elección y el inició del ministerio de Benedicto XVI como obispo de Roma, en donde señala la búsqueda de Cristo como tarea de la Iglesia en una naciente etapa.

Esa búsqueda de Cristo en la Iglesia, apoyado en la teología Agustiniana, empleando el símil: La luna refleja la luz de Cristo (cfr Discurso Inaugural).

Esta llegada del nuevo obispo de Roma, de su ministerio apostólico y de la búsqueda de Cristo para un nuevo período eclesial y cultural, llevó al nuevo Papa al establecimiento de la posibilidad y la factibilidad de un nuevo encuentro episcopal como respuesta al novedoso período del continente.

El Papa Benedicto XVI dio aprobación a la conferencia y formuló su tema con su impronta, este último expuesto así: “Discípulos y misioneros para que nuestros pueblos en El tengan vida”. “Yo soy el camino, la verdad y la vida”. (Jn 14,6)

El sucederse de esos momentos, eventos y hechos de la Iglesia contemporánea marcaron la experiencia y vivencia de América Latina. Ella ha buscado a Cristo ella ha encontrado a Cristo, y ella ha comunicado a Cristo en los momentos vividos.

Desde América Latina se ha descubierto la Iglesia en su búsqueda, en su seguimiento y en su ofrecimiento de Cristo. Aquí conviene el recuerdo de la oración de Mons Pironio sobre Santa María de América, Nuestra Señora de la Esperanza, con su propuesta de dar a Cristo.

Esos momentos, eventos y hechos destacados condujeron a la formación de los discípulos para el encuentro de Cristo, camino, verdad y vida en nuestros pueblos.

La búsqueda, el encuentro, el seguimiento y la entrega de Cristo en la realidad y en la Iglesia de América Latina fueron destacados por el Papa Benedicto XVI, con sus palabras introductorias al documento de conclusión, formuladas así: “La Asamblea es el momento grato del encuentro del Papa con los pastores y con los pueblos para ayudarles a ser discípulos y misioneros de Jesucristo en el tengan vida en abundancia” (cfr Aprobación en documento)

En esa misma introducción al documento, los obispos participantes han destacado la reunión de Aparecida y su encuentro principalmente como parte de la acción pastoral en América Latina, se han convertido en la llamada a ser todos sus miembros discípulos y misioneros de Cristo, camino, verdad y vida para que nuestros pueblos tengan vida en el (cfr DA #1).

En esa misma introducción, los obispos participantes, plantean la experiencia fundante de la Iglesia en América Latina en sus exigencias, con la expresión siguiente: La Iglesia de América Latina está llamada a repensar profundamente y relanzar con fidelidad y audacia su misión en las nuevas circunstancias latinoamericanas y mundiales”. Luego agregan: Ello no depende tanto de grandes programas y estructuras, sino de hombres y mujeres nuevos que encarnen dicha tradición y novedad como discípulos de Jesucristo y misioneros de su reino, protagonistas de vida nueva para una América Latina que quiere reconocerse con la luz y la fuerza del Espíritu (cfr introducción Nº 11. En esta afirmación los obispos indican la búsqueda, la identidad y la capacidad de contribuir y construir la realidad y acción eclesial en América Latina.

La propuesta de la relación Jesús y el discípulo en la perspectiva bíblica en la tradición eclesial.

El enfoque y la perspectiva teológica, siguiendo Vaticano II exigen criterios fundamentales para el enfoque sólido, estos provienen:

a. Son parte de la revelación.
b. Son aceptados y conservados en al tradición de la Iglesia.
c. Buscan su formulación en la enseñanza conciliar o magisterial.

La propuesta del discipulado y el misionero de Jesús ha de fundamentarse en la tradición bíblica y eclesial, en el Magisterio.

El discípulo y su relación con Jesús se formulan en la perspectiva bíblica tanto en A. T. como en N. T.

A. T. el discípulo es parte de la experiencia judía: Es el círculo de allegados a un maestro. Esa relación lleva al conocimiento de algo, especialmente unas enseñanzas, una norma o unas elecciones.

N. T. El discípulo es parte la experiencia cristiana, señalan las relaciones propias del discípulo con la elección directa de Jesús.

- Es la llamada directa integra un pequeño circulo.
- Ellos reconocen y siguen a Jesús.
- No se ligan a algo sino a alguien.
- No son los siervos sino los amigos ( Jn
- Toman una dedición responsable.
- Marchan y toman el destino de Jesús.
- Se tienen condiciones propias y determinadas.
- Se pide lo último – exigente Jn 14, 20.
- Llegar a ser hermanos

El enfoque, el dinamismo y la particularidad del dinamismo bíblico esta apoyado en los evangelios sinópticos y en Juan allí se permite vislumbrar algunos rudimentos teológicos o interpretativos de la fe con relación al discípulo y el discipulado. La teología asume parte de reflexión de la fe, de la comunidad creyente.

Esa reflexión e interpretación de la fe bíblica se asume e interioriza en la vida y tradición de la Iglesia, ella se explicita en el magisterio eclesial universal, regional o local.

El magisterio eclesial contemporáneo ha fijado su atención en el discípulo y en el discipulado de Jesús, por las coordenadas del Vaticano II, con las constituciones decretos declaraciones. Allí fue importante la relación Cristo e Iglesia y la relación Cristo y Persona humana. Son dos dimensiones para señalar el designio y la obra de Dios: Del Padre, por el Hijo y el Espíritu - La Iglesia y la persona Humana.

Esto fue planteado y explicitado en las constituciones:
Lumen Gentium, Dei Verbum, Gaudium et spes.

Los decretos:
Apostólica Actuositatema y en Ad Gentes.

Ellos ponen de relieve:
Cristo en relación al Apóstol y al apostolado priva esa perspectiva del apóstol y del apostolado.

El sínodo de la Evangelización y la Exhortación Apostólica la evangelización en el mundo contemporáneo tiene la propuesta de la evangelización, como tarea indispensable y esencial de la acción eclesial. La evangelización es la vocación propia de la Iglesia (cfr E.N. # 14 y # 18)

Establecen la perspectiva siguiente:

* Vida y amor del padre: Buena Nueva del reino.
* Jesús mismo es Evangelio de Dios, es el enviado, es el Evangelizador.
* La Iglesia es Evangelizada y Evangelizadora.
* Los diversos miembros integrados en la vida de la Iglesia, ellos son enviados por la Iglesia, – son las formas diversas de realizar la evangelización.

Estos documentos de la enseñanza magisterial de la Iglesia orientaron la teología a la centralidad de Cristo, en ella se formuló una cristología con la prioridad del revelador y del evangelio del Padre, también ella destacó el énfasis en la Antropología Cristiana, desde ella la presencia, y acción de la persona en el mundo, con la manifestación y realización de Cristo, en la cristología sostiene la antropología cristiana: El primer hombre según Adán busca y alcanza plenitud en el segundo Adán Cristo.

Posteriormente, esta antropología se asumió en el magisterio pontificio del difunto Papa Juan Pablo II, entre 1978 y 2005, en donde se destacó la vinculación de Cristo con persona humana y con cultural cristiana.

Estos aspectos fueron expuestos en el inicio del ministerio apostólico del difunto papa, especialmente en el discurso de inauguración de su ministerio apostólico, también en el mensaje a la Conferencia General de Puebla con sus tres verdades: Cristo, la Iglesia y el hombre y su primera encíclica: “Redentor Hominis”.

Este enfoque magisterial entorno a la evangelización, especialmente con la visión de Nueva Evangelización cambió el concepto Apóstol y apostolado Agente de Pastoral provenientes del Vaticano II, con la acción eclesial asume la pedagogía de la evangelización, con la riqueza de sus valores, llegan a ser los propulsores de una acción eclesial en las manifestaciones culturales, en la búsqueda del compromiso a una auténtica adhesión en la fe. De ese modo Santo Domingo en su documento asume e interpreta a Puebla en la evangelización de la cultura.

El magisterio regional y local de América Latina en sus orientaciones teológicas y pastorales.

Esta presencia y énfasis del Magisterio teológico y pastoral regional se hacen perceptibles y visibles en las Asambleas Generales del episcopado realizadas en la segunda parte del siglo XX como han sido:

La Conferencia de Río de Janeiro, la de Medellín la de Puebla y la de Santo Domingo. En la parte final del siglo XX la vida, la actividad y los esfuerzos de la realidad eclesial del continente fueron impulsadas por esas congregaciones episcopales.

En ellas está presente la reflexión y el aporte teológico y pastoral, que guía a los creyentes en Cristo, como un sacramento de la vida comunidad eclesial.

El documento de conclusión de Aparecida ha puesto de relieve la continuidad de las otras conferencias precedentes según el espíritu imperante en las anteriores da un nuevo impulso a la Evangelización, para que los pueblos de América Latina sean pueblos que crecen y maduran en la fe para ser luz del mundo y testigos de Cristo con su propia vida ( cfr Introducción Nº 16 y DI 2).

En la conferencia de Río de Janeiro apareció la formulación de apóstol y apostolado, señalando la prioridad en los eclesiásticos, busco su proyección en los laicos.

En Medellín hubo la formulación de Apóstol y apostolado, en el dinamismo de la liberación y la salvación.

En la Conferencia de Puebla fue señalada la Evangelización con sus evangelizadores. El Evangelizador se une y actúa en unión a Cristo.

En Santo Domingo se propone: Agentes de Pastoral y Nueva Evangelización.

Aquí están las bases magisteriales del discípulo y el discipulado, propuesto, definido y esclarecido en la V Conferencia.

El discípulo y el discipulado parte de la acción y construcción eclesial de América Latina

Después del concilio Vaticano II y como el corolario de la Populorum Progressio del Papa Pablo VI, fue formulado y planteado lo propio y lo específico de la vida y la acción de América Latina y de su Iglesia, especialmente en el discurso preparatorio al Encuentro episcopal en Mar del Plata, como proceso de preparación a Medellín.

El discurso hizo una inulación para convocar la América Latina a asumir su vocación y a la realización de la misión de la Iglesia dentro de ella, para el logro de una síntesis nueva y genial, lo antiguo y lo moderno, lo espiritual y lo temporal, lo que otros nos entregaron y nuestra propia originalidad ( Introducción a Medellín). Esto formulado por Pablo IV y sumido por Medellín, es interpretado por Puebla en su capitulo 1 Nº 4, al señalar la Evangelización como la misión propia de la Iglesia, en la historia de América Latina, allí se descubre la vocación propia a una síntesis nueva, genial y original (cfr. Puebla Nº 4).

En su discurso inaugural a la Asamblea de Aparecida, el Papa Benedicto XVI propone la convocación de América Latina y del Caribe, también de su Iglesia para discernir y asumir su vocación y misión, como experiencia de fe que anima y fortalece la vida y la cultura de los pueblos, como reflexión sobre la situación del continente, y como ayuda a los fieles cristianos a vivir su fe con alegría, coherencia, y así tomar conciencia de ser discípulos y misioneros de Cristo, enviados por el mundo para anunciar y dar testimonio de nuestra fe y del amor.

Por esto se llega a que Cristo tiene una importancia única e insustituible para el continente y para la humanidad.

Puso a Dios por fundamento, descubrió la comunicación con Jesús y exigió la comunicación y el encuentro con el más pobre (cfr Deus Caritas Nº 15).

El Papa formuló criterios fundamentales del discipulado en relación a la Palabra de Dios, y llevar la Buena Nueva a los hermanos. Así el discipulado son dos caras de una misma medalla. El discípulo se enamora de Cristo, asume el anuncio de él al mundo para su salvación (Hech 4, 12).

Destaca el discurso lo siguiente. El discípulo sabe que sin Cristo no hay luz, no hay esperanza, no hay amor, no hay futuro.

El papa al hablar de los campos prioritarios en la acción de la Iglesia en la parte 5, propuso a los sacerdotes como primeros promotores del discipulado y la misión.

En la parte conclusiva, a modo de exhortación se apoya en la petición a Jesús de los discípulos de Emaús. “Quédate con nosotros”, (Luc 24 29). Al plantear su despedida y su regreso a Roma entregó el Triptico de arte cusqueño, centrado en la Ascensión, y señala que ese recuerdo acompañe e inspire de modo particular, con son imágenes, donde se evoca la relación de Jesucristo con sus discípulos y misioneros para la vida del mundo.

El Documento de Participación.

Este documento centra la atención y pone en el gran panorama del camino del encuentro con Jesucristo vivo, con sus diversos pasos, y así desplegar con la ayuda de Dios, toda la riqueza de ese encuentro con Jesucristo para formar los discípulos y misioneros suyos cuya finalidad es la configuración con él y construir la respuesta del discípulo. En la introducción el documento indica el temario de la V Conferencia, por el busca participación amplia en la etapa preparatoria de la Asamblea, como hora de gracia y de conducción pastoral, centrado en la vocación de los discípulos y misioneros de Cristo, llamados por Él al inicio del tercer milenio para que nuestros pueblos puedan saciar su fe de vida en Cristo.

Luego entre sus capítulos, el tercero hace la invitación a ir al encuentro de Jesucristo y a permanecer en Él como discípulos y misioneros suyos que viven en la comunión de la Iglesia, con la propuesta de la profundización bíblica y teológica de la condición de discípulos y misioneros, y luego tomar y seguir su camino y así convertirse en discípulos y misioneros Jesucristo, y estos lo entreguen para que otros lo sigan.

El capítulo III titulado discípulos y Misioneros de Jesucristo:

Pone como punto de partida. La identidad propia de América Latina.

Mediante la pregunta sobre la identidad, se plantea la interrogante de la plenitud de la vocación y la misión cristiana, en ese proceso se descubren las vacilaciones y los desafíos seculares del inicio del siglo XXI y desde esa misión eclesial surge la orientación pastoral de América Latina, ella va al encuentro con Cristo, como voluntad de responder vigorosamente a los desafíos de nuestro tiempo y para extraer la potencialidad de la fe para tener una vida feliz y más plena.

La formulación de aspectos y niveles de búsqueda del ser discípulos y misioneros de Cristo, comprendidos entre los 39-60, llevan a una perspectiva de iluminación por la fe y de realización de la espiritualidad Esta parte del documento está subdividida en los apartados: a- El encuentro con Cristo vivo, discípulos y misioneros suyos. b- Discípulos de Jesucristo. Esos apartados destacan el fundamento del discipulado y de la misión, considerado como el encuentro con Jesús, en tanto que encuentro vital y como introducción a las dimensiones profundas de la vida, esto permite lograr aquella persona, que lleve al encuentro con Cristo, es el sujeto que responde a grandes retos y desafíos. Es el llamado, marcado con estupor y asombro, es el llamado personal, hecho por Jesús el es quien elige y el llama. Es la invitación personal, y firme para la escucha y la obediencia, a Jesús es la respuesta de amor que llama al amor, ella conduce en la comunión de vida y en la misión con Cristo.

El documento de síntesis en una constante teológica del designio de Amor del Padre y la salvación del hombre, en ella fija la interpretación de los creyentes, como discípulos y misioneros de Cristo (Nº 54 cfr Nº 54).

Establece la iluminación de la realidad, haciéndola creyente desde la centralidad de Cristo y la Eclesiología el Vaticano II esto garantiza los objetivos primordiales de la V Conferencia: Vivir un discipulado misionero capaz de engendrar la vida en abundancia (Jn 10,10) para los pueblos de esas tierras (cfr Nº 83)

En la segunda parte, al formular la iluminación, parte de Jesucristo, (cfr en # 98), en la vida divina participada y en amor de comunión, traen la transformación en la unión con Cristo, y lleva a las notas distintivas del discípulo “ amigo y hermano” (cfr Nº 101), en esa perspectiva el discípulo se une a Jesús para promover el Reino de Dios, sentido último de la misión de Jesús, esto hace la condición de misioneros, y forman parte de la Iglesia, comunidad de los discípulos que recibe el encargo de proclamar la Palabra del Padre en la Iglesia se da la comunión con discípulos, establecen criterios cristológicos en relación al discípulo, como el ser siempre discípulo, también propone la relación de ser discípulos con el Espíritu Santo, ellos hacen discípulos misioneros: Establece la Espiritualidad misionera.

La variedad de documentos y aportes se vitaliza y se redimensiona por el discurso inaugural en donde de su significado el discipulado y misioneros de Jesús.

Esquema final del documento y su énfasis.

Aprobación del Esquema del documento final fue el lunes 20 de Julio, con el método ver, juzgar y actuar, el asumirá unos ejes temáticos: Discípulos, Misioneros y vida.

La temática General del Esquema del documento fue el siguiente:

1. El hoy de América Latina y el Caribe.
2. Alegría de ser discípulos y misioneros de Jesucristo.
3. Nuestra vocación de discípulos y misioneros: centraliza de visión del discipulado.
4. La Comunidad de los discípulos misioneros de Jesucristo.
5. El itinerario de los discípulos misioneros.
6. La misión de los discípulos misioneros.
7. Conversión Pastoral y diversas áreas de tarea pastoral.

En la Introducción al documento, los obispos participantes destacan la reunión de Aparecida y su encuentro episcopal del siglo XX, en forma particular la conferencia de Medellín (1968) y le conferencia de Puebla (1979) buscaron y formularon su propuesta teológica. La primera en América Latina. La segunda desde la teología de la Comunión y la participación en A.L.

El criterio emergente teológico se convirtió en el ojo, en el prisma en la meditación del evangelio, de fe y de conducta cristiana para América Latina, según lo vivido y reflexionado en las conferencias.

El criterio teológico en la presentación del documento final de puebla, propuesto por la presidencia de la Conferencia se expresó así “La línea teológica-pastoral esta conformada en el documento de trabajo por dos polos complementarios: La comunión y la participación (Co-participación).

La asamblea y el documento de Aparecida, siguiendo el camino y la herencia evangélica de fe y eclesial de las otras conferencias, ella también quiere ofrecer, formular y delimitar una clave de lectura y un núcleo integrador teológico para el discernimiento, la reflexión y la acción eclesial en América Latina ante una nueva realidad. Esto es una hipótesis, es un cuestionarte. Esta primera interrogante e hipótesis surge de su tema: ”discípulos y misioneros de Jesucristo para que en Él tengan vida¨. Allí parece probable el emerger de un criterio teológico pastoral “El ser discípulos de Cristo, camino y vida, para conducir a otros a ser y actuar como discípulos del Señor en América¨.

La ubicación y la explicitación de la teología del discipulado en la vida y acción de la Iglesia Contemporánea Latinoamericana.

La presentación y la descripción de la V Conferencia del episcopado Latinoamericano exige y establece una ubicación y explicitación de momentos, eventos y hechos relevantes. Desde ellos se descubre la posibilidad y la realización de una nueva conferencia.

El origen y la organización del CELAM por el 50 aniversario de la I Conferencia General en Río de Janeiro y la fundación del CELAM (1955).

La fijación, la orientación y la integración de la vida y la actividad de la Iglesia universal y latinoamericana ante el inició del siglo XIX y el camino de la Iglesia en el Tercer Milenio (año 2000), concentrado en el Jubileo de la Encarnación.

La elección y el inició del misterio de Benedicto XVI como obispo de Roma. Surge una nueva figura del obispo de Roma, en donde señala la búsqueda de Cristo como tarea de la Iglesia en una naciente etapa. Esa búsqueda de Cristo en la Iglesia con la teología Agustiniana, empleando el símil: La Luna refleja la luz de Cristo.

Esta llegada del nuevo obispo de Roma, de su ministerio apostólico, y esa búsqueda de Cristo para un nuevo período eclesial y cultural. Estableció la posibilidad y la factibilidad de un nuevo encuentro episcopal como respuesta al novedoso período. Aquí se dio la aprobación de Benedicto XVI y formulo su tema, con su impronta: “Discípulos y misioneros para que nuestros pueblos en El tengan vida”.

A lo largo de esos momentos, eventos (Jn 14,6) relevantes de la Iglesia Universal, ha estado la experiencias y vivencias de América Latina. Ella ha buscado a Cristo ella ha encontrado a Cristo y ella ha comunicado a Cristo. “Desde América Latina se descubre una Iglesia que busca, sigue y ofrece a Cristo: Conviene recordar la oración de Mons Pironeo sobre la Iglesia – América despierta” Esos momentos, eventos y hechos destacados condujeron a la formación de los discípulos para el encuentro de Cristo, camino, verdad y vida.

La búsqueda, el encentro, el seguimiento y la entrega de Cristo en la Iglesia de América Latina ha sido destacado por el Papa Benedicto XVI en las palabras introductorias del documento, cuando expresa: La asamblea es el momento grato del encuentro del Papa con los pastores y con los pueblos para ayudarles a ser discípulos y misioneros de Jesucristo en El tengan vida en abundancia.(Cfr Aprobación en documento)

domingo, noviembre 11, 2007

San José de Calasanz y Galileo Galilei

Joan Seguí, Escolapio.

Estamos celebrando el año jubilar del 450 del aniversario del nacimiento de san José de Calasanz y en el día de su festividad litúrgica querernos destacar uno de los aspectos más llamativos de su biografía.

Tal vez produzca extrañeza mentar la figura de Galileo junto a Calasanz; mencionar a Galileo es evocar al Santo Oficio e lnquisición, pero casi o muy poco conocida es le amistad y admiración de san José de Calasanz por Galileo, el gran físico y matemático. Calasanz admiró a Galileo por una razón: constituía el paradigma vivo y nexo de eficacia entre sus escuelas humanistas y el realismo pedagógico, que él necesitaba encarnar en un tipo de escuelas, dirigidas a la formación integral, pero desde siempre, en la tradición humanista general, olvidadas de una formación mas o menos profesional o de utilidad inmediata. Las matemáticas suponían para las Escuelas Pías una opción más, ésta de tipo programático que resolvía la colocación, la salida profesional de una parte del alumnado para ganarse honradamente la vida. Las incorpora e integra en esta escuela humanística y popular que crea san José de Calasanz en 1597

El 16 de abril de 1639 escribía Calasanz al rector de las Escuelas Pías de Florencia: ¨Y si acaso pide el señor Galileo que el P. Clemente se quede con él alguna noche, permítaselo y Dios quiera que él sepa sacar mucho fruto¨

Ya desde 1629 consta que frecuentaba el circulo de admirado res y discípulos de Galilea el escolapio Francisco Michelini, a través del cual entraron también en contacto otros escolapios florentinos, que llegaron a formar un prestigioso grupo de galileanos Todavía no había transcurrido un año de la segunda y solemne condenación eclesiástica de Galileo cuando llegaron a Florencia otros escolapios que aumentaron el discipulado de Galileo, entre ellos Clemente Settimi y Ángel Morelli. En años posteriores se añadieron otros a la corriente galileana escolapia, sea tratando personalmente con el maestro, sea indirectamente mediante sus discípulos escolapios.

La admiración y simpatía de Calasanz por Galileo, precisamente en aquellos años de retraimiento y de dolor del gran científico, junto con la amistad y trato con otras personas con condenas eclesiásticas, corno Tomás Campanella, muestran la apertura de espíritu, no exenta de cierto peligro, del santo, animando a sus religiosos para que sacaran todo el provecho posible de las enseñanzas de Galileo y Campanela para elevar el nivel científico de los escolapios.

La condescendencia y deseo de atender al servicio del gran Galileo, completamente ciego desde principio de 1633, movieron a Calasanz a atender los ruegos del embajador florentino Nicolini en Roma, a propuesta del gran que de Toscana, para que deja incluso pernoctar, al Padre Settimini en casa de Galileo para servirle de ayuda, no obstante las restricciones de las constitución de la orden.

Galileo apreció al padre Clemente Settimi como persona y quiso Junto a él en los momentos de más postración y enfermedad. Él acompañó a su maestro, le sirvió de lazarillo, de intérprete y secretario. A él dictó Galileo muchas de sus cartas, entre ellas la famosa sobre el cicloide que mandó a Cavalieri el 24 de febrero I640 y también añadidos y correcciones a ‘la última y mejor sus obras: Discursos y demostraciones matemáticas en torno a dos nuevas ciencias, relacionadas con la mecánica. Este es el momento plasmado por César Cantagalli en su célebre cuadro, que guarda desde 1870 la Academia de Bellas Artes de Siena, El joven escolapio escucha a su ciego y venerado maestro y copia sus últimos y sensacionales descubrimientos, Settimi no era un simple amanuense. Torricelli, en carta a Galileo de de junio de 1641, lo apellidad «persona a la vez de mucho garbo y ciencia extraordinaria».

Unidos en un mismo empeño, Calasanz con su generoso permiso y Settimi con su ayuda inmediata supieron alegrar los tres últimos años de Galileo.

Realmente, Calasanz era hombre avanzado, nada pusilánime, amigo de la ciencia y clarividente escudriñador de los tiempos que se avecinaban

Gallleo, Calassanç

Joan F. Mira
El temps que corre

Tal com recordava fa poques setmanes el P. Joan Seguí en un diari de València, enguany s’escauen els quatre segles i mig del naiximent de Josep de Calassanç, un sant ben nostre, massa poc conegut excepte pels qui vam tenir la sort, com jo mateix, de passar uns quants anys en un col.legi de l’Escola Pía. Al carrer de Carnissers de Valéncia, en un edifici sólid i clássic del barri de Velluters, prop de les torres de Quart, ens ensenyaven un himne que deia, si no em falla la memória:

Hace unas pocas semanas nos recordaba el P. Joan Seguí en un diario de Valencia que este año se cumplen los cuatro siglos y medio del nacimiento de José de Calasanz; un santo muy nuestro pero muy poco conocido excepto para los que tuvieron la suerte, como yo, de pasar bastantes años en un colegio de la Escuela Pía. En la calle de Carnissers de Valencia, en un edificio sólido y clásico del barrio de Velluters, cerca de las torres de Quart, nos enseñaban un himno que decía, si no me falla la memoria:

¨Al santo de los niños,
al padre de la infancia,
al que naciendo grande
para crecer se humilla¨

VELLUTER:
Tejedor de seda, lana, lana de angora.

Sempre am va intrigar el sentit del vers: un home que naix gran, i que per créixer s’humllla: encara em fa pensar de tant en tant, com a antídot a tanta grandária buida.

Siempre me ha intrigado el significado del verso que afirma de alguien que nace grande y para crecer se humilla. De vez en cuando aún me resuena como antídoto ante tanta aparente grandeza.


El meu sant havia nascut el 1557 a Peralta de la Sal, comarca de la Litera, i si a les biografies era formalment aragonés, a la vida real va ser catalá i ben catalá: estudis a Lleida i a València, serveis eclesiàstic al bisbat lleidatá, abans d’anar-se a Roma, a fer, entre més coses, de preceptor de la familia Colonna, la mes noble i antiga de la ciutat.

Mi santo nace en 1557 en Peralta de la Sal, Comarca de la Litera, y si en las biografías es oficialmente aragonés, en la vida real es catalán, ¡y muy catalán!. Estudios en Lérida y Valencia. Servicios eclesiásticos en el obispado leridano antes de viajar a Roma para hacer, entre otras cosas, de preceptor de la familia Colonna, la más noble y antigua de la ciudad.


I llavors, a quaranta anys, va observar una cosa: que l’ensenyament dels fills dels pobres, dels menestrals, del que ara en diríem classes populars era del tot inexistent; que l’església, en tot cas (els jesuïtes, per exemple al Collegio Romano, en bona part finançat per Francesc de Borja), s’ocupava de les escoles per als rics i els nobles, peró de fer escoles populars, poc o no gens. I una altra cosa més, que les humanitats, les lletres, les cíencies, la pedagogía, eren un bé que calía estendre al máxim.

Ya en Roma, a los cuarenta años, observa una cosa: La enseñanza de los hijos del pobre, de los artesanos y obreros, de las ahora llamadas clases populares es inexistente; que la Iglesia se ocupa (por ejemplo, los jesuitas en el Colegio Romano, financiado en gran medida por Francisco Borja) de las escuelas para los ricos y la nobleza; pero de hacer escuelas populares, poco a nada. Una cosa más. Las humanidades, las letras, las ciencias, la pedagogía piensa son un bien que se debe extender al máximo.


I ara venim a Galileo Galilei, que aquells mateixos anys patia els rigors del Sant Ofici precisament per causa de la ciencia. És ben poc coneguda l’amistat i l’admiració que Josep de Calassanç sentía per Galileo, I si l’admirava i l’intentava ajudar era par una reó: perqué ¨constituïa el paradigma viu i el nexe d’eficácia entre les seues escoles humanistes i el realisme pedagógic¨.

Pasemos ya a Galileo que por este tiempo está padeciendo los rigores del Santo Oficio precisamente a causa de la ciencia. Es poco conocida la amistad y admiración que José de Calasanz siente por Galileo. Si lo admiraba e intentaba ayudar era por una razón: ¨era el paradigma vivo y el nexo de eficacia entre sus escuelas humanistas y el realismo educativo¨ (P. Joan Seguí )


Per primera vegada en la história d’Europa, algú es proposa estendre un model d’escola que no es limite a l’educació humanística general, sinó que integre una formació útil i aprofitable, i les matemátiques significaven una part important del programa, que havía de tenir una aplicació professional per als alumnes.

Por primera vez en la historia de Europa alguien se propone crear y extender un modelo de escuela que no se limita a la educación humanista general, sino que integra una formación útil y utilizable. Las matemáticas son una parte importante del programa que debía tener una aplicación profesional para los alumnos.


Galileo explica el món amb el telescopi, i’experimentació i les matemátiques, i a Calassanç aixó no l’escandalitza, sinó que anima els seus religiosos, de l’orde acabat de fundar, que ajuden i acompanyen el savi perseguit.

Galileo explica el mundo con el telescopio, la experimentación y las matemáticas. A Calasanz esto no solo no le escandaliza sino que anima a sus religiosos de la Orden recientemente fundada que ayuden y acompañen al sabio perseguido.


Ja l’any 1629 l’escolapi Francesco Michelini freqüentava el cercle de deixebles de Galileo, un cercle que, fins i tot després de les condemnes formals i solemnes, arribá a incloure uns altres escolapis, especialment a Floréncia, fins al punt que el P. Seguí parla d’un “corrent galileá escolapi¨, format per seguidors directes del científic perseguit, cosa que té un mérit considerable.

Ya en el año de 1629 el escolapio Francesco Michelini frecuentaba el círculo de discípulos de Galileo; un circulo que aun después de las condenas formales y solemnes llegó a incluir a otros escolapios, sobre todo de Florencia, hasta el punto que el P. Seguí habla de una ¨corriente galileana escolapia¨ formada por seguidores del científico perseguido. Caso que no deja de tener un mérito considerable.


I un jove escolapi, Clemente Settimi, animat per Josep de Calassanç, va ser l’acompanyant, guía i secretari de Galileo quan ja el savi era cec, malalt i quasi abandonat. El P. Settimi escrivía cartes i papers cientifics al dictat del savi, prenía nota dels seus descobrlments i pensaments, i era el mateix, com escriu Torricelli, una persona ¨de ciéncía extraordinária”.

Un joven escolapio, Clemente Settimi, animado por José de Calasanz fue acompañante, guía y secretario de Galileo cuando el sabio ya estaba ciego, enfermo y casi abandonado. El P. Settimi escribe cartas y documentos científicos al dictado del sabio, toma nota de sus descubrimientos y pensamientos, y era él mismo, como escribe Torricelli, una persona de ciencia extraordinaria.


L’escolapi envíat per Calassanç és l’eclesiéstic que figura en un quadre célebre que es conserva a l´Académia de Belles Arts de Siena, on apareix escoltant el mestre cec i vell, i anotant les seues paraules.

Este escolapio enviado por Calasanz es el eclesiástico que figura en un célebre cuadro que se conserva en la Academia de las Bellas Artes de Siena (Italia) donde aparece escuchando al maestro ciego y viejo y anotando sus palabras.


No sé si tot aixó té poca lmportáncia o molta: a mi m’ha confortat llegirho, justament com una mostra de la generositat intel.lectual i personal d’aquell sant de llengua catalana, educador dels pobres, robust, humil, modest, intel.ligent, grácies al qual jo vaig passar anys molt profitosos en un col.legi del barri de Velluters de Valéncía, fundat a mijan segle XVIII segurament pensant en els fills dels teixidors.

No se si todo esto tiene mucha o poca importancia. A mi me ha reconfortado leerlo justamente por ser una muestra de la generosidad intelectual y personal de aquel santo de lengua catalana, educador de los pobres, fuerte, humilde, modesto, inteligente; gracias al cual yo pasé muchos años muy provechosos en un colegio del barrio de Velluters, en Valencia, fundado a mediados del siglo XVIII seguramente pensando en los hijos de los tejedores.


La llástima és que ni allí, ni amb l’esperlt de Galileu, no vaig ser mai capaç d’aprendre matemátiques ni d’entendre els secrets de la física Peró d’alxó no en tenía culpa Josep de Calassanç.

Lástima que allí, ni con el espíritu de Galileo, lograra ser capaz de aprender matemáticas ni entender los secretos de la física. Pero de esto no tiene culpa José de Calasanz


Barrio de Velluters, Valencia.
Barrio donde se encuentra al Colegio Calasanz de S. Joaquín

Video 1

Video 2

Lenguas (habladas en Aragón, España)

Enciclopedia General de Aragón

Las lenguas prerromanas, entre ellas posiblemente

• el vasco,
que, según una distribución mal conocida se hablaron en Aragón, fueron barridas por el

• latín vulgar,
el cual dio origen a diversas lenguas románicas, primeramente al

• mozárabe,
desaparecido en la Edad Media (época en la que, evidentemente, también se hablaron, aun¬que con grandes limitaciones geográficas y sociales, otras lenguas que nada tienen que ver con el latín:

• el árabe y el hebreo), y más tarde -y según las zonas donde evolucionó- a

• las tres lenguas que actualmente coexisten en Aragón.

Una de origen foráneo,

• el castellano
que, proveniente de Castilla, se ha ido imponiendo progresivamente desde finales del s. XV y co-mienzos del XVI, tanto en el territorio, de suroeste a noreste, como en la sociedad, de arriba abajo.

Y dos de origen autóctono: el

• -¿-,
arrinconado ahora en el norte y fragmentado en numerosas hablas y variedades locales, pero con un proyecto de unificado o común en marcha, y

• el catalán,
propio de una estrecha franja oriental, que conjugando arcaísmos, localismos y rasgos peculia¬res con notables influencias tradicionales del aragonés y modernas del castellano, se presen-ta actualmente algo distanciado del catalán standard usado en Cataluña.

Sin embargo, la única lengua reconocida oficialmente es el castellano, lo que quiere decir que Aragón se considera un país monolingüe de lengua castellana. Es muy evidente la discriminación del catalán de Aragón, en especial al tener un agraviante término comparativo en el catalán de Cataluña, con gran apoyo institucional. Pero más flagrante es la del aragonés, la única lengua propia con exclusividad de Aragón que, despreciada o ignorada hasta hace poco, presenta, sin embargo, rasgos alarmantes de descomposición y abandono. Habría que considerar también el estudio y cultivo de las lenguas clásicas, las llamadas modernas y algunas de comunicación universal como el esperanto.

ante el proyecto de Reforma Constitucional - Venezuela

COMUNICADO A LA OPINIÓN PÚBLICA
El Consejo Nacional de Laicos*
Caracas 30 de Octubre de 2007
* No necesariamente escolapios


El Consejo Nacional de Laicos de Venezuela, movido por la reciente Exhortación Pastoral de la Conferencia Episcopal Venezolana “Estamos llamados a vivir en Libertad” se dirige a todos los venezolanos para expresar nuestra solidaridad con lo expuesto en dicha Exhortación, brindarles total apoyo a los legítimos Pastores de la Iglesia y para fijar posición sobre el proyecto de Reforma Constitucional. Por ello asumimos la responsabilidad de decir nuestra palabra como venezolanos y como católicos, guiados por los principios de la Doctrina Social de la Iglesia y por los valores de verdad, libertad y justicia.

La reforma constitucional que se nos propone no es una modificación parcial de nuestra carta fundamental, sino un cambio radical en ella. Lo que se nos pide aprobar son nuevas bases para la vida social, la mayor parte de las cuales contradicen los derechos humanos fundamentales de la convivencia social. Aceptar los contenidos y el procedimiento escogido en este Proyecto sería legitimarlos como si no violaran los principios y estructuras fundamentales de la vigente Constitución. No se puede ignorar además que “Todos los hombres deben estar inmunes de coacción, tanto por parte de personas particulares como de grupos sociales y de cualquier potestad humana... de tal manera que ni se obligue a nadie a obrar contra su conciencia ni se le impida que actúe conforme a ella...” (1).

El procedimiento mediante el cual se ha tramitado la reforma, además de su carácter inconstitucional, es un obstáculo para que ella cumpla con los fines de solidaridad democrática que le son propios. Al efecto, cabe destacar entre otros, los siguientes aspectos: La elaboración del proyecto en un cenáculo cerrado; su trámite apresurado por parte de la Asamblea Nacional así como, el intento de esta de modificar otras disposiciones constitucionales, violando los procedimientos establecidos en la constitución vigente; la manipulación de los recursos financieros y comunicacionales del Estado para conducir a la población a un falso dilema plebiscitario. Estos elementos objetivos resultan, por decir lo menos, difícilmente conciliables con la naturaleza nacional e incluyente que como pacto de convivencia la Constitución debe tener.

Aunque reconocemos algunos elementos positivos en el Proyecto, la forma global propuesta para su aprobación impediría que estos puedan ser considerados. Con la reforma que se nos propone se decidiría el marco dentro del cual se desarrollaría la vida de los venezolanos en el futuro. Decidiríamos sobre la vida de nuestros hijos: las posibilidades del desarrollo de su personalidad, su libertad, sus derechos, su trabajo, sus oportunidades. Es más que evidente que ello solo podría decidirse en el seno de una Asamblea Nacional Constituyente, sin perjuicio, desde luego, de los derechos inherentes a la dignidad de la persona humana.

A lo largo del articulado de la reforma propuesta se advierte un signo colectivista que contradice los valores que inspiran los procedimientos democráticos y pluralistas señalados por la Doctrina Social de la Iglesia: “... la dignidad de toda persona humana, el respeto de los derechos del hombre, la asunción del “bien común” como fin y criterio regulador de la vida política” (2).

La primacía del bien común es un principio distinto en su raíz a la subordinación de la persona al colectivo. Por bien común se entiende “el conjunto de condiciones de la vida social que hacen posible a las asociaciones y a cada uno de sus miembros el logro más pleno y más fácil de su propia perfección” (3). La vida social es una vía de realización de la persona y no una forma de sumisión de ésta.

La reforma, redefiniendo la sociedad, nos propone: la sustitución de la “defensa y desarrollo de la persona” por la comuna como “célula geo-humana”; el “Poder Popular”, con los “consejos comunales”, lo que evidencia una peligrosa confusión entre sociedad política y sociedad civil, desconociendo la autonomía de éstas que es la clave de su diálogo fecundo; el cambio de un “Estado Democrático y Social de Derecho y de Justicia” por un “Estado Socialista”.

Las Disposiciones Fundamentales de la Constitución definen al Estado venezolano como “Democrático y Social de Derecho y de Justicia” (Art.2). El proyecto de reforma nos presenta, como un perfeccionamiento del Estado Democrático, el “Estado Socialista Venezolano”, explicitado, en cambio, según la línea del castro-comunismo.

El proceso de descentralización, un avance democrático, sustentado en el principio de subsidiaridad, es vaciado de contenido al crearse instancias directamente dependientes del poder nacional, con atribuciones y recursos, pero sin control democrático por parte de la ciudadanía. “Con el principio de subsidiaridad contrastan las formas de centralización, de burocratización, de asistencialismo, de presencia injustificada y excesiva del Estado y del aparato público”. (4) Como bien señala Benedicto XVI: “Lo que hace falta no es un Estado que regule y domine todo, sino que generosamente reconozca y apoye, de acuerdo al principio de subsidiaridad, las iniciativas que surgen de las diversas fuerzas sociales y que unen la espontaneidad con la cercanía a los hombres necesitados de auxilio”. (5)

La propiedad, cuya función social está en la conciencia de la humanidad desde hace tiempo y que no es un fin sino un medio, se diluye en una aparente variedad de “formas” donde predomina exageradamente el poder económico del Estado, distorsionando las relaciones de éste con la sociedad civil, lo que genera situaciones estructurales de injusticia. Además, a la propiedad privada se la pone bajo sospecha de ilegitimidad y se la asocia en el discurso con el egoísmo, cuando en realidad es “absolutamente necesaria para la autonomía personal y familiar” y una “ampliación de la libertad humana” (6) y se olvida que la libertad económica y la iniciativa privada (Art.112) son un derecho inalienable que hay que promover y tutelar. “La experiencia nos muestra que la negación de tal derecho o su limitación en nombre de una pretendida “igualdad” de todos en la sociedad reduce o, sin más, destruye de hecho el espíritu de iniciativa, es decir la subjetividad creativa del ciudadano”. (7)

Al apreciar la Democracia no sólo como un respeto formal a las reglas, sino una aceptación convencida de los valores que la inspiran, Juan Pablo II indicaba: “Por esto mismo no puede favorecer la formación de grupos dirigentes restringidos que, por intereses particulares o por motivos ideológicos, usurpan el poder del Estado.” (8)

En la reforma constitucional propuesta se plantea un Estado desproporcionadamente poderoso con relación a la sociedad de la que es servidor. El predominio creciente del Poder Ejecutivo Nacional va en perjuicio de la distribución de los demás poderes y de las posibilidades reales de ejercer un control democrático por parte de los ciudadanos. Y en la cúspide del gobierno, el Presidente de la República, reelegible indefinidamente y con exagerados poderes de disposición de todos los recursos del Estado. Ello contrasta con la enseñanza sana y sabia de Juan Pablo II: “Es preferible que un poder esté equilibrado por otros poderes y otras esferas de competencia, que lo mantengan en su justo límite. Es éste el principio del “Estado de derecho”, en el cual es soberana la ley y no la voluntad arbitraria de los hombres”. (9)

Los católicos no podemos desatender el reclamo que hacen a nuestra conciencia los graves sufrimientos a causa de la injusticia de numerosos seres humanos. Nuestro deber es contribuir no a su acentuación o agravamiento, sino a reemplazarla con la justicia, más aún, “una justicia abierta al horizonte de la solidaridad y el amor”. (10) No es verdad que haya un camino único y obligatorio, y menos si éste es uno comprobadamente ineficaz, y radicalmente injusto e inhumano. Al efecto, es oportuno recordar las palabras de un noble y valiente pastor de nuestro pueblo, Monseñor Rafael Arias Blanco, en su histórica carta de hace ya 50 años: “Entre el socialismo materialista y estatólatra, que considera al individuo como una mera pieza en la gran maquinaria del Estado, y el materializado capitalismo liberal, que no ve en el obrero sino un instrumento de producción, una máquina valiosa, productora de nuevas máquinas en su prole, está la doctrina eterna del Evangelio, que considera a cada uno de nosotros, sin distinción de clases ni de razas, como persona humana, como hijos de Dios, como base y fuente de los derechos humanos.” (11)

Por todo lo expuesto, concluimos que la actual propuesta no es aceptable por contradecir Derechos Humanos ineludibles. Invitamos a los católicos y a todas las personas de buena voluntad a orar, a reflexionar sobre el actual proyecto y a tomar posición, a la luz de los principios fundamentales para toda persona y para la sociedad. Sin menoscabo del deber insoslayable que tenemos de ser promotores de justicia, de reconciliación y de paz.

La Iglesia aprecia el sistema de la democracia en la medida en que asegura la participación de los ciudadanos en las opciones políticas12. Es fundamental, por lo tanto, que se creen las condiciones para que la población pueda participar y decidir:

* No por prejuicios, sino en nombre de principios.
* No por defender intereses, sino para defender valores.
* No a favor o en contra de un gobierno, sino por un país.

¡s nuestro derecho como venezolanos!
¡Es nuestro deber con Venezuela!



  1. Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, 155.

  2. Ibid, 407

  3. Gaudium et Spes, 26.

  4. Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, 187.

  5. Benedicto XVI: Deus Caritas est, 28.

  6. Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, 176.

  7. Juan Pablo II: Sollicitudo Rei Socialis, 15.

  8. Juan Pablo II: Centesimus annus, 46.

  9. Juan Pablo II: Centesimus agnus, 44

  10. Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, 203.

  11. Mons. Rafael Arias Blanco: Carta Pastoral del Arzobispo de Caracas. 1 de mayo de 1957.

  12. Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia N. 406.