ARTÍCULOS

Mi foto
Nombre: Alforja Calasanz
Ubicación: Valencia, Malvarrosa, Spain

domingo, julio 29, 2007

WASLALA

ENTRVISTA: GIOCONDA BELLI Y SUS PRESAGIOS
Entre la nada y la utopía

Rompió con el sandinismo. Sigue reivindicando la posibilidad de imaginar mundos diferentes y escribe libros en los que alerta sobre futuros apocalipsis.
Es la escritora nicaragüense Gioconda Belli
Extraído del semanario Brecha – Montevideo
Yazmín Ross

Autora de varias novelas y libros de poesía y literatura infantil, Gioconda Belli se ha dejado atrapar por sus presagios. Desde 1970, cuando empezó a escribir sus primeros poemas, el compromiso político y el ser femenino se impusieron como temas. Un cuarto de siglo después, Gioconda Belli se encuentra entre las escritoras latinoamericanas más leídas en América y Europa.

Con un millón de ejemplares vendidos en Alemania, 400 mil en España y varias ediciones en Latinoamérica, Waslala es una novela futurista que pinta una América reducida a basurero de la tecnología, del narcotráfico y de los desechos del Primer Mundo, que vive de vender árboles en pie.

En los años setenta Gioconda Belli usaba metáforas como "tus piernas firmes como convicciones guerrilleras", "el hombre que me ame reconocerá mi rostro en la trinchera/ rodilla en tierra me amará/ mientras disparamos juntos contra el enemigo". La escritora mantuvo una relación política y afectiva con el Frente Sandinista de Liberación Nacional (fue mujer de Henry Ruiz, uno de los nueve comandantes de la dirección nacional y exministro de Planificación), además de ocupar cargos de gobierno y de partido. Una relación que dio por terminada con una carta que hizo pública su renuncia...

¿Considera que lo escrito entonces sigue correspondiéndose con usted?

Claro, sí. Lo que pasa es que hay una evolución. Siento que tengo una causa y mi causa es Nicaragua. No voy a estar escribiendo los poemas que escribí antes de la revolución cuando estábamos en la lucha contra la dictadura o después. Hay una poesía más coyuntural que tiene que ver con los momentos políticos. Pero mi compromiso sigue firme en ese sentido.

¿Puede un escritor hacer política cuando escribe?

El reto más grande a nivel de la creación es encontrar cómo en este momento de la historia y del refugio del pensamiento progresista en que hay una ofensiva de la derecha muy grande, se puede insertar el escritor con su trabajo creativo y mantener viva la esperanza, incluso convertirse en un creador de posibilidades.

¿Cuáles fueron las razones de su alejamiento del FSLN?

Fue en el 94. Se venían acumulando razones. A consecuencia de la derrota electoral de 1990, se afianzaron los espacios de poder económicos para poder funcionar como partido. Eso provocó irregularidades que afectaron la imagen del Frente y su funcionamiento como partido revolucionario. Por la guerra, el FSLN se había convertido en un partido bastante autoritario, ponía énfasis en el centralismo más que en la democracia.

¿Cuál era el planteo que hacían los intelectuales del FSLN?

Veíamos la necesidad de que se democratizaran las estructuras, de que se produjera un recambio de liderazgo porque considerábamos que el de la época estaba agotado y que se asumieran responsabilidades, como una autocrítica seria del partido. Nada de eso se dio. Muchos se reunieron en torno a Daniel Ortega (expresidente y candidato derrotado), a lavarle las heridas como para hacerle sentir que él era el gran líder a pesar de que se habían perdido las elecciones. Se decía que el fracaso no había sido por él, ni por el Frente, sino por la guerra, o sea, una actitud de no aceptar ciertas realidades.

En Waslala hay una mezcla de escepticismo y utopía. Llevar a la ficción una situación extrema: Latinoamérica como un basurero de la tecnología del Primer Mundo.

Pienso que la formulación de una utopía es posible "a pesar de". Waslala está basada en un estudio de varios años sobre las tendencias fundamentales del desarrollo, sobre el papel del Sur, sobre la necesidad para las potencias del Norte de mantener el ambiente en estas regiones para poder usarnos de pulmón. Lo que yo planteo y que se ve como un escenario tan apocalíptico, difícil y duro, no me salió solamente de la cabeza. Por supuesto que hay cosas que exagero.

(Durante la entrevista, que se realizó en la antigua fábrica nacional de licores de Costa Rica, cerca de uno de los viejos alambiques que ahora forman parte del mobiliario y la decoración del Ministerio de Cultura, Belli habla de mundialización, pugnas étnicas, desechos, narcotráfico, pérdida de soberanía, entronización de las fuerzas del mercado, corporativización de las universidades. El intento de incursionar en la ciencia ficción parece derivar de una lectura informada y preocupada por el entorno, que construye una situación extrema para después apelar a la imaginación como salvadora de la sociedad.)

En ciertas regiones lo que queda es el recurso de refugiarse en el tribalismo como única salvación de la identidad. Eso también tiene que ver con esos reagrupamientos beligerantes que se dan en Ruanda, en la antigua Yugoslavia. Son una reacción contra la mundialización, contra la amenaza que se percibe a la raíz de la identidad propia. Ni el capitalismo, ni ese tribalismo, ni la vuelta a valores conservadores -como propone la derecha-, ninguna de esas cosas conduce a la democracia y a la felicidad. Eso es lo que quiero plantear en Waslala. ¿De dónde va a venir la esperanza? Debe venir de la imaginación. Mientras no se pierda la fe en la capacidad de imaginar mundos diferentes, va a poder existir el mundo de la utopía.

¿Por qué Waslala? ¿Qué representa para Nicaragua?

Es una representación emotiva mía. Después del triunfo de la revolución, mi primer viaje al interior del país fue hacia esa zona. En tiempos de la lucha contra Somoza, Waslala era un cuartel muy fortificado de la guardia nacional, el territorio mítico de la guerrilla, la puerta a la montaña, donde estaba la esperanza, digamos.

Hablaba de rescatar la imaginación. ¿Se refiere a una imaginación puesta al servicio de la literatura?

Soy una admiradora de Gramsci. Hay que recuperar una cosa que él decía: la fuerza de la idea. Hemos abjurado de ese principio de la fuerza de la idea como motor de la historia. Ahora estamos en la fuerza de la materia y de las producciones materiales, de la sociedad industrial. Las ideas son fortísimas. Cualquier idea difundida por los medios de comunicación que hay en este momento tiene un enorme poder. Quizás no para formar un movimiento o un partido, ya no podemos pensar en esos términos. Como escritor se puede jugar un papel muy revolucionario, no podemos solamente hacernos eco de la desesperanza, ni tampoco vendernos, en el sentido de convertirnos en entretenedores, en ser parte del entertainment.

De las mujeres que hacen literatura en Latinoamérica, ¿con cuál línea se siente afín? Isabel Allende representa el éxito editorial, ¿a nivel creativo se identifica con ella?.

Me preguntan si escribo sobre el asunto de las mujeres. Mi literatura no es femenina, es una literatura donde la mujer es protagonista. Nadie diría que Hemingway escribe una literatura masculina. Mi literatura es la visión del mundo desde la perspectiva de la mujer. La discusión sobre los asuntos de género no nos compete a los escritores de literatura, para eso están los ensayos y todo eso. Lo que hacemos es cambiar el papel de la mujer. Es la mujer actuando.

Es significativo que se ataque el éxito de Isabel Allende. García Márquez, Carlos Fuentes, Vargas Llosa, son todos best-sellers y nadie considera que por serlo no sean buenos escritores. Las mujeres que tienen éxito, curiosamente, son puestas en tela de juicio, toda su obra. Se ha dicho que es literatura light. Hay unas mejores que otras. Hay cierta literatura que se monta sobre un fenómeno exitoso como el realismo mágico. A Isabel Allende la respeto mucho. Ciertas cosas de ella me gustan más, otras menos. Con García Márquez me pasa igual. Es un nivel diferente de narración. Incorpora una visión social desde una óptica distinta. Tal vez menos heroica, tal vez más desde la casa, desde el jardín, desde la intimidad. Eso lleva a que el hombre trivialice esa literatura.

En ciertas escritoras, los personajes masculinos están supeditados a conflictos o necesidades femeninas desprovistas de su complejidad.

Sí, no lo dudo. Todavía podemos hablar de las escritoras como exploradoras y que -al contrario del hombre, que ve la sociedad con ciertos valores inamovibles- todavía se están replanteando cuáles son los parámetros. Allí, en ese tanteo, a veces el hombre se convierte en un monstruo. A mí no me gusta hacer eso. Tan afectado ha sido el hombre como la mujer por toda esta concepción patriarcal. Claro, el hombre pareciera ostentar el poder. Pero también ha perdido parte de su humanidad, se ha tenido que desintegrar.


jueves, julio 26, 2007

APOCALIPSIS EN SOLENTINAME

Julio Cortazar
abril de 1976

Los ticos son siempre así, más bien calladitos pero llenos de sorpresas, uno baja en San José de Costa Rica y ahí están esperándote Carmen Naranjo y Samuel Rovinski y Sergio Ramírez (que es de Nicaragua y no tico pero qué diferencia en el fondo si es lo mismo, qué diferencia en que yo sea argentino aunque por gentileza debería decir tino, y los otros nicas o ticos). Hacía uno de esos calores y para peor todo empezaba enseguida, conferencia de prensa con lo de siempre, ¿por qué no vivís en tu patria, qué pasó que Blow-Up era tan distinto de tu cuento, te parece que el escritor tiene que estar comprometido? A esta altura de las cosas ya sé que la última entrevista me la harán en las puertas del infierno y seguro que serán las mismas preguntas, y si por caso es chez San Pedro la cosa no va a cambiar, ¿a usted no le parece que allá abajo escribía demasiado hermético para el pueblo?.

Después el hotel Europa y esa ducha que corona los viajes con un largo monólogo de jabón y de silencio. Solamente que a las siete cuando ya era hora de caminar por San José y ver si era sencillo y parejito como me habían dicho, una mano se me prendió del saco y detrás estaba Ernesto Cardenal y qué abrazo, poeta, qué bueno que estuvieras ahí después del encuentro en Roma, de tantos encuentros sobre el papel a lo largo de años. Siempre me sorprende, siempre me conmueve que alguien como Ernesto venga a verme y a buscarme, vos dirás que hiervo de falsa modestia pero decilo nomás viejo, el chacal aúlla pero el ómnibus pasa, siempre seré un aficionado, alguien que desde abajo quiere tanto a algunos que un día resulta que también lo quieren, son cosas que me superan, mejor pasamos a la otra línea.

La otra línea era que Ernesto sabía que yo llegaba a Costa Rica y dale, de su isla se había venido en avión porque el pajarito que le lleva las noticias lo tenía informado de que los ticas me planeaban un viaje a Solentiname y a él le parecía irresistible la idea de venir a buscarme, con lo cual dos días después Sergio y Óscar y Ernesto y yo colmábamos la demasiado colmable capacidad de una avioneta Piper Aztec, cuyo nombre será siempre un enigma para mí pero que volaba entre hipos y borborigmos ominosos mientras el rubio piloto sintonizaba unos calipsos contrarrestantes y parecía por completo indiferente a mi noción de que el azteca nos llevaba derecho a la pirámide del sacrificio. No fue así, como puede verse, bajamos en Los Chiles y de ahí un yip igualmente tambaleante nos puso en la finca del poeta José Coronel Urteche, a quién más gente haría bien en leer y en cuya casa descansamos hablando de tantos otros amigos poetas, de Roque Dalton y de Gertrude Stein y de Carlos Martínez Rivas hasta que llegó Luis Coronel y nos fuimos para Nicaragua en su yip y en su panga de sobresaltadas velocidades. Pero antes hubo fotos de recuerdo con una cámara de esas que dejan salir ahí nomás un papelito celeste que poco a poco y maravillosamente y polaroid se va llenando de imágenes paulatinas, primero ectoplasmas inquietantes y poco a poco una nariz, un pelo crespo, la sonrisa de Ernesto con su vincha nazarena, doña María y don José recortándose contra la veranda. A todos les parecía muy normal eso porque desde luego estaban habituados a servirse de esa cámara pero yo no, a mí ver salir de la nada, del cuadradito celeste de la nada esas caras y esas sonrisas de despedida me llenaba de asombro y se los dije, me acuerdo de haberle preguntado a Óscar qué pasaría si alguna vez después de una foto de familia el papelito celeste de la nada empezara a llenarse con Napoleón a caballo, y la carcajada de don José Coronel que todo lo escuchaba como siempre, el yip, vámonos ya para el lago.

A Solentiname llegamos entrada la noche, allí esperaban Teresa y William y un poeta gringo y los otros muchachos de la comunidad; nos fuimos a dormir casi enseguida pero antes vi las pinturas en un rincón, Ernesto hablaba con su gente y sacaba de una bolsa las provisiones y regalos que traía de San José, alguien dormía en una hamaca y yo vi las pinturas en un rincón, empecé a mirarlas. No me acuerdo quién me explicó que eran trabajos de los campesinos de la zona, ésta la pintó el Vicente, ésta es de la Ramona, algunas firmadas y otras no pero todas tan hermosas, una vez más la visión primera del mundo, la mirada limpia del que describe su entorno como un canto de alabanza: vaquitas enanas en prados de amapola, la choza de azúcar de donde va saliendo la gente como hormigas, el caballo de ojos verdes contra un fondo de cañaverales, el bautismo en una iglesia que no cree en la perspectiva y se trepa o se cae sobre sí misma, el lago con botecitos como zapatos y en último plano un pez enorme que ríe con labios de color turquesa. Entonces vino Ernesto a explicarme que la venta de las pinturas ayudaba a tirar adelante, por la mañana me mostraría trabajos en madera y piedra de los campesinos y también sus propias esculturas; nos íbamos quedando dormidos pero yo seguí todavía ojeando los cuadritos amontonados en un rincón, sacando las grandes barajas de tela con las vaquitas y las flores y esa madre con dos niños en las rodillas, uno de blanco y el otro de rojo, bajo un cielo tan lleno de estrellas que la única nube quedaba como humillada en un ángulo, apretándose contra la varilla del cuadro, saliéndose ya de la tela de puro miedo.

Al otro día era domingo y misa de once, la misa de Solentiname en la que los campesinos y Ernesto y los amigos de visita comentan juntos un capítulo del evangelio que ese día era el arresto de Jesús en el huerto, un tema que la gente de Solentiname trataba como si hablaran de ellos mismos, de la amenaza de que les cayeran en la noche o en pleno día, esa vida en permanente incertidumbre de las islas y de la tierra firme y de toda Nicaragua y no solamente de toda Nicaragua sino de casi toda América Latina, vida rodeada de miedo y de muerte, vida de Guatemala y vida de El Salvador, vida de la Argentina y de Bolivia, vida de Chile y de Santo Domingo, vida del Paraguay, vida de Brasil y de Colombia.

Ya después hubo que pensar en volverse y fue entonces que pensé de nuevo en los cuadros, fui a la sala de la comunidad y empecé a mirarlos a la luz delirante de mediodía, los colores más altos, los acrílicos o los óleos enfrentándose desde caballitos y girasoles y fiestas en los prados y palmares simétricos. Me acordé que tenía un rollo de color en la cámara y salí a la veranda con una brazada de cuadros; Sergio que llegaba me ayudó a tenerlos parados en la buena luz, y de uno en uno los fui fotografiando con cuidado, centrando de manera que cada cuadro ocupara enteramente el visor. Las casualidades son así: me quedaban tantas tomas como cuadros, ninguno se quedó afuera y cuando vino Ernesto a decirnos que la panga estaba lista le conté lo que había hecho y él se rió, ladrón de cuadros, contrabandista de imágenes. Sí, le dije, me los llevo todos, allá los proyectaré en mi pantalla y serán más grandes y más brillantes que éstos, jódete.

Volví a San José, estuve en La Habana y anduve por ahí haciendo cosas, de vuelta a París con un cansancio lleno de nostalgia, Claudine calladita esperándome en Orly, otra vez la vida de reloj pulsera y merci monsieur, bonjour madame, los comités, los cines, el vino tinto y Claudine, los cuartetos de Mozart y Claudine. Entre tanta cosa que los sapos maletas habían escupido sobre la cama y la alfombra, revistas, recortes, pañuelos y libros de poetas centroamericanos, los tubos de plástico gris con los rollos de películas, tanta cosa a lo largo de dos meses, la secuencia de la Escuela Lenin de La Habana, las calles de Trinidad, los perfiles del volcán Irazú y su cubeta de agua hirviente verde donde Samuel y yo y Sarita habíamos imaginado patos ya asados flotando entre gasas de humo azufrado. Claudine llevó los rollos a revelar, una tarde andando por el barrio latino me acordé y como tenía la boleta en el bolsillo los recogí y eran ocho, pensé enseguida en los cuadritos de Solentiname y cuando estuve en mi casa busqué en las cajas y fui mirando el primer diapositivo de cada serie, me acordaba que antes de fotografiar los cuadritos había estado sacando la misa de Ernesto, unos niños jugando entre las palmeras igualitos a las pinturas, niños y palmeras y vacas contra un fondo violentamente azul de cielo y de lago apenas un poco más verde, o a lo mejor al revés, ya no lo tenía claro. Puse en el cargador la caja de los niños y la misa, sabía que después empezaban las pinturas hasta el final del rollo.

Anochecía y yo estaba solo, Claudine vendría al salir del trabajo para escuchar música y quedarse conmigo; armé la pantalla y un ron con mucho hielo, el proyector con su cargador listo y su botón de telecomando; no hacía falta correr las cortinas, la noche servicial ya estaba ahí encendiendo las lámparas y el perfume del ron; era grato pensar que todo volvería a darse poco a poco, después de los cuadritos de Solentiname empezaría a pasar las cajas con las fotos cubanas, pero por qué los cuadritos primero, por qué la deformación profesional, el arte antes que la vida, y por qué no, le dijo el otro a éste en su eterno indesarmable diálogo fraterno y rencoroso, por qué no mirar primero las pinturas de Solentiname si también son la vida, si todo es lo mismo.

Pasaron las fotos de la misa, más bien malas por errores de exposición, los niños en cambio jugaban a plena luz y dientes tan blancos. Apretaba sin ganas el botón de cambio, me hubiera quedado tanto rato mirando cada foto pegajosa de recuerdo, pequeño mundo frágil de Solentiname rodeado de agua y de esbirros como estaba rodeado el muchacho que miré sin comprender, yo había apretado el botón y el muchacho estaba ahí en un segundo plano clarísimo, una cara ancha y lisa como llena de incrédula sorpresa mientras su cuerpo se vencía hacia adelante, el agujero nítido en mitad de la frente, la pistola del oficial marcando todavía la trayectoria de la bala, los otros a los lados con las metralletas, un fondo confuso de casas y de árboles.

Se piensa lo que se piensa, eso llega siempre antes que uno mismo y lo deja tan atrás; estúpidamente me dije que se habrían equivocado en la óptica, que me habían dado las fotos de otro cliente; pero entonces la misa, los niños jugando en el prado, entonces cómo. Tampoco mi mano obedecía cuando apretó el botón y fue un salitral interminable a mediodía con dos o tres cobertizos de chapas herrumbradas, gente amontonada a la izquierda mirando los cuerpos tendidos boca arriba, sus brazos abiertos contra un cielo desnudo y gris; había que fijarse mucho para distinguir en el fondo al grupo uniformado de espaldas y yéndose, el yip que esperaba en lo alto de una loma.

Sé que seguí; frente a eso que se resistía a toda cordura lo único posible era seguir apretando el botón, mirando la esquina de Corrientes y San Martín y el auto negro con los cuatro tipos apuntando a la vereda donde alguien corría con una camisa blanca y zapatillas, dos mujeres queriendo refugiarse detrás de un camión estacionado, alguien mirando de frente, una cara de incredulidad horrorizada, llevándose una mano al mentón como para tocarse y sentirse todavía vivo, y de golpe la pieza casi a oscuras, una sucia luz cayendo de la alta ventanilla enrejada, la mesa con la muchacha desnuda boca arriba y el pelo colgándole hasta el suelo, la sombra de espaldas metiéndole un cable entre las piernas abiertas, los dos tipos de frente hablando entre ellos, una corbata azul y un pull-over verde. Nunca supe si seguía apretando o no el botón, vi un claro de selva, una cabaña con techo de paja y árboles en primer plano, contra el tronco del más próximo un muchacho flaco mirando hacia la izquierda donde un grupo confuso, cinco o seis muy juntos le apuntaban con fusiles y pistolas; el muchacho de cara larga y un mechón cayéndole en la frente morena los miraba, una mano alzada a medias, la otra a lo mejor en el bolsillo del pantalón, era como si les estuviera diciendo algo sin apuro, casi displicentemente, y aunque la foto era borrosa yo sentí y supe y vi que el muchacho era Roque Dalton, y entonces sí apreté el botón como si con eso pudiera salvarlo de la infamia de esa muerte y alcancé a ver un auto que volaba en pedazos en pleno centro de una ciudad que podía ser Buenos Aires o São Paulo, seguí apretando y apretando entre ráfagas de caras ensangrentadas y pedazos de cuerpos y carreras de mujeres y de niños por una ladera boliviana o guatemalteca, de golpe la pantalla se llenó de mercurio y de nada y también de Claudine que entraba silenciosa volcando su sombra en la pantalla antes de inclinarse y besarme en el pelo y preguntar si eran lindas, si estaba contento de las fotos, si se las quería mostrar.

Corrí el cargador y volví a ponerlo en cero, uno no sabe cómo ni por qué hace las cosas cuando ha cruzado un límite que tampoco sabe. Sin mirarla, porque hubiera comprendido o simplemente tenido miedo de eso que debía ser mi cara, sin explicarle nada porque todo era un solo nudo desde la garganta hasta las uñas de los pies, me levanté y despacio la senté en mi sillón y algo debí decir de que iba a buscarle un trago y que mirara, que mirara ella mientras yo iba a buscarle un trago. En el baño creo que vomité, o solamente lloré y después vomité o no hice nada y solamente estuve sentado en el borde de la bañera dejando pasar el tiempo hasta que pude ir a la cocina y prepararle a Claudine su bebida preferida, llenársela de hielo y entonces sentir el silencio, darme cuenta de que Claudine no gritaba ni venía corriendo a preguntarme, el silencio nada más y por momentos el bolero azucarado que se filtraba desde el departamento de al lado. No sé cuánto tardé en recorrer lo que iba de la cocina al salón, ver la parte de atrás de la pantalla justo cuando ella llegaba al final y la pieza se llenaba con el reflejo del mercurio instantáneo y después la penumbra, Claudine apagando el proyector y echándose atrás en el sillón para tomar el vaso y sonreírme despacito, feliz y gata y tan contenta.

- Qué bonitas te salieron, esa del pescado que se ríe y la madre con los dos niños y las vaquitas en el campo; espera, y esa otra del bautismo en la iglesia, decime quién los pintó, no se ven las firmas.

Sentado en el suelo, sin mirarla, busqué mi vaso y lo bebí de un trago. No le iba a decir nada, qué le podía decir ahora, pero me acuerdo que pensé vagamente en preguntarle una idiotez, preguntarle si en algún momento no había visto una foto de Napoleón a caballo. Pero no se lo pregunté, claro.

Cortázar, Julio
San José, La Habana, abril de 1976

LO QUE FUE SOLENTINAME.

(Carta al pueblo de Nicaragua)
Cardenal Ernesto

Nueva Sociedad No.35, marzo-abril 1978, pp. 165-167.

Llegué con otros dos compañeros hace doce años a Solentiname para fundar allí una pequeña comunidad contemplativa. Contemplación quiere decir unión con Dios. Pronto nos dimos cuenta que esa unión con Dios nos llevaba en primer lugar a la unión con los campesinos, muy pobres y abandonados, que vivían dispersos en las riberas del archipiélago. La contemplación también nos llevó después a un compromiso político: la contemplación nos llevó a la revolución; y así tenía que ser, si no, hubiera sido falsa. Mi antiguo maestro de novicios Thomas Merton, inspirador y director espiritual de esa fundación, me había dicho que en América Latina el contemplativo no podía estar ajeno a las luchas políticas.

Al principio nosotros habíamos preferido una revolución con métodos de lucha no violenta (aunque sin desconocer el principio tradicional de la Iglesia de la guerra justa, y el derecho a la legitima defensa de los individuos y de los pueblos). Pero después nos fuimos dando cuenta que en Nicaragua actualmente la lucha no violenta no es practicable. Y el mismo Ghandi estaría de acuerdo con nosotros. En realidad, todo auténtico revolucionario prefiere la no violencia a la violencia; pero no siempre se tiene la libertad de escoger.

Lo que más nos radicalizó políticamente fue el Evangelio. Todos los domingos en la misa comentábamos con los campesinos en forma de diálogo el Evangelio, y ellos con admirable sencillez y profundidad teológica comenzaron a entender la esencia del mensaje evangélico: el anuncio del reino de Dios. Esto es: el establecimiento en la tierra de una sociedad justa, sin explotadores ni explotados, con todos los bienes en común, como la sociedad que vivieron los primeros cristianos. Estos comentarios han sido difundidos ampliamente en el mundo por el libro El Evangelio en Solentiname, traducido a varios idiomas.
e
Pero el Evangelio sobre todo nos enseñaba que la palabra de Dios no era sólo para oírse, sino también para ponerse en práctica. Y los campesinos de Solentiname que profundizaban este Evangelio no podían dejar de sentirse solidarios con sus hermanos campesinos que en otras partes del país estaban padeciendo la persecución y el terror: los estaban encarcelando, torturando, asesinando, les violaban sus mujeres, les quemaban sus ranchos, los arrojaban desde los helicópteros. También tenían que sentirse solidarios con todos aquellos que por compasión al prójimo estaban ofrendando sus vidas. Y esta solidaridad para ser real significa que uno también tiene que comprometer su seguridad y su vida. En Solentiname se sabía que no íbamos a gozar siempre de paz y tranquilidad si uno quería poner en práctica la palabra de Dios. Se sabia que la hora del sacrificio iba a llegar, y esa hora ya llegó.

Ahora en nuestra comunidad todo ha terminado.

Allí se desarrolló una escuela de pintura primitiva que ha sido famosa en muchas partes del mundo. Los cuadros, tallas en madera y diversas artesanías de Solentiname se vendían no sólo en Managua sino también en Nueva York, Washington, París, Venezuela, Puerto Rico, Suiza, Alemania. Pocos días antes de la destrucción de nuestra comunidad habíamos despachado unas grandes tallas en madera para una iglesia del Canadá. Ultimamente los campesinos de Solentiname (los adultos y también los niños) habían comenzado a escribir muy bella poesía, y sus poemas se han publicado en Nicaragua y en el extranjero. Varias películas se filmaron en Solentiname, una de ellas de la BBC de Londres. Se escribió mucho sobre Solentiname en varios idiomas, en libros, revistas y folletos, y también se grabaron discos referentes a Solentiname, aun en alemán, teníamos allí en ese alejado rincón del lago una gran biblioteca, libros recogidos durante toda una vida.

Teníamos una colección de arte precolombino encontrado en Solentiname, que a través de los años habíamos ido formando. Teníamos una amplia casa de huéspedes con abundantes camas para los visitantes. Teníamos hornos de cerámica y esmaltes, y un taller grande para toda clase de artesanías, donde realizamos trabajos en madera, cuero, cobre, bronce, plata. También estábamos desarrollando un trabajo comunal de jóvenes campesinos por medio de una cooperativa.

Estábamos a punto de iniciar una lechería y una fábrica de queso tipo europeo, de la cooperativa, ayudados por una institución alemana.

En Alemania se dijo: "Solentiname está en todas partes, es el principio de un mundo más humano, es una vida cristiana, no sólo esperando un mundo mejor, sino preocupándose por la paz del prójimo, por la paz en la naturaleza, por la paz de la comunidad". Y en Venezuela se dijo que "Solentiname es algo tan de Dios y de la tierra que es un lugar donde la poesía y la siembra y la cosecha no dividen a los hombres en poetas, sembradores y aprovechadores, sino que constituyen actividades de una misma vida solidaria".

Ahora todo eso ha terminado.

Hace doce años, cuando el Nuncio Apostólico de aquel entonces aprobó mi proyecto de fundación en nombre de la Santa Sede, me dijo que él hubiera preferido que la comunidad la estableciera en un lugar menos remoto e incomunicado que Solentiname, porque allí no íbamos a recibir ningún visitante.

La verdad es que siempre estuvimos llenos de visitantes, de Nicaragua y más aún del extranjero, de los más diversos países del mundo. Muchas veces eran personas que llegaban a Nicaragua únicamente por visitar Solentiname; a veces llegaban directamente por la vía de Los Chiles y San Carlos sin interesarse siquiera en visitar Managua. Abundante correspondencia de todas partes del mundo nos llegaba a Solentiname, como también libros, folletos y revistas – aunque últimamente ya casi no nos llegaba ninguna publicación por intervención de Felipe Rodríguez Serrano, el Director de Aduana. Las numerosas cartas del extranjero todavía seguirán llegando al correo de Nicaragua dirigidas a nuestra comunidad en cenizas.

Ahora crecerá otra vez el monte donde fue nuestra comunidad, como antes cuando llegamos por primera vez. Allí hubo una misa popular campesina, hubo cuadros, esculturas, libros, discos, clases, sonrisas de bellos niños, poesía, canto. Ahora sólo ha quedado allí la belleza salvaje.

Yo viví: allí una vida feliz, en aquel casi paraíso de Solentiname, pero siempre estuve dispuesto a sacrificarlo todo. Y lo hemos sacrificado.

Sucedió que un día un grupo de muchachos de Solentiname (algunos de mi comunidad), y también muchachas, por convicciones profundas y después de haberlo madurado largo tiempo se resolvieron a tomar las armas. ¿Por qué lo hicieron? Lo hicieron únicamente por una razón: por su amor al reino de Dios. Por el ardiente deseo de que se implante una sociedad justa, un reino de Dios real y concreto aquí en la tierra.

Cuando llegó la hora, los muchachos y muchachas combatieron con mucho valor, pero también lo hicieron cristianamente. Esa madrugada en San Carlos, repetidas veces trataron de razonar con los guardias desde un altoparlante, para no tener que disparar un solo tiro. Pero los guardias respondían con metralla a sus razonamientos, y muy a su pesar tuvieron que disparar ellos también sus armas. Alejandro Guevara, uno de los de mi comunidad, entró al cuartel cuando ya no quedaban en el más que soldados muertos o heridos. Iba a pegarle fuego al cuartel, para que no quedara duda del éxito del asalto, pero no lo hizo por consideración a los guardias heridos. A que no le pegaran fuego al cuartel se debió el que después los partes oficiales dijeran que no fue tomado.

Yo me congratulo de que estos jóvenes cristianos combatieron sin odio, sobre todo sin odio a los guardias, pobres campesinos como ellos, también explotados. Es horrible que haya muertos y heridos. Quisiéramos que no hubiera lucha en Nicaragua, pero eso no depende del pueblo oprimido que tan sólo se defiende. Un día ya no habrá más guerra en Nicaragua, más guardias campesinos matando a otros campesinos, sino que en vez de eso habrá abundancia de escuelas, círculos infantiles, hospitales y clínicas para todos, alimentación y viviendas adecuadas para todo el pueblo, arte y diversiones para todos, y, lo más importante, amor entre todos.

Ahora la represión que por tanto tiempo ha estado habiendo en el norte, ha llegado también a Solentiname. Una enorme cantidad de campesinos han sido llevados presos. Muchos han tenido que huir. Otros están en el exilio, recordando sus bellas islas con sus casas destruidas. Ellos todavía estarían allí llevando una vida tranquila, dedicados a sus ocupaciones cotidianas. Pero pensaron en el prójimo, y en el país entero. Este es un ejemplo para todos. Solentiname tenía una belleza paradisiaca, pero está visto que en Nicaragua no es posible ningún paraíso todavía.

No pienso en la reconstrucción de nuestra pequeña comunidad de Solentiname. Pienso en la tarea mucho más importante que tendremos todos, que es la reconstrucción del país entero.

Este artículo es copia fiel del publicado en la revista Nueva Sociedad Nº 35, Marzo - Abril, 1978, ISSN: 0251-3552.

martes, julio 24, 2007

MISKITOS - EL PROBLEMA DE LA LENGUA

Ernesto Cardenal
en el I Congreso de las lenguas.
Rosario, viernes 19 de noviembre de 2004

"Ayer estuve en el Congreso de la lengua de la Rea Academia y allí tuve una intervención en la cual dije, citando al físico inglés Eman Dison, que es muy importante que tengamos la capacidad de multiplicar las lenguas y de cambiarlas y de diversificarlas e innovarlas, y uno esperaría que cuando una especie inteligente desarrolla el uso del lenguaje habría una sola lengua. Que los primeros animales que hablaran crearían una estructura fija de palabras y de significados y los varios que escribieron la biblia vieron también como problema la diversidad de las lenguas y crearon el mito de la torre de babel pero es importante que haya diversidad de lenguas, que una sola lengua, muchos pueden pensar que es preferible que haya una sola lengua para toda la humanidad, que eso sólo sería bueno para los burócratas, para los administradores, pero no para las culturas. Las culturas deben diversificarse y sus lenguas.

La vida es diversificación, se multiplica la vida. Y en el futuro igual que en el pasado que tuvimos, estaremos mejor si hablamos muchas lenguas y si inventamos otras nuevas lenguas cuando tengamos diferencias culturales. Ahora hay leyes que protegen las especies del peligro de extinción ¿por qué no tener también leyes para proteger las lenguas en peligro de extinción?

Como la división de las especies creó la gran diversidad de los seres vivos, la diferenciación de las lenguas permitió una inmensa diversidad de culturas y la riqueza de las instituciones sociales se debe a nuestras múltiples herencias linguísticas. Cada vez que un pueblo deja de hablar una lengua se empobrece toda la humanidad, como todavía se empobrece cuando matamos a la última vaca marina y también digo que mientras más pequeña es una población defiende más su lengua, porque es el único medio que tiene de defender su identidad.

Cuando yo era ministro de cultura en la Revolución Sandinista de Nicaragua, Paulo Freire me dijo que a los indios Miskitos no había que tratar de quitarles su lengua porque para ellos la cultura era cosa de vida o muerte. Por siglos, me dijo, han querido quitarles su cultura y su lengua y es lo único que ellos tienen. Saben que si pierden su cultura y su lengua han perdido todo y ellos prefieren que los maten, como ha pasado en el Brasil y nosotros en Nicaragua, en la Revolución Sandinista pensábamos igual y por eso la alfabetización en la revolución de Nicaragua se hizo en cuatro lenguas.

Cuando se pierde una lengua es una visión del mundo la que se pierde. Los indios Campas de la selva amazónica tienen 27 palabras para nombrar el color verde. Los Miskitos de nuestra costa caribe que son muy buenos marineros tienen 25 palabras para nombrar el viento. Los esquimales distinguen veinte y tantos colores de nieve.

La principal identidad cultural es el lenguaje pero ninguna identidad es inmutable y por eso es importante que se mantengan siempre vivas las lenguas y proliferen y se diversifiquen y multipliquen. Esto me lo combatió ayer en el Congreso de la real Academia de la lengua el vicepresidente de la lengua que era el moderador de la mesa redonda en la que yo estaba. Combatió lo que yo dije y dijo incluso que era bueno que muchas lenguas desaparecieran, que afortunadamente estaban muriendo también las lenguas, muchas lenguas…esto lo dijo después de la intervención mía y ya dio por terminada la mesa redonda y no me dio tiempo a que yo respondiera. Esto lo expongo ante ustedes para que lo sepan.

He venido aquí para tener una intervención sobre una gran cantidad de lenguas y de culturas ya que han producido una gran poesía de los indios de América. Hice yo una antología, una recopilación de esta poesía de los indios desde Alaska hasta la Patagonia, y les voy a leer una muestra de esas poesías de algunas de estas etnias autoras.

En este libro hablo primero de algunas cuestiones en relación a los indios de América. Un antropologo dice “todo indio es un poeta en potencia” y yo digo que podría haber dicho “todo indio es poeta”. Antonio …cuenta también que la poesía es una ocupación cotidiana en muchas de las tribus. Se dice que todo esquimal sabe cantar, danzar y componer poemas. “Toda mi vida es canto y canto como respiro” dijo un esquimal a un antropólogo. En muchas tribus de EEUU cualquier hombre o mujer puede componer versos y muchas veces los poemas han sido improvisados durante la guerra, en cacerías o en ceremonias religiosas. La investigadora y traductora de poesía indígena norteamericana Mary Bospen dice que hay una clase de poesía común a todas las tribus de Norteamérica y que siempre ha sido considerada equivocadamente poesía de amor profano pero es en realidad poesía mística de amor divino, canto del alma a Dios en la forma de lamento de una muchacha abandonada. Hablando de los …el antropólogo … dice “han dicho que muchas veces un canto de invitación amorosa no se limita en las intenciones del cantor a una simple declaración sentimental, sino que pretende también ser un encantamiento”. El indio puede oir el alma, dicen los …de colombia, que andan casi desnudos en la selva de Colombia y los …de California del Norte, acostumbran mucho a hablar de la luz interior y dicen “no se necesita la luz de las hogueras porque se tiene la luz interior”.

lunes, julio 23, 2007

YALAGÜINA

La Contra por dentro: habla un jefe desalzado, Nicaragua

Diez días después de salir de Honduras para acogerse a la amnistía, Envío habló con Lester Ponce, un jefe contrarrevolucionario. Es un retrato de la contrarrevolución "desde dentro".
Equipo Envío. UCA, Managua (Nicaragua)
Octubre, 1987

"En Honduras han dicho que los sandinistas me descuartizaron. Pero aquí estoy: vivo, tranquilo. Las garantías del cumplimiento de la amnistía son reales". Quien habla es Lester Ponce, que hasta el 17 de agosto fue Jefe de Inteligencia de la FDN en la zona fronteriza hondureña de El Paraíso.

34 años. Le llaman "Negro". Habla lento, pensándolo bien, calculado, cortado; pero tiene ganas de hablar. Un contrarrevolucionario que se acogió a la amnistía, entre los muchos que lo están haciendo tras la firma de los acuerdos de Esquipulas. Desde el caso de Efrén Mondragón, ex-guardia somocista, acogido también a la amnistía en marzo/85- no se había dado el desalzamiento de un contrarrevolucionario de tan alto nivel. Mondragón era Comandante de Fuerza de Tarea, hasta ahora el más alto en el nivel militar. "Yo soy el único que se ha venido de la inteligencia. Considero que soy el de más rango en esa línea. Es bien difícil que venga otros, porque la mayoría de los que están en la inteligencia son guardias somocistas", dice Lester.

Habla por Radio Segovia, emisora estatal en la ciudad de Ocotal, para que a través de las ondas lo oigan en Honduras los refugiados que allí viven, muchos de ellos con familiares en la contrarrevolución. Para que tal vez lo escuchen los comandos en los campamentos contras. "Yo sé que muchos están a la expectativa de los resultados de Esquipulas, esperando la credibilidad de la amnistía. Y yo les digo: aquí no hay ningún problema. Realmente, he quedado asombrado porque he recibido más de lo que esperaba, no he tenido ningún maltrato, he recibido todas las garantías..."

En septiembre, Lester Ponce fue elegido miembro de la Comisión de Paz de Ocotal, su ciudad, encargada de recibir a los desalzados y organizar su reintegración a la comunidad. Cientos de estas Comisiones se han ido creando por todo el país para favorecer el desalzamiento de los contras y su amparo bajo la ley de amnistía.

El 27 de agosto, a los 10 días de salir de Honduras para acogerse a la amnistía, envío habló con Lester Ponce durante dos horas. De esta entrevista - en la que no faltan algunas posibles incongruencias - surge este retrato de un contra y una visión "desde dentro" de la contrarrevolución, que ha sido incapaz de despojarse de su identidad somocista.

"Yo me fui super resentido"

PONCE

El 17 de agosto fui a la central de teléfonos de ahí de El Paraíso. ¿En diciembre? No -le digo-, hoy jugamos toda la pelota. Busque a Fabio. Eran las 2 y media de la tarde. Ese mismo día me vine. A las 5 y media me tiré por la frontera, por pasos ciegos, pasos sin control de aduanas. Venía con la señora y dos niños y otro cipote que también se queria regresar a Nicaragua, que se había salido huyendo del servicio militar de aquí. Como me conocía toda la zona, fui a casa a buscar ayuda. Me ayudaron a subir a la señora y dormimos allá esa noche. En la montaña yo me fui a presentar al puesto de guardafronteras: Soy Fulano de Tal, vengo así y así... Quiero que me comuniquen con la seguridad del Estado. Solamente me preguntaron los compas: ¿De dónde viene? Vengo "del otro lado", les dije. Ah, bueno -me dicen- vamos al puesto de mando. Del puesto guardafrontera me llevaron a la Brigada de 3-12, de ahí al Ministerio del Interior. De ahí a Estelí a Operaciones. Y de Operaciones a Managua.

ENVÍO - Ese es el final de la historia ¿Pero el principio...? ¿Por qué te metiste en la contrarrevolución?

PONCE

Ese es un historión bien largo. Yo fui combatiente sandinista. Mi padre me inculcó principios. Mi casa fue la escuela política que yo tuve y de mi casa yo salí para la montaña, para la guerrilla, el 2 de agosto de 1978. Pasé combatiendo. Después del triunfo estuve en el ejército hasta como octubre del 79. Me retiré porque yo soy técnico de administración de empresas y consideré que en ese momento era más útil venir a trabajar a la parte económica, para la reconstrucción del país. Inicialmente, comencé a trabajar en el sector de madera. A los tres meses, después que la empresa estaba en el suelo y la teníamos ya a punto de exportación y todo, me mandaron a uno que fue guardia nacional a sustituirme. A mí eso me golpeó mucho. Enormemente. Me retiré.

ENVÍO - ¿Un oportunista?

PONCE

No sé qué era, pero la verdad es que muchos de ellos se declaran socialistas puros, pero yo ni los conozco ni sé lo que son. A mí me golpeó el hecho. Después de esto estuve trabajando en programas a de bienestar social. A los tres meses ahí, no me gustó. Me tiré un tiempo. Anduve de ayudante de bus de una línea de transporte y terminé trasladándome a Matagalpa. En un año y medio había logrado llegar a ser director de una empresa, el gobierno me había dado un curso. Pero en Matagalpa se dieron situaciones que no me gustaban. Privilegios de algunos, las mismas, debilidades contra las que uno había luchado, las debilidades del pasado. Yo había soñado con los cambios de la revolución. Y ver esas debilidades... Fueron cosas que me fueron doliendo. Choques personales. Un día ya tuve un problema y caí preso. Estuve tres meses. Salí en marzo del 84.

Regresé a Ocotal, siempre buscando la línea de ayudar, pues. Creo que ése es uno de mis mejores sentimientos. Con otros compañeros comenzamos a trabajar, tratando de enderezar las cosas, tratando de tomar medidas con el poco conocimiento y los medios que teníamos al alcance. Y ahí comenzó a la división. ¿Por qué? Porque había bastante compañeros torcidos. Esa es la realidad. Estuve un año y renuncié. Al año, comienzo a trabajar independientemente, aserrando madera con motosierra en la montaña. Entonces resultó otro problema: que yo era contra, que mi trabajo en la montaña era porque y era correo, que yo estaba con la contrarrevolución... La realidad es que no. Otro mes preso aquí en Ocotal. Al salir me empezaron a presionar para que perjudicara a ciertos elementos. A mí no me gustó. Un día de tantos estaba con mis tragos y provoqué un problema con la policía. Decidí ya irme. Estamos en julio del 85. Inicialmente, yo llevaba la idea de irme para los Estados. Tenía mi pasaporte y todos mis documentos en regla. Pero salí primero para Honduras, por pasos ciegos, buscando camino. Iba muy resentido, super-resentido con la revolución.

Tres líneas de trabajo contrarrevolucionario

ENVÍO - ¿Ibas para los Estados Unidos y te quedaste con los contras? ¿Cómo fue eso?

PONCE

Todo el que va por veredas a Honduras cae preso. Todo mundo. A todo mundo lo pasan a investigación. Inicialmente, te investigan los hondureños. Y de inmediato, ya pasas a la FDN,. Yo caí preso al otro lado para esa investigación. Estando con FDN, me sacó un amigo de antigüedad de la familia y directamente ya me vi involucrado. También el roce, pues, porque cuando llegué a las bases, allá encontré a gente conocida, gente de aquí, incluso gente que había andado también en la guerrilla.

ENVÍO - ¿A que bases fuiste?

PONCE

Estuve en el sector de Capire, Departamento de El Paraíso, en las distintas bases que hay allí. Era julio del 85. Para ese entonces, había más o menos 8 mil comandos, todos estaban en Honduras. Dentro no había. Para ese tiempo, digo. Ahora ya son menos. Al llegar tuve la impresión de los campamentos guerrilleros viejos, pero con un grado de organización más serio. Aquello era un ejército completo, desde sus pertrechos. ¡Todo! Un excelente ejército en cuanto a la logística, con comandos bien entrenados...

ENVÍO - ¿El "comando es el soldado?

PONCE

Sí, el soldadito, el raso exactamente.

ENVÍO - ¿Y entre ustedes se llaman "contras"?

PONCE

No, eso no se usa. Se dice "comandos".

ENVÍO-- ¿Te quedaste con los comandos, pues?

PONCE

No, a mí me llevaron a un lugar que se llama Comando Estratégico, también en Capire. Allí están "El Invisible", "3-80", los jefes, pues. Platicamos sobre el asunto de mi venida, los motivos, que tenía, qué pensaba con respecto a ellos... Como a los diez después me mandaron a llamar para comenzar el plan de trabajo.

ENVÍO - ¿Y no dudaron, habiendo sido antes guerrillero sandinista?

PONCE

A mí me plantea 3-80, que Enrique Bermúdez pues, el Coronel de la guardia de Somoza, un trabajo en inteligencia militar. No es cualquiera que puede hacer eso, no es así al molote que se llega hasta ahí. Eran tres líneas de trabajo. La primera, recopilar toda la información militar de la zona, el control de todo lo que es puesto militar, movimiento militar. La segunda, el seguimiento a los jefes militares, a los dirigentes políticos y a los dirigentes de masas del Frente. Miembros prominentes, pues. Y después, crear un frente estudiantil democrático en la Región I para hacer huelgas y manifestaciones contra el gobierno. Todo ese trabajo era propiamente en mi zona.

ENVÍO - ¿Y qué espacio abarcaba esa zona?

PONCE

Era todo el borde fronterizo, más que todo en la Región I, más o menos unos 60, 70 kilómetros, desde La Dificultades hasta llegar a Duyure. Esa era mi área. Además, yo he penetrado a veces hasta la Costa Atlántica, Matagalpa, Jinotega... Cuando había necesidad de hacer tal trabajo, tal contacto, pero exclusivamente en apoyo de inteligencia.

ENVÍO - ¿Cómo cuántos son los que tienen en la FDN ese mismo cargo de Jefes de Inteligencia?

PONCE

Realmente, no sé cuántos puede haber, pero sí que ese cargo va por zonas. Como Jefe, a mí me dieron dos carnets: el de encargado de inteligencia y otro color gris, que me identificaba ante las fuerzas armadas de Honduras. Con eso, no necesitas ningún tipo de papel, ningún documento, para moverte. Esa era mi garantía por toda Honduras y ante cualquier autoridad militar. Esa era mi garantía por toda Honduras y ante cualquier autoridad militar. Es un carnet super-reconocido, que lo andan nada más los que tienen cargo. Un comando no tiene eso, claro. Los comandos no salen con un permiso que les envían desde el Estratégico o en la misma base. De ahí van a Migración hondureña y les extienden un permiso provisional para que anden fuera sólo el tiempo que les dan de salida, sólo. Yo andaba tranquilo con mi carnet, siempre vestido de civil.

"El comando es un vuelatiros"

ENVÍO - ¿Y los comandos, cómo visten?

PONCE

Ahora van de verde todos, El azul es un uniforme que ya se perdió. Hace años. Algunos que no van a la montaña lo usan como reliquia, porque con azul comenzaron ellos. Pero ahora todos caminan de verde, caminan de "sombrerito", caminan de camuflados... se visten igual que el ejército sandinistas.

ENVÍO - ¿Y qué es lo que hace a diario un comando?

PONCE

Se levanta y va al baño. Hay arroyos para bañarse. Después pasa al "matutino", como le llaman. El que no está de posta, anda de base en base. Algunos juegan béisbol o volibol, porque les llevan sus cuestiones para que se entretengan. Una vida de rutina, pues. Hasta que les dan la misión, hasta que les mandan a ir para lo interno de Nicaragua. Unos van alegres, otros no tan alegres. Pero las órdenes ahí no se discuten.

ENVÍO - ¿Los muertos en combate los dejan en Nicaragua?

PONCE

Sí, casi siempre. Las mismas condiciones del combate no les permiten recuperar a los muertos.

ENVÍO - ¿Y qué dicen cuando regresan a las bases después de un combate?

PONCE

Siempre hablan de victorias. Grandezas. Siempre.

ENVÍO - ¿Y tienen noticia de lo que está ocurriendo en Nicaragua? ¿Oyen la "15 de Septiembre", la "Liberación" ahora?

PONCE

No oyen casi nada. Los que más oyen "la 15" son los refugiados, los civiles. Los comandos, de la "Liberación" lo que les gusta escuchar son los "Cartas de amor a Nicaragua", de Fabio Gadea, y los cuentos de Pancho Madrigal, que eso es ya una cuestión histórica de nuestro pueblo. No leen nada, nada. Allí lo único que se habla es de guerra. Allí no se habla de situaciones políticas, económicas, nada por el estilo. Allí no se habla de adelantos, de educación, de salud, de carreteras, nada de eso. Allí es pura guerra, sólo guerra. Que de aquel lado matamos tantos, que acabamos con un convoy, que matamos tantos "piris"... El comando prácticamente no es nadie. Un vuelatiros: eso es lo que es. No tiene ninguna instrucción política. Sólo son entrenados para combatir y de política no tienen una sola idea. Empezando porque lo que es la relación entre los que son jefes y los comandos no es ninguna.

ENVÍO - ¿Y ellos no se resienten de eso?

PONCE

Cómo no, pero, ¡idiay! la situación que viven tienen que soportarla. Forzosamente tiene que soportarla. Están bajo la presión de la situación por la que vinieron. Es difícil para ellos salirse de eso.

ENVÍO - ¿Consumen droga los comandos?

PONCE

Sí consumen. Marihuana es continuo. El comando más que todo. Ya a nivel de jefes es algo más serio, ya es otra cosa.

ENVÍO - ¿Y comen bien los comandos?

PONCE

No, dinero no. El comando no recibe nada. Nada.

ENVÍO - ¿Quiénes reciben salario entonces?

PONCE

Comienzan a recibir desde los comandantes de cuadro. De ahí, los comandantes de grupo, los comandantes de fuerza de tarea, los comandantes regionales. Todos esos tienen salario.

ENVÍO - ¿Como cuántos...?

PONCE

Depende del cargo.

ENVÍO - ¿Y el salario más alto, cuál es?

PONCE

No podría decirlo, porque en realidad no lo sé, pero sí ganan bastante. Hay gente que vive en casas que valen tres mil, cuatro mil, cinco mil lempiras en Tegucigalpa. Quien tiene tres y cuatro carros y seis, siete empleados. Son los más altos. Por ahí se puede hacer una idea de cuánto pueden ganar. O de cuánto pueden tener ya en sus reservas.

ENVÍO - ¿Conociste esas casas en Tegucigalpa?

PONCE

No, no son muchos los que llegan a conocer ese lujo de ellos. La cúpula nada más. Pero se sabe.

ENVÍO - ¿Y tú recibías sueldo?

PONCE

Cuando manejaba las líneas de trabajo yo recibía 300 lempiras y 50 mil córdobas mensuales, para gastos de mi mantenimiento y gastos de los correos que yo tenía. Pero ese sueldo me lo dieron en cinco o seis oportunidades no más. El resto del tiempo, nada. Decían que había crisis y que mire Lester, que tiene que comprender, que se nos acabó el pisto...

ENVÍO - ¿Y en un jefe como "Tigrillo" cuánto llega a ganar?

PONCE

Tigrillo recibe, creo, unos 3 mil lempiras mensuales. Tiene ciertos privilegios, tiene carro asignado, su buena alimentación. El es alto: un comandante regional.

ENVÍO - ¿Y ha habido más control del dinero a partir de los 100 millones?

PONCE

Desde cuando los 27 millones, que se les perdió un montón de dinero, quisieron poner control. Ahora son los gringos los que controlan el dinero en una oficina en Tegucigalpa. En Tegucigalpa se encargan de todo: hay una oficina de pagaduría, una de suministros y así. La situación a partir de los 100 millones se puso más estricta para todos. Se cortaron bastante los bacanales de los comandantes. Hay todavía, pero menos, y ya no se miran muchos comandantes rebotando de un lado para otro con las cantidades de dólares y de lempiras en la bolsa.

ENVÍO - ¿Y éstos de las casas de Tegucigalpa y los bacanales van también a la guerra?

PONCE

No, ésos no van a la guerra. Dirigen. La mayoría de los que ganan los grandes sueldos dirigen. Los que van a la guerra son los comandos.

ENVÍO - ¿Y Bermúdez va a la guerra?

PONCE

3-80 no va a ningún lado. Bermúdez nunca ha estado dentro de Nicaragua, nunca ha ido a la guerra. El permanece en el Comando Estratégico en Capire. Ahorita quedó en El Aguacate, controlando desde ahí. Bermúdez no va a la guerra, pero sí camina siempre vestido de militar. De verde.

ENVÍO - ¿No conserva su uniforme de guardia?

PONCE

Pues... Yo no se lo he visto.

"Los guardias somocistas lo controlan todo"

ENVÍO - Se dice que los guardias somocistas controlan la FDN...

PONCE

Y es cierto. Todos los cargos de dirección, todos los cargos de mando, están en manos de los que fueron guardias de Somoza. Allí no hay civiles con mando. La situación es totalmente controlada por Enrique Bermúdez, el 3-80. Podemos decir: Tigrillo es comandante regional. ¿Entonces...? Pero es que Tigrillo es comandante regional por arrastre, por la cantidad de gente que tiene, pero él no tiene mando realmente. El no decide nada. Y además, lo que le hicieron demuestre que ahí quien manda es la guardia.

ENVÍO - ¿Qué le hicieron a Tigrillo?

PONCE

Tigrillo es un civil. Es decir, él no es guarida. El fue combatiente, combatió a la guardia nacional. Es de Yalí, como Coral y como Douglas. Son tres compañeros unidos, de la misma zona y con un arrastre tremendo. Había cuestiones que a ellos tres les chocaban de la manera como se estaba llevando la guerra, con la dirección de la guardia, y de la manera como se estaba llevando la guerra, con la dirección de la guardia, y de la manera como ellos pensaban que debía ser la guerra, por la experiencia que tuvieron cuando ellos combatieron a la misma guardia. Choques, pues. Choques por el poder. Cuando vio eso la guardia, ¿qué le hicieron a Tigrillo? El era uno de los hombres con uno de los mejores comandos regionales. El "Rafael Herrera", con tres, cuatro mil hombres. ¿Qué hicieron? Empezaron a comprarle a sus comandantes de fuerza de tarea con dinero. Al que ganaba cien, le decían: Mirá, hermano, queremos arreglar su situación, nosotros somos los que mandamos: tené, éste va a ser tu nuevo salario, llevate tus hombres, estate independiente... Así, socavando. Entonces, lo llevan de asistente de personal al Estratégico, que no es cualquiera el que llega a ese cargo. pero él no tiene capacidad. Tigrillo es analfabeto y con dificultad escribe. Claro, ellos sabían que no era capaz, pero lo llevan allí, ¿para qué? Para salvarle su vanidad, su ambición. Como a los 15 días de estar en ese trabajo que no puede hacer, le mandan a un comando a que le provoque y Tigrillo lo mata. Era un viejo comando que tenía cinco, seis años de combatir en FDN. Tigrillo cae automáticamente preso y le cae una condena de un años. Después de eso, Tigrillo ya no es nada. El es un "Histórico, pero ya no va a la montaña. Del pleito quedó lisiado y ya no puede andar enmontañado. Ya no es un peligro para el poder de los guardias. Ellos elaboran planes así para irse quitando la contraparte civil. Coral terminó sin una pierna. Lo balearon los guardaespaldas de Mike Lima, que fue guardia. Un pleito por una camioneta y el hombre que va inválido? Douglas se ha salvado porque él permanece más entro de Nicaragua que en las bases, caminando con su gente. Por eso aún no le han podido hacer nada. Porque esos guardias que dirigen, ésos no van dentro. Ni Mack, ¡el famoso Mack, Benito Bravo, que fue guardia! Ese tampoco va a la guerra. En lo que yo tengo conocimiento, las veces que "ha entrado", no pasó de la frontera...

ENVÍO - ¿Y en estas rivalidades, han llegado a matarse entre ellos?

PONCE

Cuando yo llegué se hablaba mucho, por ejemplo, de la muerte del Comandante Suicida. Ellos mismos lo mataron. Le hicieron acusaciones de que estaba vendiéndole armas a la guerrilla salvadoreña y etcétera, etcétera. Pero el asunto es que el hombre también tenía arrastre y los comandos hablaban muy bien de él cuando venían de los combates con él. Lo eliminaron a él y prácticamente a toda su plana. La guardia es realmente la que domina. Y es que los guardias no perdonan nunca a los que tuvieron algo que ver en el derrocamiento de la dictadura?

ENVÍO - ¿Y este total control de la guardia lo conocen los comandos? ¿Cómo se refleja en la tropa?

PONCE

Más que todo se refleja en el tipo de enseñanza política que les dan a algunos cuadros. No tanto a los comandos, que realmente no son nadie. Un día por ejemplo, llegó al Estratégico un periodista que trabaja para Radio Impacto de Costa Rica y para la Liberación: María Travieso. Montaron una reunión en la oficina del 3-80 y mandaron a llamar a comandantes de grupo y comandantes de fuerza de tarea. Yo estaba, me llamaron. Nos sientan y comienzan a pasar un video. De cuando Robelo visitó Cuba, de cuando Cruz fue del Grupo de los Doce, de cuando trabajó con los sandinistas... Todo eso. ¿Qué les decía después 3-80 a los comanditos?: ¡¿A quién quieren ustedes, a estos "piris" arrepentidos?! Todo eso para crear la división. Para asegurarse su base social, para el mantenimiento del poder.

ENVÍO - ¿Cuando sucedió eso, Arturo Cruz estaba todavía en el directorio del FDN?

PONCE

Claro. Todo esto lo hacen a espaldas de ellos. Quien controla es la guardia, definitivamente.

ENVÍO - ¿Y Calero?

PONCE

Calero va por el Comando Estratégico para hablar directo con Bermúdez y los demás comandantes regionales. Va a coordinar trabajos.

ENVÍO - ¿Quién tiene más peso entre los civiles de la cúpula?

PONCE

Definitivamente, Calero. Tiene poder en la mano.

ENVÍO - ¿Y ahora, con la nueva "Resistencia Nicaragüense"?

PONCE

Siempre Calero. Antes y ahora. Calero y Bermúdez por encima, claro.

ENVÍO - ¿Oiste hablar alguna vez de Pastora? ¿Que piensan de él en la FND?

PONCE

Lo que yo vi y oí es palpable: Pastora nunca fue ni va a ser alguien entre ellos. Nunca. Exactamente, por ser piri. Incluso, se habló en cierto momento de que probablemente Pastora iba a venir a controlar ciertas situaciones de FDN. Y eso fue una bomba completa. que no, y que no y que no. Y en el caso de Pastora es peor, porque le tienen recelo en la parte militar. Una llegada de Pastora allí perjudicaba mucho a la guardia. Por eso lo repelen totalmente. Pastora no es ni nunca ha sido hombre de confianza de ellos. Tampoco de los gringos.

"Mientras haya Reagan hay Contra"

ENVÍO - ¿Y quién está por encima de Bermúdez?

PONCE

Los gringos, indiscutiblemente, Allá en el Estratégico está la oficina de la CIA, allá están los gringos. Ellos son los que deciden. Los dos jefes que hay en el Estratégico, el 3-80, Bermúdez, que es el jefe militar y El Invisible, que es Rodolfo Ampié, ex-teniente de la guardia, que es el jefe de inteligencia, están subordinados a ellos. Todas las orientaciones y todo lo que se va a hacer lo hacen siempre de acuerdo con los gringos.

ENVÍO - ¿Y esto ha sido siempre así?

PONCE

Siempre. La presencia de los gringos ya directa, en las bases en los campamentos, se incrementó después del 84, pero siempre fueron ellos los que decidían. Ha habido también ex-combatientes del Vietnam que han andado dentro de Nicaragua combatiendo con los comandos.

ENVÍO - ¿Y alguno ha caído en combate?

PONCE

Yo no lo sé directamente, pero es probable pues. Entran supuestamente a recoger datos periodísticos, pero la verdad es que entran a combatir. Forzoso que alguno haya caído.

ENVÍO - ¿Tenías relación en tu trabajo con los gringos?

PONCE

No. Mis contactos eran el 3-80 y el Invisible. Poca relación tenían con los gringos, pero sí los miraba ahí. Yo he visto allí a senadores republicanos y demócratas, a representantes, a muchos políticos gringos. Todos pasan por allí, visitan el Estratégico constantemente.

ENVÍO - ¿Podrías decir los nombres de algunos?

PONCE

No, realmente, no. También pasa que cuando se da este tipo de visitas cierran el campo.

ENVÍO - ¿Y cuál es la relación de los norteamericanos con los comandos?

PONCE

Se interesan mucho por ellos. No en el entrenamiento directo de ellos, al menos que yo tenga conocimiento. Ellos están en otro nivel. Están ahí para decidir. Porque cuando quieren entrenar gente en nuevas especialidades, se los llevan a los Estados Unidos. Directamente. En noviembre y diciembre del 86 se llevaron comandantes de fuerza de tarea y comandantes de grupos para entrenarlos ellos, pero en los Estados. Los llevan por un período de dos meses. A los comandos de los campamentos de Honduras los ayudan, se interesan por ellos. El acercamiento de los gringos de los comandos es distinto al que tienen los guardias.

ENVÍO - ¿Tratan mejor los gringos que los guardias?

PONCE

Así es. ¿Y por qué? Porque ellos saben quién es el que está realmente haciendo la guerra, quién les está sosteniendo. Ahí no es Bermúdez, ahí no es el Invisible. Son los comandos, que son los que menos reciben. Los gringos saben eso muy bien.

ENVÍO - ¿Y están al tanto los comandos de lo que dice Reagan sobre ellos, los "luchadores de la libertad"?

PONCE

Hasta de esas noticias llega poco. Ya le dije, ahí solo se habla de guerra, sólo se sabe de guerra. Pero sí, a veces llegan periodistas y reúnen a comandantes, a 30 ó 40, y les pasan una película de Reagan. Para ellos es una gran cosa llegar a sentarse frente a una tele y que les pasen un video del señor Reagan. ¡Eso es grande para ellos!

ENVÍO - ¿Por qué los comandos sí tienen conciencia de lo mucho que les está ayudando Reagan?

PONCE

Sí, eso lo tiene claro desde el más chiquito hasta el más grandote. "Mientras haya Reagan, hay contra": ése es el lema. Ahorita con el asunto de Esquipulas, ¿qué dicen?: No importa que no nos sienten a dialogar ni nada por el estilo; nosotros vamos a seguir haciendo la guerra. ¿Por qué? Porque está Reagan Y ahí no se habla de gobierno de los Estados Unidos, no, Ahí es Reagan. Reagan: la persona. Ahí es: "mientras haya Reagan, tenemos billetes".

"Los hondureños no aguantan a la Contra"

ENVÍO - ¿Y qué papel juega el ejército hondureño en todo esto?

PONCE

Bueno, no hay ninguna diferencia entre lo que es contra y lo que es ejército hondureño. Trabajan estrictamente ligados, tienen una coordinación total. Es decir, como que fueran el mismo ejército pues. El mismo ejército, sí. En el Estratégico, por ejemplo, hay un encargado de coordinar el trabajo con las fuerzas armadas hondureñas. Allí van a visitar coroneles, mayores, todos... Hay relaciones con la inteligencia militar del ejército hondureño, con la oficina de migración y extranjería, directamente con el destacamiento de "los verdes"... Digamos que son una sola cuestión.

ENVÍO - ¿Y no hay sectores del ejército hondureño que estén contra la contra?

PONCE

Sí, claro, hay algunos que están dentro el verde olivo que no comparten ciertas situaciones del asunto de la contra. Muchos de ellos se quejan. Hay oficiales descontentos porque los contras tienen más mando que muchos de ellos y más privilegios. Y eso choca.

ENVÍO - ¿Y la contra y el pueblo hondureño?

PONCE

Ahí si ya es distinto. Distintísimo. Los contras repelen bastante. Los hondureños no tragan a la contra. No la tolera, ya no. Y es que toda la gente de la zona fronteriza ha sido muy perjudicada por la contra.

ENVÍO - ¿En su producción?

PONCE

No sólo en la producción, sino que en toda esa zona ha habido crímenes. Y la mayoría de las veces los crímenes se han dado por la negativa de la gente a tolerar la presencia de la contra. Y ellos toman represalias y matan gente. Rotundamente, la contra no tiene aceptación. La gente vive en constante reclamo, pero ni ahora ni nunca han estado de acuerdo con la presencia de la contra por ahí.

ENVÍO - ¿Y qué relación tiene la contra con los nicaragüenses civiles refugiados que andan también por esas zonas.

PONCE

En general, el refugiado es considerado como "piri", como sospechoso de sandinista. Hay poca relación entre los comandos y estos civiles.

ENVÍO - ¿Y no recluta gente la FDN entre estos civiles?

PONCE

Pues sí. La inteligencia y contrainteligencia de FDN visita constantemente los refugios para reclutar. Y ha habido reclutamiento a base de halagos, sobre todo. Voluntario -voluntario es bien poco. Además se ha dado el fenómeno de que la mayor parte de la gente reclutada así e ha desalzado después cuando están en Nicaragua. Por eso dicen ahora que todos son "piris". En junio de 1986 se dio el último reclutamiento en refugios del que yo tuve conocimiento. La inteligencia hondureña y miembros de FDN hicieron una recluta general en toda la zona de El Paraíso y Danlí. Claro, que FDN mantiene siempre trabajo dentro de los refugios. Tienen orejas, tiene controles.

ENVÍO.- ¿Cómo es la vida de estos civiles refugiados en Honduras?

PONCE

Muy difícil. Cuando más trabajan ,son dos, tres días a la semana. Ganan tres lempiras diarios y la comida: arroz y frijoles. La situación es bien difícil, porque la situación económica que vive Honduras es supercrítica y el hondureño se queja, porque el nicaragüense refugiado llega a quitarle el trabajo.

ENVÍO - ¿Estos nicas están legales en Honduras? ¿Con qué papeles andan?

PONCE

La verdad es que la mayoría de ellos se movilizan con unos permisos de migración por los que uno paga 5 lempiras mensuales. Porque allí no es así no más que se consigue una tarjeta de residencia, que cuesta unos 600 lempiras. Ninguno de los que salen de Nicaragua está en capacidad de pagar eso.

ENVÍO - ¿Y ahora con lo de Esquipulas, regresarán a Nicaragua?

PONCE

Muchos quieren venir. Muchos. Ya están viniendo. La gente no quiere ya estar del otro lado. Y hay bastante gente al otro lado. Por ejemplo, tantos muchachos que se fueron de Nicaragua huyendo el servicio militar para ir a caer al otro lado en el otro servicio, el de FDN.

ENVÍO - ¿Qué necesita la gente del otro lado para decidirse a venir?

PONCE

Bueno, Esquipulas ayuda enormemente. La amnistía de Esquipulas, pues.

ENVÍO - Pero amnistía había desde 1985 para el que quisiera regresar...

PONCE

Pues sí. Yo sabía de esa amnistía, pero no quería aventurarme. Con Esquipulas sí. Se siente más garantía. Eso mismo le pasa a muchos. Pero más que todo hace falta el apoyo de la familia. Que sus familias aquí en Nicaragua les digan la verdad de cómo está la cosa aquí. Que sí, que es cierto, que estamos medio jodidos, pero aquí se vive, pues. Y allá no tienen ni para la leche de lo niños ni comen a veces. Aquí hay problemas, pues, pero sinceramente, lo que se oye allá de que este pueblo se está muriendo de hambre, de que este pueblo anda desnudo, de que este pueblo anda descalzo... Yo vengo y miro que todo mundo come, que todo mundo anda tranquilo. Yo no esperaba encontrar esto tan tranquilo. Los del otro lado tienen que saber esto para decidirse a venir. Que no van a ser carga para su familia, que sus familias los apoyan...

ENVÍO - ¿Y cómo se han ido enterando de la amnistía los refugiados?

PONCE

Bueno, ellos escuchan. Radio Segovia de Ocotal ha jugado un papel importantísimo, pasando mensajes, dando avisos de la amnistía, palabras de los familiares de aquí a los de allá.

ENVÍO - ¿Y en los campamentos de la contra se oye también la radio?

PONCE

Bueno, ahí ya es más difícil, con los comandos. Porque oír Radio Segovia no se puede. Te señalan. Además, el problema de los comandos es que ellos no pueden buscar una ruta como la que busqué yo para pasar la frontera, porque ellos no pueden salir del campamento. La salida es deserción y la deserción es captura o...

ENVÍO - ¿Los matan?

PONCE

Los matan.

ENVÍO - ¿Fusilados?

PONCE

No, allí no hay fusilamiento. Degollan.

ENVÍO - ¿Para atemorizar al resto?

PONCE

Porque es la regla, pues. Ahí la escuela ¡es comando!

ENVÍO - ¿Y a dónde irán los contras que no se desalcen, si Azcona cumple con Esquipulas y quita los campamentos de Honduras?

PONCE

De eso no se habla allí, nadie piensa en eso. Pero va a haber una desintegración total. Esa gente va a quedar por ahí, de cuatreros, de asaltafronteras. Porque, ¿quién les va a quitar las armas? ¿Qué va a hacer toda esa gente? En Honduras no tienen ningún futuro. No sé... Hasta pudieran ir a terminar a El Salvador, para el ejército de Duarte.

No hay ningún proceso en derechos humanos

ENVÍO - ¿Y ese control de la guardia somocista en FDN no te decepcionó cuando te vinculaste a ellos?

PONCE

Pues realmente no. Porque cuando yo me fui de Nicaragua, yo llevaba ganas. Por lo muy resentido que estaba.

ENVÍO - Empezaste a trabajar para FDN... ¿Con qué resultados?

PONCE

Mi trabajo era recopilar información militar de toda Nueva Segovia más que todo. Otros preparaban los operativos... Hacer los conectes para ese frente estudiantil... En mayo de 1986 la seguridad del Estado sandinista descubre toda la red, la desarticula. Y quiebra todas las líneas de lo que eran mi trabajo. Fue un buen golpe.

ENVÍO - A tu juicio ¿cómo trabaja la seguridad sandinista?

PONCE

Bueno... Yo sé cosas que no las puedo sacar a flote por mi propia seguridad, tanto allá como aquí. Pero sí trabaja... Trabaja bastante bien.

ENVÍO - ¿En tu trabajo de inteligencia detectaste infiltrados sandinistas en FDN?

PONCE

Sí, los hay. Y muchos de estos infiltrados convivieron hasta dos años en las filas de FDN antes de que los detectaran.

ENVÍO - ¿Tu trabajo con la contra le ha costado la vida a alguien?

PONCE

Que yo sepa, directamente, no. Yo lo que hacía era mandar los informes de toda Nueva Segovia para que les montaran el operativo, pues. Pero no tienen mucha capacidad de hacer después esas cosas bien...

ENVÍO - Entonces, ¿tú puedes decir: yo no tengo muertos sobre mi conciencia?

PONCE

Yo no siento peso, ni siento culpa, pues.. Sí me dolió y me duele lo de Yalagüina... En marzo de 1986 la contra voló la sub-estación eléctrica de Yalaguina, que abastece de energía eléctrica a casi toda la Región I...

ENVÍO - ¿Eso fue responsabilidad tuya?

PONCE

Sí, eso sí. Yo pasé la información como unos tres meses antes de que montaran ese operativo. Y la verdad, nunca creí que lo iban a llevar a cabo. Ya habían hecho dos intentos de volarla pero no habían podido ni acercarse. Y esa vez, entraron 120 hombres al mando de Samuel, del Comando Nicarao, hicieron el operativo, voló la plata y salieron con un herido nada más... Lo hicieron explosivistas de los que van a recibir cursos a los Estados Unidos.

ENVÍO - Cuando supiste que habían volado la planta, ¿cuál fue tu reacción?

PONCE

Para qué decirle, me dolió. Por lo que significaba para el país y par mi zona más que todo. Además, yo también trabajé en INE antes de irme a Honduras; yo fui delegado responsable y se perfectamente lo que significa dejar sin energía a toda la zona. Cuando la volaron, pensé en toda la gente, el pueblo sin luz, la comida arruinada... Ahora creo que yo nunca quise hacer eso. Para los jefes, claro, fue una gran noticia, un gran éxito. En junio hicieron una fiesta para celebrar los golpes mas duros que hasta entonces FDN le había dado al ejército sandinista. Y salió como el mejor golpe lo de la planta de Yalagüina.

ENVÍO - Algo pequeño ese golpe, ¿no?

PONCE

Sí verdad? Muy poco el golpe. Pero allí había sido una bomba y lo celebraron con una fiesta. Recuerdo que llegaron congresistas republicanos y demócratas a celebrarlo. Estaban bien felices.

ENVÍO - ¿Sabes los nombres de esos congresistas?

PONCE

Realmente no los sé. Pero allí estaban.

ENVÍO - ¿Qué tipo de fiesta hicieron?

PONCE

Un acto cultural. Bailan folklor, tocan guitarra, poesías, cuestiones de ésas...

ENVÍO - ¿Hablaron algo los congresistas ese día?

PONCE

No, ellos no hablan en público. Ellos sólo están con Calero, con Aristides Sánchez, con Oscar Montes, con los de Tegus, los de Tegucigalpa. Con la cúpula.

ENVÍO - Y los crímenes de los contras, asesinatos de civiles.. ¿Tampoco te desalentaba mirar eso?

PONCE

En realidad, yo no miraba eso. Poco antes de irme de FDN si miré a un par de viejitos de la zona de El Cuá, que los habían degollado. Y en realidad, pues... Mire, son actitudes que toda la vida las discutíamos con otros miembros de FDN. Nos chocaban. Hay gente que no comparte ese tipo de actitudes.

ENVÍO - ¿Y por qué la permiten?

PONCE

La realidad es que todo eso lo provoca la misma falta de educación política de los comandos. Para ellos todo mundo es comunista, todo mundo es piri, así lo ven ellos. Cuando van a atacar un asentamiento, no piensan que allí hay niños sino que todo mundo es comunista y punto. Y las balas van sin nombre.


ENVÍO - ¿Y cuando entran a una casa de campesinos y los sacan y los matan...

PONCE

Es lo mismo. La mayor parte de esos crímenes es por cuestiones de intrigas, de venganza. El que no les simpatiza, es piri. y ahí mismo lo matan.

ENVÍO - ¿Y no hay posibilidad de evitar eso, de controlar?

PONCE

Es difícil, pues. Realmente no los pueden controlar. Actualmente, agarraron la modalidad, a raíz de los cien millones, de que tenían que conformar una sección de derechos humanos. Y en cada tropa anda "un derechos humanos". Pero i el derechos humanos ése es igual al comando, pues. Tiene la misma formación. ¿Qué es lo que hacen esos derechos humanos? Llevan la información de todos esos crímenes y la presentan como del ejército sandinista. Eso es lo único que hacen. Realmente, no hay ningún progreso en derechos humanos dentro de FDN. Todos estos cambios son pantalla. Yo no he visto nada real, algo positivo, yo no he visto nada. Incluso, nadie quiere desempeñar ese papel de ser derechos humanos. Les dan unos cursos, reciben algunas recomendaciones, pero en el campo de los hechos, ya la realidad es distintísima. No hay control. No, no los pueden controlar.

"Me tuvieron preso y me metieron una trampa"

ENVÍO - ¿Por qué decidiste salirte de la contra?

PONCE

Bueno, a mí comenzaron a hacerme una campana como a los 10 meses de estar trabajando. Decían que yo era un infiltrado de la seguridad sandinista. Desde el principio de llegar decían: ¿cómo va a ser posible que este piricuaco viene llegando y ya tiene un alto cargo? Toda esta campaña de los guardias se hace más recia cuando la seguridad del estado de Nicaragua hace fracasar en mayo del 86 mis líneas de trabajo. Ahí comienza una campana más directa. En septiembre de ese año y cometo la imprudencia de aprovechar el paso de la antorcha de la independencia para ver a mi mamá en la frontera. La FDN le permitió entrar. Y todo mundo decía: ¿Cuál es el privilegio que tiene él para que mire a la mamá? Porque a nadie más dejaron. De ahí, confirman su versión de que soy un infiltrado.

ENVÍO - ¿Y para entonces, ya querías salirte de FDN?

PONCE

Pues realmente no. Yo no estaba en plan de rajarme. Yo quería trabajar. Pero comenzaron las presiones. Control exactamente. Uno se mueve, pero no se mueve pues. Me pusieron vigilancia personal. Y uno sabe que a la primera debilidad que tenga, ahí no se piensa, ahí te degollan. Ahí es tumba, ahí no es cuestión de andarla pensando mucho, ahí es tumba. Comenzaron por prohibirme movilizarme a la frontera. Hasta que caí preso el 4 de noviembre de 1986.

ENVÍO - ¿Cómo te trataron en la cárcel?

PONCE

Estuve unos once días amarrado, vendado, sin comer, sin dormir, desnudo. En el Comando Estratégico, donde hay una zona que le dicen la PM, la Policía Militar. Ahí es exclusivo de guardias, que son los que protegen el Estratégico. Pura guardia, pura guardia.

ENVÍO - ¿Te golpearon?

PONCE

No, un golpe no, eso sí no. Porque ellos no estaban muy seguros. Y por eso antes de agarrarme preso me pasaron por el polígrafo, el detector de mentiras.

ENVÍO - ¿Cómo fue eso?

PONCE

Bueno, es un aparatito gringo. Son los de la CIA los que lo manejan. Me lo pusieron en la oficina de a CIA. Son diez preguntas que hacen y uno sólo puede decir sí o no, sólo eso. Me lo pusieron el 21 de septiembre y después me dejaron libre y volví a El Paraíso. Pero no me dijeron nada de los resultados. En noviembre ya me llamaron, pero era para meterme en la prisión y para los interrogatorios, la investigación. Ya directamente.

ENVÍO - ¿Sobre qué te interrogaban?

PONCE

Sobre todo lo que fue mi vida anteriormente. Los interrogatorios normales. El 3-80, el Invisible, todos sospechaban de mí.

ENVÍO - ¿Buenos interrogadores?

PONCE

Uno muy bueno. Sí. El que me investigó a mí es un guardia especialista en lo que fue el Frente Sandinista desde su fundación. El hacía ese trabajo para Somoza, interrogar sandinistas, y ahora está de investigador en el Estratégico. El 3-80 y el Invisible les mintieron a los comandantes y les dijeron que yo estaba haciendo un curso en los Estados. Pero yo estaba preso.

ENVÍO - ¿Cómo saliste de la cárcel?

PONCE

Bueno, mi señora estaba orientada a que cuando yo tardara más de 5 días sin regresar del Estratégico a El Paraíso, avisara a mi familia en Nicaragua que yo estaba detenido. Porque yo vivía preparado a que en cualquier momento me iban a investigar. Entonces, mi mamá le avisó a un tío mío que trabaja en la OEA y que fue oficial de la Guardia de Somoza, aunque se fue de Nicaragua desde el 54, precisamente por estar en un grupo de oficiales que se sublevó contra Somoza. Lleva más de 30 años trabajando en los Estados para la OEA. Ese tío mandó a un amigo al Estratégico y como 3-80 conoce a mi tío y le guarda respeto y todo, ahí cambió automáticamente mi situación. Me sacaron el día de Navidad. Fue el 3-80 directamente el que cerró el expediente.

ENVÍO - ¿Y quedaste limpio totalmente?

PONCE

Quedé en libertad. En li-ber-tad. Porque me suspendieron el carnet y todo y me seguían vigilando todo el tiempo.

ENVÍO - ¿Pensaste ya entonces en regresar a Nicaragua?

PONCE

No, yo todavía no estoy pensando en eso. Nunca. Lo que me obliga a tomar la decisión es cuando llega el invisible y me plantea una misión y me da dos meses para cumplirla, enero y febrero. La misión era volar la planta de Quisuca, la que está yendo para el lado de Somoto, donde están las antenas repetidoras de la televisión. Yo tenía que volarla. Para reivindicarme, para demostrar que yo no era un infiltrado. Pero me dan la misión y sigo bajo control, sin medios, sin apoyo, sin ningún documento para moverme... Aquella misión era una trampa, pues. Ahí sí comencé ya a maquinar: tengo que irme. El acelerón llegó con lo de Esquipulas. Consideré que era el momento para regresar a Nicaragua.

"Cuando pedí disculpas me sentí muy mal"

ENVÍO - ¿No tenías miedo a los sandinistas?

PONCE

Pues realmente no. Quizás por los orígenes de mi vida... Incluso ya tuve la oportunidad de hablar con los compañeros que provocaron aquellos problemas por los que decidí irme de Nicaragua, y todos tranquilos. Tal vez sea el momento que está viviendo Nicaragua. Creo que todos tienen que haber aprendido mucho.

ENVÍO - Cuando te entregaste, ¿qué interrogatorios te hicieron las autoridades sandinistas?

PONCE

Ninguno. Rotundamente. No hubo un solo interrogatorio.

ENVÍO - ¿Ni ningún polígrafo?

PONCE

Nada, nada.

ENVÍO - ¿Con qué recibimiento te esperaban?

PONCE

Yo esperaba un interrogatorio. Supongo que es lo normal. Pero a mí sólo me dijeron: Lester, usted está en libertad de hablar lo que usted crea que es conveniente. Aquí nadie lo presiona.

ENVÍO - ¿Pediste protección?

PONCE

No, ningún tipo. Ellos sí me advirtieron que me tenía que cuidar, que evitara andar en cuestiones de tragos. o de los de aquí no tengo miedo. Más bien de los del otro lado, ahí sí. tal vez tienen capacidad de hacerme algo.

ENVÍO - ¿Y qué dijeron en Honduras los de la FDN de tu salida?

PONCE

Ahí dijeron al comienzo que yo nunca trabajé para ellos, que yo era un refugiado al que le daban la casa y la alimentación...

ENVÍO - ¿Cómo fue el acto de entrega a tu familia? Dicen que el Teatro Segovia estaba llenísimo de gente ese 23 de agosto y tú hablándole a la gente...

PONCE

Bueno, yo me sentí como un animal raro allí ante todo mundo. Como ante un jurado. Se siente mal uno al verse así, se siente mal. ¿Usted sabe lo que es tener que pedir disculpas a una gente que lo conoce a uno? Me sentí muy mal. Pero yo les pedí disculpas de corazón, porque se lo merecen.

ENVÍO - ¿Y la reacción de la gente?

PONCE

Pues... Me dio muestras de apoyo. Gente que yo nunca creí, pues... Eso me impresionó más que todo lo que me había pasado...

ENVÍO - Este es un pueblo generoso...

PONCE

Demasiado generoso, demasiado.

ENVÍO - Si te llamaran al servicio militar, ¿irías?

PONCE

Sí, iría. Incluso yo esperaba que en el primer momento, al dejarme en libertad, me iba a venir la cita. Pero no. Si me llega, voy y tal vez no me va a costar.

ENVÍO - ¿Para lavar tus culpas?

PONCE

No, no creo que por eso. Siempre me ha gustado lo militar. Y es mi deber como nicaragüense. Iría sin problema.

ENVÍO - ¿Y la gente te mira raro en Ocotal?

PONCE

Tal vez soy yo el que miro las cosas raras. Porque todavía me estoy adaptando.

"Nunca hubo principios políticos"

ENVÍO - ¿Crees que la contra está derrotada estratégicamente, como dicen los sandinistas desde hace tiempo?

PONCE

Bueno, la realidad es que las estrategias que ellos han ido tirando no les han dado resultado. La famosa cabeza de playa que han estado buscando siempre, el territorio liberado. Buscándola desde el 83 y nunca la han podido tener. No por falta de capacidad militar, no, porque el comando está bien preparado, aunque es verdad que la diferencia numérica con los sandinistas es enorme...

ENVÍO - Los sandinistas dicen que el número de contras es ahora de unos 6 mil...

PONCE

No lo sé cierto, pero sí, puede ser. Pero no es sólo por el número. También son cuestiones de moral. Aquí hay un principio que los mueve y allá no. Aquí la moral es indiscutible y allá... Allá no hay ninguna escuela política, allí es sólo guerra. Yo noté que a esta gente le faltan principios. Hacen la guerra por el comunismo y el anticomunismo, pues, pero no hay ningún principio. Estos comandos andan peleando, pero realmente no saben por qué. Faltó mucho. Falta mucho. ¡Principios, pues! No los hay, no los conocí nunca. Cualquiera que va a un curso ahí lo que va a recibir es cómo hacer la guerra: Mirá, vamos a hablar de explosivos, éstos son los nuevos explosivos... Los mantienen al día con nuevas técnicas, pero cuestiones políticas nunca. No hay algo que diga: aquí está un proyecto, un programa.... por esto peleamos. Nada. En el 86 tiraron por ahí con el FODENIC, Fomento Democrático Nicaragüense, que era el supuesto Partido de FDN. ¿Y en qué se convirtió? En un pleito de perros. Todo mundo quería se el presidente... y no resultó nada.

ENVÍO - ¿Y de quién fue esta idea?

PONCE

De los mismos. Unos que fueron grandes colaboradores de la guardia... La verdad es que ha faltado cohesión. Es falta de principios político. Pelean sin política, solo por hacer la guerra... Y tampoco hay un verdadero entendimiento desde el último de abajo al último de arriba. Es decir, que el comando exige, por ejemplo, que Mack (Benito Bravo, ex-guardia) vaya a la guerra, pero Mack no va, y el comando hace lo mismo que ve hace a Mack: un jefe de fuerza de tarea dice que va con 100, 150 hombres para Estelí. Pero no, se da la vuelta aquí no más antes de llegar al río y que no pudimos pasar y punto. Mack le enseñó eso. Y Mack tranquilo. Entonces, son fallos también en lo que es la guerra, en la dirección. La guerra se hace dentro en la dirección. La guerra se hace dentro, pero los jefes pasan cómodamente. Y eso lo conocen perfectamente los comandos. Y saben cómo vive Mack y todos los jefes. Tienen ese reclamo, pero a quién le van a reclamar?

ENVÍO - Entonces ¿la contra está derrotada?

PONCE

Desde hace tiempo, cada combate ha sido una derrota contundente. Actualmente los jefes ya no creen en cabeza de playa ni en nada. Ya sólo mandan a los comandos a andar en grupos pequeños, diseminados, dañando lo más posible. Ese es ahora su criterio: dañar, dañar, dañar. Ese es el trabajo, la estrategia. Ya no tienen la fuerza.

ENVÍO - ¿Qué van a significar los acuerdos de Esquipulas en esta situación?

PONCE

Esquipulas es el escape para muchos realmente y a no desean continuar la guerra, aunque no para los cabecillas, que realmente hacen el negocio de su vida con el asunto de la ayuda norteamericana. Pero también a ellos les ha golpeado mucho este asunto de Esquipulas, porque ellos saben que militarmente nunca van a derrotar a los sandinistas...

ENVÍO - Entonces, ¿terminará la guerra con Esquipulas?

PONCE

Tal vez sí, tal vez no. Porque la guerra no depende de Esquipulas. La guerra depende de Reagan.

TOTOGALPA

Para gobierno y alcaldía de Totogalpa,

denuncia Consejo de Ancianos.

Maria Haydee Brenes

“Somos dueños de la tierra, el título real que poseemos así lo hace constar, sin embargo, las instituciones gubernamentales no quieren ni vendernos un pedazo de nuestra tierra para construir las oficinas del pueblo indígena de Totogalpa”, denunciaron miembros de una comitiva de esa comunidad a EL NUEVO DIARIO.

Según los denunciantes, ni las autoridades edilicias del municipio de Totogalpa --ubicado a 216 kilómetros de Managua, en el departamento de Madriz-- ni las autoridades del gobierno central reconocen su estatus de pueblo indígena, pese a las pruebas que han presentado, como la copia del titulo real que obtuvieron en el Archivo General de Centroamérica ubicado en la ciudad de Guatemala.

“La administración edilicia pasada nos reconoció y nos prestó una oficina, posteriormente por medio de una ordenanza municipal nos cedió un terreno ejidal de 25 por 25 metros. Como no tenemos recursos para construir, comenzamos a gestionar con algunos cooperantes, y cuando obtuvimos el dinero para iniciar el proyecto resultó que el terreno le pertenece a Enabás y ellos no nos quieren vender”, relató el señor Pedro Pérez, presidente del Pueblo Indígena Chorotega de Totogalpa en Acción Comunitaria (Pichtac).

Por su parte, el señor Sabino López Mejía, del Consejo de Ancianos del pueblo indígena, señaló que ellos solicitaron apoyo de la municipalidad, porque al presentar la solicitud de compra del terreno a Enabás, les dijeron que no eran reconocidos como pueblo indígena.

“Hay pruebas de que somos indios”

“Tenemos pruebas de que somos un pueblo indígena, que las tierras en las que está asentada Totogalpa son indígenas, así, qué vale más, una escritura extendida por no sé quién o un Título Real extendido por la corona española en 1711. Nosotros hemos tratado de evitar confrontaciones, pero se esta irrespetando el derecho que tenemos de uso y disfrute de nuestras tierras, para colmo no les estamos pidiendo, queremos comprar, y ni eso nos dejan”, señalo el anciano.

Discriminados

También los indígenas denunciaron ser víctimas de discriminación, pues aunque la Constitución establece respeto para los pueblos naturales y la ley de municipios afirma que las tierras indígenas están exentas del pago de bienes inmuebles, esto se incumple.

“La ley dice que las personas que tienen uso y disfrute de la tierra propiedad de la comunidad indígena deben declararla, pero no pagar impuesto; pese a esto, cuando una persona va al Registro, los trabajadores de la municipalidad se niegan a dar permisos si no pagan, y eso es un atropello”, señaló Wilmer Gutiérrez, Secretario del Pichtac.

Comentarios de nuestros lectores

Robert MENA

La comunidad Indígena si quiere hacer sus derechos valer tienen que actuar dentro del marco de la Ley y empezar a organizarse de manera que ellos puedan tener una voz y un voto en la asamblea. Pero no podemos permitir que las etnias Nicas empiecen a pedir derechos basadas en etnias, sino basadas en los principio legales que les corresponden. El identificarse y reclamar como etnias les quita validez a su propuesta. Son Nicaragüenses y como tal tienen sus derechos y tienen que ser respetados, pero les invito a decirles a los indígenas que se empiecen a identificar como Nicaragüenses que es lo que son. Los Chorotegas, y demás etnias son cosas del pasado y es allí donde deben de quedar. Hablen con una sola voz pero como Nicaragüenses no como Chorotega o lo que sean. Antes que Chorotegas son Nicaragüenses. Unamos al país no lo dividamos!


¿Chorotegas y la Democracia?

En Nicaragua se hizo una revolución Sandinista-… saturada de parásitos e inútiles que a la cabeza de Daniel Ortega, y su “Dirección Nacional Ordene”, se creyeron que el comunismo iba ha ser eterno y debido a su ignorancia “el tiro les salio por la culata”. Fue tanta la ignorancia que no tuvieron la visión de ordenar y rescatar la dignidad de las comunidades indígenas de todo el territorio nacional. Este ejemplo dramático de Pueblo Indígena Chorotega de Totogalpa es simplemente la muestra de lo que pasa con las comunidades indígenas de Subtiaba de León, las comunidades indígenas de Masaya,….etc.

En estos momento cuando la comunicación de la Internet y la biotecnología le ha dado vuelta a la civilización humana. Nicaragua se encuentra postrada y engusanada, en un mar de mierda e ignorancia y deshumanización para con las comunidades indígenas. Otro ejemplo, es los crímenes de Lesa Humanidad, perpetrados por Daniel Ortega y su nefasta “Dirección Nacional Ordene”. No hay justicia para los “Motos y desprotegidos de las tribus de las comunidades indígenas del Rio Coco.

Es notorio, que los dirigentes de Montealegre y Jarquin carecen de una visión dentro de su plan de gobierno para los Indígenas, 100 % nicaragüense, clamando justicias de sus tierras y de sus atropellos de la guerra de los 80.

Con los Caudillos, Daniel Ortega (fsln-…) y Oscar Arnoldo Alemán (PLC-arnoldista) no se puede esperar ninguna justicia para los indígenas.

Estos dos caudillos son la esencia de la dictadura danielista-arnoldista 10 veces mas peligrosa que la dictadura de Somoza. Esta dictadura tiene la potencia de meter a Nicaragua en una net y aventura militar con la venta de missiles y armas convencionales que NO están inventariada y fuera del control del ejercito en Nicaragua, con la carrera armamentista de Hugo Chavez de Venezuela. Ortega se encuentra en una desesperación de ganar las elecciones para deshacerse del material bélico no convencional que pose de la remanente Guerra de los 80, y sabe que Hugo Chavez, su hermano, es la manera de deshacerse de esa “papa letal y caliente¨ que se tiene en Nicaragua.

Las declaraciones del ejército de Nicaragua se debe leer bien detenido, Nicaragua no solo es un Nicho de Cocaína de la FARC de Colombia, pero también un Nicho de entrenamiento de gente del Medio Oriente.

Tinco bien lo dijo, “….Ortega NO es creíble”.

Ortega y Oscar Alemán están jugando con fuego mortal y se van a quemar en ese fuego. Estos dictadores no tienen la menor intención de ayudar a mejorar la vida de los Indígenas de Nicaragua, pero si sus apetitos voraces caninas, como todo dictador de la izquierda y derecha.


Carlos Lenys

Tenemos que poner un alto. Nicaragua se constituyo por el esfuerzo que hicieron los ancestros nuestros. No es posible que estos tiempos, que se consideran de la lógica y la razón, se les discrimine, humillen y excluyan a estos pueblos indígenas. Es momento que Nicaragua, y mas la clase política y empresarial comience a saldar la deuda pendiente con los Pueblos Indígenas de Nicaragua. Sin exclusión.


Ronaldo Monteleón

Es sumamente triste que los indígenas nicaragüenses, legítimos dueños de esas tierras no tengan el apoyo del gobierno. Por ejemplo la familia Gasteazoro en el siglo XVIII obtuvo de parte de la corona española, la zona de Cosigüina estamos hablando de miles de manzanas, con todo y la gente que ahí vivía. En los años 40 un conocido miembro de esta familia decía que sus trabajadores no tenían cara de gentes, en clara alusión de ser aquellos, indios. Durante la revolución esas tierras fueron intervenidas una cooperativa se formó, durante los noventas los Gasteazoros fueron indemnizados multimillonariamente por algo que si en este mundo hubiera justicia jamás hubiera sucedido.


Jess Camalari

Que los indígenas de Nicaragua les pidan consejo a los indígenas de Canadá y que conserven todos esos documentos otorgados por la corona de España, pues siguen teniendo validez y les pueden servir en un juicio.